Vecinos de Los Ángeles logran detener instalación de planta de residuos de plomo

Producto de la férrea oposición comunitaria al proyecto Recimet, planta procesadora de residuos de plomo, la empresa deicidió suspender el trámite de  evaluación de impacto ambiental. Sin embargo, el gerente de la empresa advirtió que esto es indefinido, pero que se retomará la iniciativa.

Producto de la férrea oposición comunitaria al proyecto Recimet, planta procesadora de residuos de plomo, la empresa deicidió suspender el trámite de  evaluación de impacto ambiental. Sin embargo, el gerente de la empresa advirtió que esto es indefinido, pero que se retomará la iniciativa.

La empresa comercial Recimet, que se encontraba desarrollando el Estudio de Impacto Ambiental para instalar una planta procesadora de residuos de plomo en la ciudad de Los Ángeles, suspendió el trámite para reanalizar el proyecto. La oposición de la comunidad fue uno de los factores que habría detonado la decisión de la compañía.

En la planta proyectada se planeaba recibir todos los residuos de plomo producidos entre Santiago y Puerto Montt. Lo que significa que todas las baterías, chatarras y ceniza de plomo, serían procesadas en esta nueva planta que estaría ubicada en la localidad de Laguna Verde.

En el estudio de Impacto ambiental que presentó la compañía se hacía referencia a una emisión de 0.8 por ciento de plomo al aire, lo que mensualmente significaría una tonelada de plomo en el ambiente. Sumado a esto, colindante al terreno donde se pretende instalar la empresa Recimet, está el estero Paso de Piedra y la Laguna verde, dos de las reservas de agua de la comunidad agrícola del sector.

El desplome del proyecto

Karin Ortega es vecina de Laguna Verde y fue una de las personas que articuló la oposición al proyecto de Recimet. Según cuenta la dirigenta, en un inicio eran cuatro personas las que comenzaron a manifestarse en contra: “No habían muchos antecedentes de lo que se quería construir, solo una reunión hecha por la empresa con una metodología “casa abierta” donde no se nos entregó información de los impactos que tendría la faena, sino que se nos dijo que esta sería una muy buena oportunidad de trabajo”.

Ortega explicó que “lo primero que hicimos fue investigar sobre el proyecto, llamamos a especialistas y ellos nos dijeron que la contaminación a la que nos exponíamos era realmente compleja y que el consumo de alimento e inhalación de material particulado con plomo podría producir cáncer o enfermedades cerebrales crónicas”.

Con todos los antecedentes recopilados, los vecinos organizaron una reunión donde expusieron los daños biológicos que podría acarrear la faena, las repercusiones en la contaminación de aguas superficiales, napas subterráneas, ganado y plantaciones agrícola.

En tres semanas la comunidad estudió el proyecto y articuló la oposición. Su principal dificultad fue convencer a los vecinos que no solo había que evaluar la planta por las posibilidades laborales que ofrecería, sino, principalmente, por los riesgos que supondría para la salud de los habitantes de la zona.

El alcalde de Los Angeles, Esteban Krause, estuvo del lado de la comunidad, por lo que acordaron con la empresa que la paralización del proyecto sería indefinida y que no habría posibilidades para dar viabilidad a la iniciativa, algo que Recimet se niega a aceptar: Patricio Andrade, gerente de la empresa, dijo que “el proyecto está suspendido temporalmente” y no para siempre como lo han solicitado en la comuna.

El Gerente de Recimel explicó que es un riesgo para la empresa el que los inversionistas no quieran seguir financiando proyectos de este estilo por la alta desaprobación de las comunidades. A su juicio y sin importar los costos para sus habitantes, es necesario seguir construyendo este tipo de plantas receptores de residuos.





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