Actualmente, en Chile país existen 2 millones 900 mil personas mayores de sesenta años. Esta cifra arroja luces respecto a lo que los especialistas han denominado como una “verdadera revolución demográfica global”. Este nuevo escenario, requiere un nuevo contrato social en relación a la seguridad económica y al cuidado de los adultos mayores.
En ese contexto la Universidad de Chile ha tomado la delantera en investigación y desarrollo para sustentar las innovaciones requeridas y apoyar a los servicios del Estado y a las organizaciones de los adultos mayores.
Así, nace la Escuela Internacional de Verano sobre Envejecimiento, organizada originalmente por el Dr. Jorge Allende. Activa desde el 2012, la iniciativa surgió como un espacio académico interdisciplinario para analizar desde diferentes perspectivas la complejidad del envejecimiento poblacional en nuestro país.
Benjamín Suárez, coordinador de la Red Transdisciplinaria sobre Envejecimiento de la Universidad de Chile, explicó que los avances biomédicos han extendido la vida de las personas, lo que no ha tenido un correlato con las políticas públicas que deberían acompañar estos procesos.
“Ha habido éxitos impresionantes en Salud Pública en este país, en mejoras en las condiciones de vida que son innegables en los últimos 50 años y eso ha llevado a una mayor longevidad. Pero la mayoría de las personas están en un sistema de ahorro forzoso en las Administradoras de Fondos Provisionales y son expuestas, al momento de jubilar, a ganar un tercio de sus ingresos anteriores. Entonces la pregunta que nos hacemos muchos viejos es: ¿Para qué vivir más, si las condiciones van a ser tan dramáticas?”.
El académico del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile, explicó también que existe hoy una imagen distorsionada de la tercera edad en los medios de comunicación.
Hay temas de percepción del adulto mayor en los medios de comunicación que es bastante prototípico, que no considera al adulto mayor como otro ciudadano más con derechos y capacidades. Entonces, ante estos desarrollos y promesas de la biomedicina hay temas que no son atendidos y en nuestro país, que es más pobre, con mayor razón”.
Benjamín Suárez se refirió a cómo asuntos como las AFP, complejizan aún más las condiciones de vida de la tercera edad.
“La gente está viviendo más y no cambian las políticas de apoyo. Estamos en un universo de pensiones muy exiguas que condenan a las personas mayores que han tenido ingresos relativamente razonables, a una vida de pobreza y de restricciones en la peor etapa posible, cuando comienza la vulnerabilidad, los problemas de dependencia y eso tiene aspectos que afectan los derechos de las personas”.
Respecto a la perspectiva transdisciplinaria, el académico explicó que hoy no basta la investigación biológica o en salud, que se mantenga al margen de una investigación económica y sociológica, en contacto con los adultos mayores y sus organizaciones. “No solamente las leyes deben corresponder a la realidad sino que además los estudios deben focalizarse en los problemas específicos del envejecimiento en Chile”, afirmó.
Un aspecto que no está resuelto y que se percibe con alarma, es cómo acoger el mejoramiento relativo de la calidad de vida del adulto mayor y el aumento consiguiente de la longevidad, sin una reestructuración profunda de la sociedad, de las políticas y servicios que sustenten con dignidad esos años adicionales
“Esto es de especial importancia en un país como el nuestro que ostenta graves desigualdades sociales, inequidad en el acceso a los servicios para nuestros adultos mayores, bajas pensiones y pocas oportunidades para mantener una vida digna como sujeto de derecho. Pero también nuestros adultos mayores enfrentan dificultades y atropellos que pasan inadvertidos y que son, sin duda, otros elementos invisibles que afectan sus derechos y su dignidad”, explicó Suárez.
La Cuarta Escuela Internacional de Verano sobre Envejecimiento, se desarrollará desde el 10 al 13 de enero, desde las 9 de la mañana a las 6 de la tarde, en el Auditorio de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, ubicado en Av. Portugal 84, Santiago. La entrada es liberada.
