De acuerdo al proyecto, dicho Consejo sería un organismo autónomo compuesto por siete profesionales que serán propuestos por el presidente de la República y ratificados por el Senado, quienes administrarán una nueva cotización correspondiente al 5 por ciento de la renta imponible, con cargo al empleador.
El proyecto requiere un cambio en la Constitución que exige ser aprobado con al menos tres quintos, lo que equivale a 71 votos en la Cámara de Diputados. Dicho quorum no estaría garantizado por lo que el Gobierno habría decidido quitar la urgencia para evitar su rechazo. La iniciativa no contaría con el apoyo completo de la Nueva Mayoría, principalmente de algunos miembros de la Democracia Cristiana.
En efecto, uno de los diputados que criticó el proyecto fue el demócrata cristiano Pablo Lorenzini. El parlamentario afirmó que le hizo sus reparos a Rodrigo Valdés, mientras era ministro de Hacienda, quien se habría mostrado dispuesto a modificar la medida.
“Yo propuse que la comisión fuese de alta división pública y que tengan exclusividad absoluta. Con el cambio de ministro al final no se hicieron las modificaciones y el Ejecutivo quería mandar así el proyecto, pero los votos no están, por eso pedimos que le sacaran la urgencia”, sostuvo.
Sin embargo desde la Falange, no todos poseen la misma visión. el diputado Fuad Chahín, señaló que era injusto decir que la bancada del partido no estaba a favor del proyecto, ya que la mayoría lo estaría aprobando. “Lamentamos la decisión del Gobierno, porque es importante que este proyecto pueda avanzar rápido. Nosotros creemos que los tiempos dan de todas maneras, incluso la reforma podría avanzar perfectamente sin este proyecto, aunque personalmente creo que es muy importante una instancia como el Consejo”.
desde el Gobierno el titular de la Segpres, Gabriel de la Fuente, se refirió a la falta de quórum y comentó que “ahora que no hay urgencia hay más tiempo para conversar con los diputados de la Nueva Mayoría respecto de la necesidad de aprobar esta propuesta”. Mientras, el ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, se mostró confiado con que la iniciativa contará con el respaldo necesario y aseguró que lo mejor es votarla después de fiestas patrias “una vez que tengamos plena asistencia”.
“Los proyectos son un saludo a la bandera”
El diputado UDI Patricio Melero, advirtió que aunque el Gobierno cuente con los votos para los proyectos de la reforma previsional, ve muy difícil que su tramitación concluya durante esta administración. “Las urgencias mal puestas obligan a los retiros de ellas al poco tiempo de haberlas planteado”.
Con una posición más lapidaria, el economista y miembro de la Coordinadora No+AFP, Patricio Guzman, manifestó que el Ejecutivo nunca tuvo la intención de reformar el sistema de pensiones. En esa línea, calificó los proyectos enviados como “un saludo a la bandera”.
“Desde el principio tenemos la impresión si voluntad efectiva de que se apruebe. La reforma nos parece criticable en muchos aspectos, pero además se manda sin ninguna posibilidad que se apruebe durante esta administración, sobre todo si le quita la urgencia. Es una maniobra electoral, para decir cumplimos, la ciudadanía quería un cambio y nosotros lo hicimos”, aseguró.
Desde las Administradoras de Fondos de Pensiones celebraron la decisión del Ejecutivo. El presidente de la Asociación de AFP, Andrés Santa Cruz, dijo que “las cosas se estaban haciendo un poco rápido y que hay que tomar la pausa necesaria”.
Son tres los proyectos que forman parte de la reforma de pensiones anunciada por la presidenta Michelle Bachelet: la creación del Consejo de Ahorro Colectivo, el “Ahorro colectivo”, que corresponde a la nueva cotización del 5 por ciento, y una iniciativa para modificar el marco regulatorio de las AFP, cuya urgencia fue retirada el 23 de agosto pasado.