Pese a las modestas estimaciones de crecimiento realizadas para este año por el Banco Central que van en torno al 1,5 por ciento, el consumo ha sido uno de los soportes de la actividad. El mismo ente emisor ha proyectado que el gasto interno podría aumentar en hasta un 3 por ciento este año, una tasa que se duplicaría el 2018.
Item que se ve reflejado en las cifras positivas que ha sacado principalmente los grandes consorcios comerciales, como retail y los bancos. Según cifras de la Superintendencia de Valores y Seguros, ambos suman utilidades en 2016 por sobre el 42 por ciento. En pesos, casi 2 billones por cada sector empresarial.
Este nivel de utilidades de las grandes empresas del comercio y entidades financieras repercute significativamente en el nivel de endeudamiento que en los últimos años ha afectado a los chilenos.
La deuda de los hogares ha crecido más que la riqueza por habitante del país y más que los ingresos del trabajo. Según los datos de DICOM-Equifax publicados en diciembre 2016, existen 11 millones de deudores.
Para dimensionar este dato se puede señalar que existen 8 millones de ocupados y que la población mayor de 18 años es de 13 millones aproximadamente según el Instituto Nacional de Estadísticas.
Para Marcos Kremerman economista de la Fundación Sol, esto es prácticamente una aberración, teniendo en cuenta la baja en los salarios, y que según sus propios estudios, un 70% de la fuerza laboral del país gana menos de $390 mil por mes.
“$264 mil es algo totalmente desfasado al costo de vida, es algo que ni de cerca permite a un trabajador vivir dignamente, por otro lado, uno de los efectos centrales de estos bajos salarios tiene que ver con el endeudamiento. Lo que termina sucediendo es que los trabajadores y trabajadoras para llegar a fin de mes recurren a la deuda, ni siquiera pueden pagar los compromisos que han contraído y su morosidad promedio es de seis documentos impagos”.
El economista de la Fundación Sol, Marcos Kremerman el endeudamiento forma parte de una filosofía política de disciplinamiento para que los trabajadores no tengan espacio de participación política y de esparcimiento
Una visión similar es la que tiene el economista del Centro de Estudios Nacional de Desarrollo Alternativo, Manuel Riesco. Para el experto, estos índices de deuda se vuelven peligrosos, sumado además al periodo recesivo que, en su opinión, pasa la economía de nuestro país.
“Entre empresas y personas tendríamos que trabajar un año y medio sólo para saldar los créditos. El interés que cobran los bancos a las personas son superiores al 30 por ciento. Esta es otra manera que tiene el sistema financiero de meterle mano a los salarios de la gente. Es un abuso muy grande y peligroso”.
Para el académico de la Universidad de Santiago, Víctor Salas, el consumo, la deuda que afecta a los chilenos es positiva para entidades como el Banco Central, ya que son un soporte para el delicado momento económico que vive el país, que deriva en un aumento de la producción.
Para poder dejar esta situación atrás, Salas señala que es bastante complejo encontrar una forma para dejar de endeudarse. Sin embargo, si esta situación se sigue reproduciendo tanto los bancos como el sector retail estarán obligados a limitar el acceso al crédito por sólo efecto de no pago de las deudas.
“Uno podría decir ahorrando o mejorando las rentas, pero esas son cosas que no están al alcance de la gente”, sostuvo el economista.
El economista Víctor Salas recalcó finalmente en la dificultad de encontrar una medida que resuelva este conflicto que afecta a la mayoría de los chilenos.