El director del laboratorio de patología ambiental de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Andrei Tchernitchin, alertó sobre el incremento de muertes y enfermedades crónicas producto de la contaminación ambiental.
El también dirigente del Colegio Médico se refirió de esta forma al informe de la ONG Health Effects Institute (HEI), entidad que informó sobre al aumento progresivo de fallecimientos prematuros en Chile producto de la contaminación atmosférica.
El estudio indica que la mortalidad por polución del aire pasó de 4 mil 800 personas en 1990 a 5 mil 900 en 2015. En este sentido, Andrei Tchernitchin señaló que la cifra es aún más alta si se consideran los decesos por los efectos crónicos, como los provocados por el cáncer de pulmón.
“En regiones existen zonas de mucho más contaminación y si se analiza la mortalidad crónica a lo largo del tiempo, problemas pulmonares, cáncer, etcétera. Además, si también se analiza los efectos de otros contaminantes obviamente hay mucho más mortalidad, mucho más de lo que dice la ONG y la parte oficial, que solamente se refiere a algunos aspectos como es la mortalidad precoz”, detalló.
El informe fue desmentido por el subsecretario de Medio Ambiente, Marcelo Mena, quien sostuvo que según las estimaciones de la institución, la cifra estaría cercana a las 3 mil muertes, lo que concluiría en una disminución de casos desde el año 2012.
Ante tal afirmación, el toxicólogo, Andrei Tchernitchin precisó que también existen estudios sobre efectos diferidos por exposición perinatal a tóxicos ambientales que dejan secuelas irreversibles que determinan el desarrollo de enfermedades y más tarde en la vida.
“Hay varios trabajos sobre como la exposición prenatal, que es un tema poco tratado, causa enfermedades y más tarde la vida, enfermedades previsibles si se eliminara la exposición de las personas durante el período más sensible que son los últimos meses de embarazo y los primeros años de vida”, argumentó.
El director del laboratorio de patología ambiental de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, recalcó que no existe conocimiento y difusión respecto del daño que realizan las empresas mineras que trabajan a base de carbón y petróleo en regiones.
Andrei Tchernitchin aseguró que la reglamentación chilena sobre índices permitidos en la generación de contaminantes es blanda. Además, precisó que esto sólo obedece a presiones empresariales para que las exigencias no sean las que dicta como eficaces la Organización Mundial de la Salud.
“El Gobierno está entre dos fuerzas, aquellos que presionan para que haya mayor control y los que están en contra de las medidas, porque los perjudica como el factor empresarial. Ahora, yo puedo acusar, porque ya me han demandado, pero es una impresión de la que estoy convencido”, aseveró.
Según informes, alrededor de 10 millones de personas en el país están expuestas a una concentración promedio anual de MP2.5, índice peligroso que supera la norma establecida por el Ministerio de Medio Ambiente.