Actualmente, en Chile país existen 2 millones 900 mil personas mayores de sesenta años. Esta cifra arroja luces respecto a lo que los especialistas han denominado como una “verdadera revolución demográfica global”. Este nuevo escenario, requiere un nuevo contrato social en relación a la seguridad económica y al cuidado de los adultos mayores.
En ese contexto la Universidad de Chile ha tomado la delantera en investigación y desarrollo para sustentar las innovaciones requeridas y apoyar a los servicios del Estado y a las organizaciones de los adultos mayores.
Así, nace la Escuela Internacional de Verano sobre Envejecimiento, organizada originalmente por el Dr. Jorge Allende. Activa desde el 2012, la iniciativa surgió como un espacio académico interdisciplinario para analizar desde diferentes perspectivas la complejidad del envejecimiento poblacional en nuestro país.
Benjamín Suárez, coordinador de la Red Transdisciplinaria sobre Envejecimiento de la Universidad de Chile, explicó que los avances biomédicos han extendido la vida de las personas, lo que no ha tenido un correlato con las políticas públicas que deberían acompañar estos procesos.
“Ha habido éxitos impresionantes en Salud Pública en este país, en mejoras en las condiciones de vida que son innegables en los últimos 50 años y eso ha llevado a una mayor longevidad. Pero la mayoría de las personas están en un sistema de ahorro forzoso en las Administradoras de Fondos Provisionales y son expuestas, al momento de jubilar, a ganar un tercio de sus ingresos anteriores. Entonces la pregunta que nos hacemos muchos viejos es: ¿Para qué vivir más, si las condiciones van a ser tan dramáticas?”.
El académico del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile, explicó también que existe hoy una imagen distorsionada de la tercera edad en los medios de comunicación.
Hay temas de percepción del adulto mayor en los medios de comunicación que es bastante prototípico, que no considera al adulto mayor como otro ciudadano más con derechos y capacidades. Entonces, ante estos desarrollos y promesas de la biomedicina hay temas que no son atendidos y en nuestro país, que es más pobre, con mayor razón”.
Benjamín Suárez se refirió a cómo asuntos como las AFP, complejizan aún más las condiciones de vida de la tercera edad.
“La gente está viviendo más y no cambian las políticas de apoyo. Estamos en un universo de pensiones muy exiguas que condenan a las personas mayores que han tenido ingresos relativamente razonables, a una vida de pobreza y de restricciones en la peor etapa posible, cuando comienza la vulnerabilidad, los problemas de dependencia y eso tiene aspectos que afectan los derechos de las personas”.
Respecto a la perspectiva transdisciplinaria, el académico explicó que hoy no basta la investigación biológica o en salud, que se mantenga al margen de una investigación económica y sociológica, en contacto con los adultos mayores y sus organizaciones. “No solamente las leyes deben corresponder a la realidad sino que además los estudios deben focalizarse en los problemas específicos del envejecimiento en Chile”, afirmó.
Un aspecto que no está resuelto y que se percibe con alarma, es cómo acoger el mejoramiento relativo de la calidad de vida del adulto mayor y el aumento consiguiente de la longevidad, sin una reestructuración profunda de la sociedad, de las políticas y servicios que sustenten con dignidad esos años adicionales
“Esto es de especial importancia en un país como el nuestro que ostenta graves desigualdades sociales, inequidad en el acceso a los servicios para nuestros adultos mayores, bajas pensiones y pocas oportunidades para mantener una vida digna como sujeto de derecho. Pero también nuestros adultos mayores enfrentan dificultades y atropellos que pasan inadvertidos y que son, sin duda, otros elementos invisibles que afectan sus derechos y su dignidad”, explicó Suárez.
La Cuarta Escuela Internacional de Verano sobre Envejecimiento, se desarrollará desde el 10 al 13 de enero, desde las 9 de la mañana a las 6 de la tarde, en el Auditorio de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, ubicado en Av. Portugal 84, Santiago. La entrada es liberada.
