Luego de cinco años de investigación, tres funcionarios de Enel serán formalizados por la contaminación producida en la central termoeléctrica Bocamina, ubicada en la comuna de Coronel.
Los tres ejecutivos que deberán responder por los daños medioambientales en la zona son Mario Bravo, quien se desempeñaba como jefe en Bocamina I; también David Poblete, especialista ambiental de la central; y el subgerente de Producción Térmica, Pablo Arnes.
La investigación se inició luego de la varazón de langostinos en marzo de 2013, momento en el que miles de estos crustáceos y pequeños peces comenzaron a salir por los ductos de las termoeléctricas.
Los formalizados arriesgan condena por actos de maltrato o crueldad contra animales, cuyas penas van desde el presidio menor y una multa de hasta 30 Unidades Tributarias Mensuales (UTM).