En la mayoría de las superficies donde caminamos se puede correr; pero no todas son aptas para hacerlo, dado que cada suelo tiente distintas dificultades, lo que puede aumentar el riesgo de lesiones, si no estás preparado para realizar esta actividad en un lugar adecuado.
Se sabe que nuestras piernas, especialmente nuestras rodillas, pueden verse muy afectadas por la práctica de carreras y trotes, por lo que debemos tener mucho cuidado e intentar que reciban el menor impacto posible. Es por eso, que te mostraremos lo que debes saber sobre los distintos tipos de suelo, sus ventajas y desventajas, los tipos de lesiones que puedes sufrir, el equipamiento que debes usar y lo que debes tener en cuanta antes de correr.
Los tipos de suelo en los que solemos correr son: Cemento, arena, césped, gravilla, pistas atléticas y para los más especializados: rocas, cerros, en inclinación, bajada, etc. Cada uno tiene sus beneficios y problemas a la hora de correr. Renzo Nordio, Kinesiólogo de KMP, nos cuenta un poco sobre sus diferencias:
“La principal diferencia entre ellas, es la intensidad del impacto que recibe el cuerpo, a pacientes lesionados se les suele recomendar correr sobre pasto, luego gravilla y finalmente cemento, puesto que se pasa de algo de menor a mayor impacto”.
Respecto a la arena, el pie recibe más stress al tener que estar adaptándose constantemente a la superficie, de hecho, no se recomienda correr largas distancias en este tipo de suelo porque la articulación sufre más desgaste. A diferencia del pasto, éste es más estable, independiente que ambos se pueden considerar como terrenos “suaves”.
En gravilla hay menos agarre de la zapatilla, pero no influye de sobremanera en la performance.” Explica Renzo.
La ventaja de correr en distintos tipos de superficie es, que el cuerpo va adaptándose, logrando experiencias de nuevos terrenos y un mejor control, por otro lado, su desventaja es el aumento de lesión si no se realiza responsablemente. “Mientras más irregular es el terreno, más difícil es el control en extremidad inferior y más expuesto a accidentes se está”.
¿Qué lesiones podemos sufrir, si no elegimos bien el lugar para realizar esta actividad? “Principalmente lesiones por sobrecarga, síndrome de stress tibial, periostitis, meniscopatías, tendinosis o también por descuido, como los esguinces de tobillo.” Nos comenta Renzo.
Otro dato importante, para los que comienzan a correr y para los que llevan años corriendo, la zapatilla es el elemento más importante para evitar problemas en el impacto de nuestras rodillas y pies. No es solo colocarte tus zapatillas de siempre y salir a trotar, es tener un calzado adecuado para el tipo de suelo que elijas correr.
“En el caso de cemento y gravilla, se recomiendan zapatillas de running clásicas que tengan buena amortiguación y que se sientan cómodas al trotar. El tipo específico dentro de las miles opciones que existen en zapatillas de running depende de la experiencia del corredor principalmente”.
En el caso de pasto, arena y rocas, se recomiendan zapatillas con buen agarre y resistencia al desgaste, idealmente zapatillas de trail running”, nos cuenta el kinesiólogo de KMP.
Como ya estás un poco más informado, puedes recién elegir el tipo de suelo para salir a correr, cómprate unas buenas zapatillas y tener en cuenta… que antes de salir debes:
- Tener un calzado adecuado.
- Idealmente haber repasado la ruta para evitar cualquier lesión.
- Estar atento a los cambios en la superficie a medida que transcurre el trote.
Y siempre ser precavido y responsable. ¡Anímate! Experimenta esta actividad y se un runner más de esta gran comunidad. ¡A correr!
*Por Full Outdoor