Un marcado énfasis comercial y empresarial fue el que tuvo la visita del presidente de Argentina, Mauricio Macri, a nuestro país, quien llegó pidiendo a la presidenta Michelle Bachelet su respaldo para reinsertar, a su juicio, a la nación trasandina en el concierto internacional, coincidiendo con el giro impuesto por Macri a la política exterior argentina hacia Estados Unidos y las grandes potencias.
Efectivamente, durante su alocución en el Palacio de La Moneda, el jefe de Estado además de llamar la atención sobre la situación en Venezuela, destacó una serie de acuerdos alcanzados con la Presidenta Bachelet en materia energética, también de pasos fronterizos, entre otros, junto con resaltar el ejemplo que ofrece Chile como economía abierta.
“Esperamos contar con la presencia en la reunión de la OMC a fin de año, que nos ayuden a preparar esa reunión para que sea un éxito, que también siga apostando a la integración inteligente de los países en el mundo. La Argentina viene de un largo proceso de aislamiento que lo único que hizo fue confirmar que no era el camino, porque claramente lo que se hizo fue profundizar la pobreza, la falta de crecimiento, la falta de generación de empleos de calidad, así que espero que podamos avanzar en esa reunión a confirmar, de qué manera la Argentina puede integrarse como ya lo ha hecho Chile exitosamente, a lo largo de las últimas décadas”.
Desde Argentina el periodista y académico de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales Manuel Barrientos hizo énfasis en el “giro drástico” que ha significado la administración Macri en política exterior, ya que de los 12 años de gobierno tanto de Néstor Kirchner como de Cristina Fernández, América Latina fue el núcleo de la proyección internacional argentina.
Sin embargo, con la llegada del empresario al poder, la Argentina está más preocupada de vincularse a Estados Unidos y a las grandes potencias europeas que en la región, a pesar que para los electores argentinos, según Barrientos, la política exterior no es la principal preocupación.
“El votante argentino no suele tener una perspectiva de relaciones exteriores. Muchas veces está más preocupado por lo que sucede dentro de la propia ciudad de Buenos Aires que como puede girar o cambiar de posiciones en la Unión Industrial de San Pablo, en Brasil que es fundamental para la Argentina. Entonces, dudo de la incidencia que puede tener en el voto ese cambio, a pesar de la tendencia anti norteamericana en el ciudadano argentino”.
Esta visión del académico argentino es coincidente con lo que se puede evaluar de la lectura de los principales diarios trasandinos, en los cuales la visita de Macri a Chile ocupa lugares secundarios.
En el ámbito interno, Macri ha debido enfrentar una serie de problemas derivados del fin de subsidios de servicios básicos, así como de reformas de tipo económico que han impactado en el nivel de vida de la mayoría de la población, las que tienen al Mandatario con índices de popularidad bajo el 50 por ciento.
A esto se suma la decisión del Ejecutivo argentino de emitir bonos de deuda este martes por mil 50 millones de dólares, lo que se suma a una emisión de bonos a cien años por 2 mil 750 millones de dólares, carga que deberán llevar los próximos 26 gobernantes de la Casa Rosada, situación que llevó al diario Página/12 a calificar a la administración Macri como “La máquina de endeudarse”.
“(Macri) No ha logrado los resultados económicos que prometía que iban a ser de efecto inmediato, eso no se está logrando. Claramente, hay avances en las tasas de desocupación, de pobreza, de indigencia en la Argentina, de acuerdo a las propias estadísticas oficiales, no a estimación de la oposición, también el déficit no ha logrado superarse y, de hecho, se ha ampliado y en parte tratan de paliarlo tomando deuda. Acaba de tomar deuda a un plazo de cien años, a tasas bastante altas”.
Si bien, Barrientos reconoce que Macri aún puede tener “crédito abierto” entre el electorado, los plazos se empiezan a acortar ya que “relato planteado de que va a haber crecimiento, que van a venir inversiones, no ha terminado de apagarse, pero si no logra tener frutos en los próximos meses, va a dejar de ser válido”, aseguró.
En este sentido, las próximas elecciones legislativas del 13 de agosto conocidas como PASO (Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias), suerte de primera vuelta al Congreso antes de las elecciones de octubre, asoman como claves para definir el futuro de Macri y su referente Cambiemos, ya que estos comicios serán el regreso a la primera línea de la política argentina de la ex presidenta Cristina Fernández.