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Latinoamérica: Un blanco fácil para el terrorismo Islámico


Miércoles 21 de junio 2017 7:45 hrs.


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Señor Director:

El website oficial del Ejército Argentino fue hackeado. “Esto es una amenaza. ISIS está en Argentina y muy pronto van a saber de nosotros”, reza un mensaje que los ciber atacantes dejaron en ella.
A través de las Redes Sociales se ve relajo, a los Argentinos se les olvidó que tienen una historia con varios episodios dolorosos a causa del terrorismo Islámico, por ejemplo, el horrible atentado a la AMIA y otros perpetrados contra sedes diplomáticas Israelíes, planificados y ejecutados por Iraníes,malos cuales hasta hoy no han recibido su justa condena gracias al encubrimiento de Cristina Fernández y la verdadera mafia protectora de los autores, que se dedicó de acallar al fiscal Nisman.
Sí, en Argentina pasan cosas raras. Creer que están libres de ISIS o de los atentados por la lejanía física con esos conflictos y flagelos, es ingenuidad pura y amnesia.
No es casualidad que, a días de que Macri se sumara a la lucha contra el terrorismo en la Cumbre de Valencia, aparezca esta amenaza.
En general, Latinoamérica es un área propicia para perpetrar atentados, las razones son las siguientes:
1. La inexistencia de servicios de inteligencia modernos, profesionales y preparados para analizar potenciales amenazas externas: Uno de los recursos de inteligencia es “conocer al enemigo”. Pero nuestros servicios de inteligencia están compuestos por profesionales tan limitados, que ni siquiera son capaces de entender la cultura, motivaciones o ideologías de quienes han perpetrado actos terroristas en Chile. Son incapaces de analizar con profundidad, al extremo que no tenemos forma de prever atentados y no hemos implementado un sistema de alertas. Jamás podrían entender las motivaciones de una persona que actúa inspirada en una ideología física y culturalmente lejana. No conocer al enemigo, es una gran desventaja. Recuerdo las labores del FBI, cuando por años sus profesionales se dedicaron a estudiar el árabe y traducir mensajes anti EE.UU y amenazas de todo tipo. Recuerdo cuando el FBI descubrió a Bin Laden. Ellos estaban convencidos de que el hombre era peligroso y que era potencia de una amenaza real y concreta para EE.UU. Y si bien, nadie los escuchó, ese es un ejemplo de un trabajo de inteligencia bien hecho.
2. Que varios paises Europeos hayan elevado al máximo las alertas terroristas, frustra los planes de quienes tenían pensado perpetrar atentados. Hay sitios, se ha limitado la movilización en algunas partes, hay militares en las calles, hay operativos policiales por todos lados. Aunque quisieran, no podrían perpetrar los atentados sin ser descubiertos. Y recordemos que, para los “soldados del califato” el temor a ser descubiertos no se debe a un intento de evitar la cárcel, a ellos solamente les preocupa asegurar el resultado y la mayor parte de las veces son suicidas.
3. Que la desprotección en Latinoamérica de los puntos de ataques preferidos por los terroristas, puede facilitarles el trabajo. Nuestras catedrales no tienen resguardo policial, las sinagogas tampoco, las discoteques gay sólo tienen el control de la boletería, etc. Sin ir más lejos, hace un tiempo visitamos la discoteque Fausto en Santiago junto a unos amigos. Al retirarnos a eso de las 4,30 am. Nos percatamos de que no había guardias en la puerta. Es tanta la confianza, qué tal vez no precisamente un seguidor de ISIS, sino cualquier otro tipo de fanático podría ingresar, agredir, prender fuego, etc.
Hemos visto que al hablar de terrorismo, fundamentalismo religioso, de odio y particularmente del ISIS, la realidad supera la ficción.
Creo que los Estados latinoamericanos tienen el deber de comenzar a trabajar en estos temas, creando servicios de inteligencia de dedicación exclusiva a estos temas, crear sistemas de alertas y poner especial énfasis en la protección de las minorías raciales, religiosas o sexuales, que son las más vulnerables y amenazadas.
No hay que desatender o ignorar este tipo de amenazas, por muy sutiles e insignificantes que parezcan. Pasó con el atentado de las Torres Gemelas, se veía imposible, nadie quiso preocuparse de los videos caseros y breves comunicados de Al Qaeda, el resto de la historia, usted ya la conoce.

El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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