“Nos devuelve el espíritu de lo construido por Violeta, quién fue una artista completa, cantautora, poeta, investigadora del folclore chileno, bordadora y mucho más”. Con estas palabras, la Directora del Museo del Limarí, Gabriela Carmona, invitó a la comunidad a recorrer la exposición Las Estaciones de la Violeta.
Una obra visual y literaria constituida por 12 arpilleras bordadas de gran formato, cada una acompañada de poesía popular en décimas. Una muestra donde la artista textil y restauradora, María Victoria Carvajal, rinde homenaje a Violeta Parra.
Ovalle es la segunda etapa de este recorrido que se inició en julio en el Museo Gabriela Mistral de Vicuña y luego continuará en Llay-Llay, Pirque, Arauco, San Carlos, Castro, Osorno y Tocopilla.
Hasta el próximo13 de agosto, la exposición se presenta en un emblemático espacio que tiene una misión clara: promover el conocimiento del patrimonio arqueológico prehispánico de la provincia del Limarí. El Museo, que está ubicado en la antigua estación de ferrocarriles de Ovalle, alberga una valiosa colección de objetos.
Al avanzar por los pasillos se reconocen las cerámicas pertenecientes a las culturas Molle, Ánimas y Diaguita, quienes habitaron el Norte semi-árido chileno. “Se relaciona con el trabajo de Violeta Parra porque es un rescate de las expresiones artísticas de nuestro país”, destacó Gabriela Carmona. En la siguiente entrevista, la arqueóloga de la Universidad de Chile se refiere a estos “caminos” y desafíos.
¿Qué destaca de la presencia de esta exposición en el Museo del Limarí?
Es un honor tener esta muestra en el Museo dado las características técnicas que se observan en esta obra excepcional. En el sentido de cómo se hicieron las arpilleras y en lo poético, de acuerdo, a lo que la artista quiso representar. Para nosotros, se destaca el poder presentarla a la comunidad en el único espacio patrimonial arqueológico y etnográfico de Ovalle.
Este un año marcado por el centenario de Violeta Parra, ¿cuál es el legado de la artista que se busca potenciar en esta etapa del recorrido?
Como Museo estamos desde el año pasado celebrando a la artista. Por lo tanto, nos enorgullece ser parte de este proceso. Hace pocos días, en Buenos Aires se hizo un concierto con los nietos de Violeta Parra y otros artistas. Se observa como la respetan y quieren en otros países entonces no nos podemos quedar atrás en Chile. Tenemos que rescatar este circuito de actividades donde está la muestra de arpilleras llamada Las Estaciones de la Violeta. Es la expresión de arte que eligió Violeta Parra para su imaginario por lo que es muy importante. Al sumarnos a esta itinerancia, estamos haciendo un homenaje al legado de Violeta. Es un privilegio contar con esta exposición de la artista María Victoria Carvajal y su equipo. Esperamos que se sumen desde Ovalle y de toda la región, además después sigue recorriendo otros lugares de Chile. Es una oportunidad para visitar esta obra, pero también para recorrer el museo que tiene toda una muestra de las culturas prehispánicas. Esto, se relaciona con el trabajo de Violeta Parra porque es un rescate de las expresiones artísticas de nuestro país.
Esta muestra también considera talleres gratuitos de arpilleras y charlas. En un balance de su gestión, ¿cuál es el alcance de incluir la educación en este objetivo de “rescatar el patrimonio”?
En el Museo hemos iniciado una revisión y un plan de educación porque nuestro público objetivo son los estudiantes. Es clave reforzar esa parte, pero también sumar y potenciar nuevos públicos. Tenemos presencia de adultos mayores y personas en situación de discapacidad. Estamos haciendo un plan con un enfoque de género. Las Estaciones de la Violeta nos sirve en esa misión porque tenemos el legado de una gran mujer. En este caso, Violeta Parra fue una artista multifacética pero también, en el fondo, sufrió discriminación como mujer e intelectual de la época. Su rescate es del mundo popular, la idea es seguir ese camino. Sobre todo aquí en la provincia del Limarí donde todavía estamos conectados con muchos centros rurales. Tenemos que hacer ese rescate y el museo se constituye como un centro especializado para eso.
¿Cuál es el desafío de fomentar la cultura considerando la descentralización?
Desde regiones se trabaja muy fuerte con las comunidades locales. En el balance se reconoce que faltan espacios de difusión y educación sobre el patrimonio en Chile. El Museo del Limarí se ha constituido en un espacio importante, tanto en su exhibición permanente de arqueología como en las temporales. En estas últimas, tratamos de dar un sentido multicultural porque presentamos a artistas y artesanos, pero también trabajamos con jardines infantiles y colegios artísticos con una muestra anual. Nos hemos dado cuenta que el trabajo con la comunidad se hace día a día. El aporte es prestar un espacio para que se puedan expresar diversas disciplinas: artísticas, las investigaciones arqueológicas o vinculadas a la etnografía, música y expresiones visuales. Un objetivo es difundir. Sin embargo, también es importante crear patrimonio y audiencias a futuro para que puedan valorar todas estas expresiones.