La Municipalidad de Santiago hizo efectiva una demanda cuyo objetivo era, en el marco de una política de “rompe paga”, que los apoderados de los alumnos del Liceo Confederación Suiza -entre otros- se hicieran cargo de los daños efectuados al establecimiento durante una toma que duró dos semanas.
Durante la mañana de hoy, apoderados y alumnos del liceo convocaron a un punto de prensa para manifestar su malestar respecto a esta situación.
A juicio de los estudiantes, el avalúo de los daños realizado por la Municipalidad es una exageración, dado que se estarían contemplando problemas en la infraestructura que datan de años atrás, y no precisamente del momento de movilización.
Valeria Bustos, apoderada del establecimiento, cree que la medida impulsada por Alessandri es abiertamente política y que lo que pretende es obstaculizar las movilizaciones: “hacemos un llamado a los apoderados a no dejarse amedrentar. El “rompe paga” busca desmovilizar a los estudiantes a través de los apoderados. El 76 por ciento de los estudiantes del Confederación Suiza, según registros del Estado, son vulnerables, entonces que llegue una demanda a la casa por millones de pesos es para asustar a los papás. Lo que él está haciendo es usar armas ideológicas”.
El proceso de movilización se inició a comienzos de mayo. Los alumnos elaboraron un petitorio que consistía básicamente en resolver problemas de infraestructura como el techo del gimnasio, el sistema eléctrico y el arreglo de los baños. Además, desarrollaron un petitorio externo basado en las demandas de educación no sexista y desmunicipalización. La dirección del establecimiento dio respuesta en la medida en que los fondos de la caja chica permitían hacer algunos arreglos. Se intentó solucionar lo más urgente, no alcanzando a cubrir todo.
La Dirección de Educación Municipal respondió con los plazos que tardaría cada solución, sin embargo no explicitaron en ningún momento cuáles serían las fechas de inicio de los trabajos. Ante la respuesta, insuficiente para los alumnos, el estudiantado convocó a una toma que duró dos semanas.
Uno de los factores que han resaltado los alumnos es la incapacidad de diálogo de la que ha dado cuenta el alcalde Felipe Alessandri. Desde el Centro de Alumnos lo acusan de no ser asiduo a negociar.
Bárbara Riarte, secretaria ejecutiva del centro de alumnos, insiste en la falta de comunicación con las autoridades: “vimos al alcalde decir en la prensa que él iba siempre por el diálogo y que él creía que las cosas se conversaban, pero en la Dirección de Educación Municipal nos dijeron ‘mientras ustedes no bajen la toma nosotros no nos sentamos a conversar. No buscaremos soluciones hasta que bajen la toma’. Siempre ha mantenido una actitud hipócrita. Nunca se ha juntado ni con nosotros ni con ningún centro de estudiantes”.
Los apoderados desconocen cuál es el criterio para seleccionar a los alumnos involucrados en la demanda. Actualmente están siendo asesorados por abogados para evitar que el objetivo se concrete.