Actualmente, en Chile país existen 2 millones 900 mil personas mayores de sesenta años. Esta cifra arroja luces respecto a lo que los especialistas han denominado como una “verdadera revolución demográfica global”. Este nuevo escenario, requiere un nuevo contrato social en relación a la seguridad económica y al cuidado de los adultos mayores.
En ese contexto la Universidad de Chile ha tomado la delantera en investigación y desarrollo para sustentar las innovaciones requeridas y apoyar a los servicios del Estado y a las organizaciones de los adultos mayores.
Así, nace la Escuela Internacional de Verano sobre Envejecimiento, organizada originalmente por el Dr. Jorge Allende. Activa desde el 2012, la iniciativa surgió como un espacio académico interdisciplinario para analizar desde diferentes perspectivas la complejidad del envejecimiento poblacional en nuestro país.
Benjamín Suárez, coordinador de la Red Transdisciplinaria sobre Envejecimiento de la Universidad de Chile, explicó que los avances biomédicos han extendido la vida de las personas, lo que no ha tenido un correlato con las políticas públicas que deberían acompañar estos procesos.
“Ha habido éxitos impresionantes en Salud Pública en este país, en mejoras en las condiciones de vida que son innegables en los últimos 50 años y eso ha llevado a una mayor longevidad. Pero la mayoría de las personas están en un sistema de ahorro forzoso en las Administradoras de Fondos Provisionales y son expuestas, al momento de jubilar, a ganar un tercio de sus ingresos anteriores. Entonces la pregunta que nos hacemos muchos viejos es: ¿Para qué vivir más, si las condiciones van a ser tan dramáticas?”.
El académico del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile, explicó también que existe hoy una imagen distorsionada de la tercera edad en los medios de comunicación.
Hay temas de percepción del adulto mayor en los medios de comunicación que es bastante prototípico, que no considera al adulto mayor como otro ciudadano más con derechos y capacidades. Entonces, ante estos desarrollos y promesas de la biomedicina hay temas que no son atendidos y en nuestro país, que es más pobre, con mayor razón”.
Benjamín Suárez se refirió a cómo asuntos como las AFP, complejizan aún más las condiciones de vida de la tercera edad.
“La gente está viviendo más y no cambian las políticas de apoyo. Estamos en un universo de pensiones muy exiguas que condenan a las personas mayores que han tenido ingresos relativamente razonables, a una vida de pobreza y de restricciones en la peor etapa posible, cuando comienza la vulnerabilidad, los problemas de dependencia y eso tiene aspectos que afectan los derechos de las personas”.
Respecto a la perspectiva transdisciplinaria, el académico explicó que hoy no basta la investigación biológica o en salud, que se mantenga al margen de una investigación económica y sociológica, en contacto con los adultos mayores y sus organizaciones. “No solamente las leyes deben corresponder a la realidad sino que además los estudios deben focalizarse en los problemas específicos del envejecimiento en Chile”, afirmó.
Un aspecto que no está resuelto y que se percibe con alarma, es cómo acoger el mejoramiento relativo de la calidad de vida del adulto mayor y el aumento consiguiente de la longevidad, sin una reestructuración profunda de la sociedad, de las políticas y servicios que sustenten con dignidad esos años adicionales
“Esto es de especial importancia en un país como el nuestro que ostenta graves desigualdades sociales, inequidad en el acceso a los servicios para nuestros adultos mayores, bajas pensiones y pocas oportunidades para mantener una vida digna como sujeto de derecho. Pero también nuestros adultos mayores enfrentan dificultades y atropellos que pasan inadvertidos y que son, sin duda, otros elementos invisibles que afectan sus derechos y su dignidad”, explicó Suárez.
La Cuarta Escuela Internacional de Verano sobre Envejecimiento, se desarrollará desde el 10 al 13 de enero, desde las 9 de la mañana a las 6 de la tarde, en el Auditorio de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, ubicado en Av. Portugal 84, Santiago. La entrada es liberada.
