María Ester Feres: "Hay una estrategia del sector minero para reducir los costos laborales"

En entrevista con Radio y Diario Universidad de Chile, la ex Directora del Trabajo se refirió al estado actual del sindicalismo: la huelga de trabajadores de Escondida, los acuerdos de las trasnacionales en Cochilco y el complejo escenario al que se enfrentarán los trabajadores desde el próximo 1 de abril, cuando entre en vigencia la Reforma Laboral.

En entrevista con Radio y Diario Universidad de Chile, la ex Directora del Trabajo se refirió al estado actual del sindicalismo: la huelga de trabajadores de Escondida, los acuerdos de las trasnacionales en Cochilco y el complejo escenario al que se enfrentarán los trabajadores desde el próximo 1 de abril, cuando entre en vigencia la Reforma Laboral.

Recortes en los salarios, amenazas y reemplazos. El 7 de diciembre de 2016 terminó la huelga que mantuvo movilizados a los trabajadores de Sodimac, por casi un mes, a nivel nacional.

Días antes, José Salazar, director nacional del Sindicato Homecenter, informó que la movilización se bajaba con la aceptación de un reajuste salarial de 2 por ciento por sobre el IPC y un bono de término de conflicto de 200 mil pesos bruto por trabajador, aunque ellos habían pedido un reajuste de al menos un 7 por ciento y un bono de 500 mil pesos.

En esa oportunidad, el dirigente sindical sostuvo que la legislación laboral chilena beneficia a los empleadores en desmedro de los derechos de los trabajadores. En esos 27 días de huelga, los trabajadores fueron reemplazados en sus funciones, vivieron constantes amenazas y disminuciones considerables en los salarios.

“Tenemos amedrentamientos, recortes de sueldo, que son prácticas que la ley permite, y en ese sentido urge decir que la legislación resulta inexistente, o sea una huelga en Chile es casi imposible, mientras no legislemos en estos temas más profundos en beneficio de los trabajadores difícilmente podemos desarrollar una huelga como se debe”, señaló ese día.

Aunque era el sindicato más numeroso del país, no logró obtener ni la mitad de la demanda con que emprendieron su movilización.

Por estos días, la situación vuelve a ser complicada. Desde hace una semana se mantienen movilizados más de 2 mil 500 trabajadores de la Minera Escondida. Después del fracaso de los buenos oficios, los trabajadores ejercieron su legítimo derecho.

Esta semana, la Dirección del Trabajo ofreció una mediación oficiosa para ayudar a solucionar el conflicto. Aunque ambas partes aceptaron, la reunión fijada para hoy no llegó a concretarse por problemas de agenda de la empresa: sus representantes simplemente no podían asistir a la reunión.

Los conflictos sindicales se han complejizado en el último periodo. El proceso que enfrentó Sodimac y el que mantiene ocupado a Escondida, ha sido denunciado por los expertos como parte de una estrategia empresarial antisindical.

Así las cosas, Diario y Radio Universidad de Chile conversó en extenso con la actual directora del Centro de Relaciones Laborales y de la maestría internacional de Políticas del Trabajo de la Universidad Central, María Ester Feres.

La ex Directora del Trabajo se refirió al estado actual del sindicalismo en Chile: la importancia de la huelga de trabajadores de Minera Escondida, los acuerdos de las trasnacionales en Cochilco y el complejo escenario al que se enfrentarán los trabajadores desde el próximo 1 de abril, cuando entre en vigencia la Reforma Laboral.

Esta semana, la Dirección del Trabajo ofreció iniciar una “mediación oficiosa” entre BHP Billiton y el Sindicato de Escondida. ¿Cuál es el alcance de este procedimiento según la ley actualmente vigente?

De acuerdo a la ley actual siempre es posible mediar pero en forma voluntaria, si ambas partes estuvieran de acuerdo. Creo que lo que está sucediendo en Escondida tiene que ver con una práctica muy habitual en la Dirección del Trabajo que es mantener contacto con trabajadores en huelga, sean empresas pequeñas, grandes, estratégicas o del sector servicio.

