En una plaza en Cataluña un crítico literario anuncia que una de las calles aledañas llevará el nombre de un escritor. El acto es un homenaje entre amigos y autoridades locales. Como cierre y sin música de fondo, canta una mujer. El hombre es Ignacio Echevarría; la artista, Patti Smith; y el novelista, Roberto Bolaño.
En la ocasión, Echevarría bromea. Dice que el acontecimiento podría ser una de las historias predilectas el autor de Amuleto.
El fragmento corresponde a una de las imágenes presentes en Roberto Bolaño, La batalla futura, documental que este jueves llegará a los cines nacionales y que forma parte de una trilogía del documentalista chileno–mexicano Ricardo House.
La cinta surgió hace más de 10 años cuando el realizador comenzó a recopilar archivos del autor de 2666. Este ejercicio se tradujo en dos piezas documentales (La batalla futura I y La batalla futura II) que fueron exhibidas en Chile en 2013 y que narran la infancia del autor y su vínculo con México y España. De esta manera, Roberto Bolaño, la batalla futura representa el tercer trabajo documental del cineasta radicado en Barcelona.
La película aborda la complicada relación del escritor con Chile; su infancia en Valparaíso y Quilpué; las hostilidades que despertó durante sus escasas visitas a nuestro país; y los lazos que forjó con Pedro Lemebel y Nicanor Parra. También se presentan los testimonios de vecinos, amigos y cercanos al autor como Jorge Herralde, Ignacio Echevarría, Rodrigo Fresán y Álvaro Bisama, entre otros.
“El documental propone que el hombre, la obra y la literatura son una misma cosa, porque Bolaño está metido todo el tiempo en sus libros, lo que le da mayor fuerza tanto a su obra como a su personaje. Él se mitifica aún más”, comenta el realizador Ricardo House, quien reconoce que nunca conoció personalmente al autor de Los detectives salvajes, pese a llevar más de 15 años investigando la vida del novelista.
El documental también refleja los roces y hostilidades que despertó el escritor en sus dos visitas formales a Chile. Para Ricardo House esto se explica porque Bolaño era un “provocador”. “El no se sentía muy cómodo en Chile y creo que tampoco lo hacían sentir cómodo. Él generó reacciones de defensa, de espacios reducidos, porque era complicado. A Bolaño todo lo que resonara como a cultura oficial le provocaba un poco de urticaria y por eso siempre estuvo al filo de la navaja”, dice el documentalista.
“Bolaño era muy de clanes, es decir, si no se metían con él, él no hacía nada. Pero si lo hacían, entonces reaccionaba”, añade.
La batalla futura también repasa una vez más la amistad de Bolaño con el poeta Mario Santiago, el origen del infrarrealismo en México y su decisión de asentarse definitivamente en España. Esto, a través de distintas imágenes y fotografías.
Además de las distintas entrevistas presentes en el proyecto, el relato también se construye sobre la base de la conocida entrevista que el escritor dio en 1999 en el marco de la Feria Internacional del Libro.
El espejo negro de Bolaño
Este año la trilogía dedicada al escritor se extenderá. Según House, durante este año su equipo comenzará a trabajar en un cuarto proyecto titulado Roberto Bolaño, el espejo negro.
La particularidad de la cinta tiene que ver con que, en esta ocasión, se presentará una mirada del autor a través de sus traductores. Además, la cinta estará integrada por la correspondencia que mantuvo el novelista por más de 15 años con el poeta chileno Waldo Rojas.
En esta cuarta película se espera que participe Bruno Montané, uno de los mejores amigos del escritor que además inspiró uno de los personajes de Los detectives salvajes: Felipe Müller.