Algo de historia del Congreso del Futuro. Muchas de las presentaciones que se han realizado en versiones anteriores se han referido a dar miradas sobre lo que el relator o expositores invitados considera que es su visión actual (una) y luego lo que podrían ser los siguientes pasos de su línea o líneas de investigación (proyección), ya sea en un mundo futuro cercano o lejano, en los momentos en los que sus resultados previstos serán una realidad, los beneficios que tendría para determinados grupos de empresas y de personas y quienes serían sus usuarios.
Por lo que hemos observado las personas que se deberían beneficiar de estas exposiciones son los investigadores que están en las universidades y organizaciones científicas; los profesionales, los directores, ejecutivos, empresarios y emprendedores vinculados en actividades que tienen relación con el tema que se expone, estudiantes de todos los niveles, políticos y funcionarios de Gobierno y personas que tienen un interés adentrarse en el tema respectivo.
Con el correr de las versiones nos queremos detener en algunos aspectos que nos llaman la atención y comentamos para mejorar:
(1) Métodos y Estrategia para pensar y hablar del futuro(s). Sería importantísimo conocer: 1.1 La metodología y la estrategia usada para la construcción de esta importante actividad internacional, 2.2 Los resultados que se espera lograr en diferentes tiempos futuros, 3.3 Una estimación de la relación costo-beneficio del mismo, así como 3.3 Las responsabilidades que están detrás del diseño, planificación y ejecución de cada versión del Congreso del Futuro y de su conjunto.
(2) Contar con audiencias ad hoc. Como el conjunto de expositores corresponde a muy diferentes ámbitos del conocimiento podría ocurrir que algunos, o muchos, no encontrarán un número adecuado de seguidores y en cierta medida la exposición pasará a ser sólo una más entre muchas que no encuentran receptores ciertos para emplear esa información y seguir adentrándose en sus caminos futuros.
(3) Masa crítica. El tan amplio conjunto de temas que se exponen es un verdadero avance del conocimiento en el mundo y el país en sus respectivas disciplinas científicas, políticas, sociales, ambientales y culturales que se incluyen, sin embargo, vale preguntarse si hay una masa crítica de investigadores, expertos, profesionales, especialistas, empresarios, consultores y políticos e innovadores en el evento que puedan enriquecer su quehacer investigativo o ejecutivo para el mañana en cada uno de los temas o, más bien, se tiende a perder parte de él.
(4) Continuidad y seguimiento de los futuros enunciados. Tampoco vemos que de una versión a otra haya una continuidad y se pueda ir siguiendo los pasos anticipados en algunos temas, con los pasos que van ocurriendo efectivamente en los diferentes temas presentados por los nuevos expositores.
(5) El pasado no es futuro. Por otra parte, es común que un científico haga una “defensa” del camino que ha seguido en sus trabajos y mencione que otros investigadores trabajan en forma más o menos paralela el mismo tipo de materia. Esto es asunto del pasado y del presente (histórico). Pero lo importante es lo que se refiere al o los futuro(s), es decir: a los pasos que se propone dar a continuación o los pasos que se consideran más factibles o confiables, así como las pruebas, y resultados que espera alcanzar.
(6) Uni o multi visión sistemática. A través de las diferentes exposiciones -muchas de ellas contradictorias- no se llega a determinar que haya una forma sistemática de enunciar la situación actual del tema expuesto y los posibles pasos futuros que siguen. Sin embargo, aunque el tema sea muy particular y único es siempre posible que haya otros investigadores que traten el tema de maneras diferentes o muy diferentes, y cuyos pasos futuros, pruebas y resultados sean muy diferentes al que hace un expositor en particular. Muchas veces al comparar los futuros de dos o más investigadores sobre un mismo tema se reconoce que hay etapas, pruebas y resultados en el tiempo que difieren muy profundamente.
Este fenómeno es muy fácil de detectar por ejemplo con el empleo del Método Delphi (u otros) que consiste en consultar a un grupo de especialistas en un tema y nuestra experiencia en su aplicación en varios campos en Chile está disponible.
(7) El futuro es incierto. El futuro es incierto incluso para grandes expertos y que la ocurrencia de hechos que son anticipados por diferentes fuentes pueden no ocurrir, pueden tener unos resultados muy diferentes a los anticipados y no dar siempre los beneficios que se atribuyen en pasos anteriores. No hay que olvidar que John Mc Carthy y otros acuñaron el nombre de “inteligencia artificial” hace unos 60 años y vaticinaron que en 20 años sería una realidad, pero que en verdad se demoró alrededor de 30 años en hacerse realidad, a la luz del robot de IBM- Watson y otros esfuerzos en marcha.
Esto incerteza que muchas veces los expertos en sus propios temas quieren negar, la hemos constatado en decenas de aplicaciones en el país y en el exterior en diferentes cuestiones de incorporación de nuevas tecnologías e innovaciones en fruticultura, ganadería, uso de la madera en la construcción, exportación ganadera, uso del cobre como material antibacteriano, desarrollo de espacios saludables, elecciones políticas y desarrollo social.
(8) Cuidado con la distorsión de legítimos intereses de los expositores. Detrás de casi cualquier esfuerzo en materias de investigación y de desarrollo del conocimiento hay uno o más intereses del expositor, o de quien lo auspicia, o de quien financia sus trabajos y eso es fundamental de conocer a la hora de establecer antecedentes sobre la calidad de los trabajos presentados y la experiencia que los respaldan en esfuerzos similares. No podemos dejar de mencionar y advertir que no todo lo que dicen los científicos e investigadores es verdadero. Esto queda muy claro con los resultados de indagaciones realizadas en USA sobre investigaciones en relación al tabaco y a la azúcar, según las cuales los científicos redujeron o minimizaron los daños a la salud, engañando con ello a toda la población. También sabemos que hay información o conocimiento que se obtiene con el empleo de diferentes buscadores que no están certificadas. Por eso que es importante y fundamental “auditar” los hallazgos en materias de ciencia y tecnología, o que se aplique otro tipo de resguardo técnico reconocido. La verdad y el futuro es una pregunta.
(9) Escenarios disruptivos para nuevos formatos de gobernanza. Echamos de menos que no se hagan propuestas sobre el futuro de la política y de la democracia representativa, especialmente en un tiempo en que las nuevas tecnologías permitirían hacer contribuciones fundamentales -como hemos publicado en notas anteriores- para lograr instancias de democracia y de transparencia superiores con múltiples parlamentos y centros de decisión virtuales, con trazabilidad detallada de los gastos del presupuesto de la nación, con la ampliación de la representación ciudadana en cuestiones de enmiendas y leyes fundamentales sobre impuestos, servicio civil, salud, previsión, educación, planos reguladores, pueblos originarios, minorías y otros, o en disponer de sistemas más eficientes para la administración municipal que cada día muestra tener un grado de libertad y de arbitrariedad que sorprende, por sus atentados a la honestidad, a toda la población.
Finalmente, creemos que sería conveniente hacer un seguimiento de estas versiones del Congreso del Futuro para determinar los beneficios que se van obteniendo, así como de otros indicadores de eficiencia y control en cada versión y en su conjunto, de manera de acostumbrarnos a evaluar con algunas variables duras el loable esfuerzo realizado. Asimismo seguiremos insistiendo en la necesidad que los países de América Latina cuenten con Agencias de Estudios del Futuro(s) (ADEF) y una Estrategia País para enfrentar los desafíos que se deduzcan en estos importantes encuentros internacionales sobre los futuros, como este realizado en Chile.