Volver a sentarse a la mesa pasa por una decisión de ambas partes, que es solicitada por la Dirección del Trabajo, a pesar de no estar considerada en el procedimiento. Eso se hace porque aplica una norma general, en que la legislación le otorga la facultad a la DT en su ley orgánica de ayudar a solucionar los conflictos de trabajo.

Pese a esto, no es usual que haya mediación formal y que las partes se vuelvan a sentar a la mesa después que se ha terminado el proceso de buenos oficios.

Este procedimiento aplica para la legislación actual ¿Qué pasará desde el próximo 1 de abril cuando entre en vigencia la Reforma Laboral?

Es importante esta precisión entre la ley actual y la que entrará en vigencia. Primero porque por disposición expresa de la ley las negociaciones colectivas se van a seguir dirigiendo por las normas que estaban vigentes al momento que se inició la negociación, por lo tanto no les serían aplicables al conflicto legal en Escondida.

Ahora, si se establece en forma expresa la posibilidad entre buenos oficios que la entra a denominar mediación obligatoria, porque basta que la pida una de las partes -supongo que ese es el motivo-, porque introduce también la mediación voluntaria y la consagra en forma expresa a petición de ambas partes en cualquier etapa del procedimiento.

Ese supuesto, no sería aplicable ahora porque no hay norma explícita. Pero la interacción de la DT con conflictos colectivos, sean legales o no legales, se funda particularmente en lo que son sus facultades de carácter general.

¿Es efectiva la mediación? Es decir ¿Podría servir en el caso de Escondida?

Los buenos oficios han demostrado una cierta utilidad, especialmente porque en Chile con la Reforma esto se profundiza. Hay un modelo de segmentación de la negociación colectiva en la cual se radica muy fuertemente sólo en el ámbito de la empresa y como existe la posibilidad de tener multiplicidad de sindicatos, es muy usual que en algunas circunstancias ayude buscando más información, ayudando a las partes a conversar. Hasta ahora han demostrado tener una eficiencia, pero en las empresas en que los sindicatos son muy pequeños y no tienen fuerza propia.

¿Cuál es su impresión respecto al caso particular de Escondida?

Hace 10 o 15 años, los trabajadores operarios de Escondida dieron importantes luchas para la formación del sindicato. En ese periodo fue muy fuerte la oposición a que se constituyeran. Ellos han logrado un avance espectacular y además en algo muy poco usual en los sindicatos chilenos.

Están dando una señal muy relevante, que es la de haberse preparado para el conflicto mediante la generación de este fondo de huelga. Uno de los motivos por el cual puede debilitarse aún un sindicato grande, en su poder negociador que lo equipare con el de la empresa, es porque la ley permite el remplazo abierto, pero particularmente por el tema del descuelgue.

Además, en nuestra legislación no sólo se limita la negociación colectiva y sólo se radica en la empresa, sino que como es por empresa permite que sigan en funciones los trabajadores contratistas.

La única forma que tienen los trabajadores para presionar -particularmente en casos como este, con trasnacionales de esta magnitud-, es ejercer este poder tan grande que es la huelga. Así, el objetivo que era paralizar se quiebra porque hay múltiples mecanismos para que la empresa pueda seguir funcionado. Y ahora viene, insisto, mucho más fuerte en la nueva legislación.

Parece que en esta oportunidad, como la nueva legislación lo permite para todo tipo de empresa, la DT habría accedido a un número, la mitad de lo que pedía la empresa y que habría dificultades en términos del cumplimiento de esa norma o no. Ese es otro tema que va más bien por el lado.

Lo que tenemos aquí es una cantidad de normativa de más de 100 artículos, sólo para regular la negociación colectiva, que más bien pone obstáculos, pone dificultades para cuando las partes logran tener un poder negociador, como sería el caso de Escondida.

En distintas oportunidades usted se ha mostrado crítica de la Reforma Laboral…

Yo soy crítica de la Reforma. Para la OIT por ejemplo los piquetes de huelga son legales, o sea, no debieran estar limitados por el legislador, son legítimos digamos. El derecho a huelga, como un derecho de los trabajadores está reconocido también en instrumentos internacionales, que van mucho más allá de la OIT, que Chile ha suscrito, como el Pacto de Derechos Económicos y Sociales, El pacto de Derechos Civiles y Políticos, la Carta de Derechos Humanos de la OEA, etc.

Diversos sindicalistas y abogados expertos en derecho del trabajo y la seguridad social han señalado que los conflictos laborales que hemos visto durante el último tiempo, incluyendo la negociación del sector público, responden a prácticas que operan por ramas. Incluso, distintos dirigentes han apuntado a Cochilco como elemento clave en las negociaciones del Sector ¿Cuál es su opinión respecto a este asunto?

A mí me consta objetivamente que la creación del Consejo Minero, integrado por las grandes trasnacionales de la minería en la segunda mitad de los 90, si tienen reuniones periódicas de sus representantes de recursos humanos, por lo tanto, si tienen estrategias comunes para algunos temas, entre ellos, los márgenes y las bandas de reajustabilidad.

Además, todas las mineras, especialmente las de la gran minería, están en este momento en planes de rebajas de sus costos laborales.

¿Cómo lo están haciendo? No sólo en las negociaciones (y es un punto que vi que iba en la negociación colectiva de los trabajadores de Escondida), sino que a todo el personal que están contratando, desde los últimos 5 o 6 años a la fecha, lo están contratando en condiciones mucho más desmejoradas que al personal propio.

Si a eso tú le agregas que los contratistas ganan generalmente también mucho menos haciendo funciones muy similares y que son, en casi todas las empresas, cerca de dos tercios de los trabajadores que en ellos operan. Hay un afán y hay una estrategia del sector minero de reducir los costos laborales. Costos laborales que son, a mi juicio, poco significativos dentro del total de costos de las empresas.

En el caso de la gran minería, especialmente en las trasnacionales, tienen una alta innovación tecnológica, han reducido mucho su personal propio y de alguna manera todo el sistema te lleva a que sus márgenes de ganancia sean muy altos. En este sentido hay que considerar el sistema tributario, del royalty -que es un saludo a la bandera-, y además su modelo de negocios, que es exportar en crudo, a granel y que la manufacturación se haga en los países de orígenes.

Hoy día escuchaba, y no deja de ser divertido, lo que deja de ganar Escondida por cada día de huelga, pero resulta que el precio del cobre había subido entre 4 y 5 por ciento en estos apenas 6 días de huelga. Alguien se beneficia de esto y Chile sigue siendo el principal productor de cobre en el mundo. Desde esa perspectiva, la empresa va a recuperar muy luego apenas reanude sus operaciones, por el diferencial de precios a nivel internacional. Los trabajadores no tienen otra alternativa que la de sus fondos de huelga.

En este complejo escenario para los trabajadores ¿Qué es lo que viene después de la entrada en vigencia de la Reforma?

Yo creo que lo que vamos a vivir a futuro es, de parte de los sindicatos de las empresas medianas y grandes, una mayor conflictividad. Los sindicatos cuando son poderosos tienden a sobrepasar la ley, más si tienen legitimidad internacional en lo que son sus posiciones, por lo tanto, puede que haya un incremento de la conflictividad.

En segundo lugar, un incremento de la judicialización de conflictos que son por esencia políticos y sociales. Poner a los jueces a resolver los conflictos políticos y sociales, precisamente porque tenemos un alto grado de regulación, no me parece que sea lo más adecuado, para nada. No es bueno para el país, ni para el poder judicial porque a la larga tu estás sacando del empleador el conflicto y lo llevas a tribunales.





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