En su natalicio 85: Víctor Jara, el artista de la canción valiente
A 85 años de su natalicio la obra de Víctor Jara -y su imagen- siguen siendo referencia, dando sentido la frase de una de sus canciones; "canto que ha sido valiente, siempre será canción nueva".
Jueves 28 de septiembre 2017 19:26 hrs.
Víctor Lidio Jara Martínez, nació un 28 de septiembre de 1932, y su vida, desde el inicio, fue una obra en sí misma. Criado en el seno de una familia campesina, en medio de las labores del hogar, Víctor escuchaba cantar a su madre, Amanda Martínez, quien con su guitarra, entonaba canciones “folclóricas” y de “canto a lo divino”, cosa que matizaba trabajando, por pocas monedas, en funerales, entierros y fiestas campesinas.
Fue así como el pequeño Víctor tuvo su encuentro con la música. Hecho que se acrecentaría con el tiempo luego de dejar el seminario cuando desechó la idea de ser sacerdote que lo había motivado en un principio pero, encantado quedó con su experiencia al participar en ese centro religioso del coro gregoriano.
Luego de hacer el servicio militar, un día buscando trabajo, vio un anuncio en donde se buscaban personas para la obra “Carmina Burana” (de Carl Orff) en la Universidad de Chile, allí Jara vio su oportunidad y se enroló, quedando dentro del coro. Tenía 18 años.
Al poco andar Víctor encuentra su otra gran pasión, el teatro, los amigos y la política. Entre ellos estaba Alejandro Sieveking, dramaturgo, con quien crearía grandes obras teatrales que serían, hasta hoy, referencias del teatro chileno.
Así, entre la música y el teatro, la creación y el compromiso, grabaría su primer disco, un sencillo que contenía dos villancicos del folclor chileno y en 1961 compondrá su primera canción, Paloma quiero contarte.
Entre su repertorio más conocido se encuentra “Canto libre”, (1970); “El derecho a vivir en paz”, (1971), y “Canto por travesura”, (1973). También, Jara participaría activamente del proceso político de su tiempo, engrosando la militancia del Partido Comunista y apoyando con su arte el proceso de la Unidad Popular (UP), creando incluso, junto a otros artistas, el himno de ese movimiento generacional; “Venceremos”.
Su versatilidad y su canto comprometido, lo han erigido como uno de los artistas más importantes de habla hispana, y su historia de mártir de la música caído en manos de la Dictadura de Pinochet, lo transformaron en un icono global de la lucha contra el fascismo desde el arte. Así, artistas diversos como Pearl Jam, Rage Againt The Machine, la banda japonesa Jinta Ran MVTA han hecho reversiones de sus temas y, hasta hoy, sigue siendo referencia de músicos, dramaturgos y artistas comprometidos.
Fue el 16 de septiembre de 1973, cuando el cantautor, músico y director teatral, Víctor Jara, fue asesinado en el Estadio Chile.
Jara fue secuestrado el 12 de septiembre de 1973, junto a profesores y estudiantes en la Universidad Técnica del Estado (ex UTE hoy USACH) un día después de que el golpe de Estado derrocara al gobierno de la Unidad Popular que encabezara Salvador Allende.
Al momento de su detención, el cantautor se encontraba en la Universidad Técnica del Estado. El lugar fue ocupado por los uniformados, quienes detuvieron a docentes, alumnos y funcionarios del establecimiento educacional. Jara fue secuestrado por los oficiales y posteriormente lo trasladaron al Estadio de Chile, lugar donde fue torturado y asesinado.
Su cuerpo fue encontrado tres días más tarde, cerca del Cementerio Metropolitano, con 44 impactos de bala, un crimen que aún permanece en investigación judicial.
A principios de septiembre, el ministro en visita de la Corte de Apelaciones de Santiago, Miguel Vázquez, dictó nuevos procesamientos por el homicidio de Víctor Jara.
El ministro ordenó procesar a Hernán Chacón Soto y Patricio Vásquez Donoso, ex miembros del Ejército, como autores del asesinato. Por su parte, Ramón Melo Silva fue procesado como cómplice de secuestro simple y homicidio.
A 85 años de su natalicio la obra de Víctor Jara -y su imagen- siguen siendo referencia, dando sentido la frase de una de sus canciones; “canto que ha sido valiente, siempre será canción nueva”.
Víctor Lidio Jara Martínez, nació un 28 de septiembre de 1932, y su vida, desde el inicio, fue una obra en sí misma. Criado en el seno de una familia campesina, en medio de las labores del hogar, Víctor escuchaba cantar a su madre, Amanda Martínez, quien con su guitarra, entonaba canciones “folclóricas” y de “canto a lo divino”, cosa que matizaba trabajando, por pocas monedas, en funerales, entierros y fiestas campesinas.
Fue así como el pequeño Víctor tuvo su encuentro con la música. Hecho que se acrecentaría con el tiempo luego de dejar el seminario cuando desechó la idea de ser sacerdote que lo había motivado en un principio pero, encantado quedó con su experiencia al participar en ese centro religioso del coro gregoriano.
Luego de hacer el servicio militar, un día buscando trabajo, vio un anuncio en donde se buscaban personas para la obra “Carmina Burana” (de Carl Orff) en la Universidad de Chile, allí Jara vio su oportunidad y se enroló, quedando dentro del coro. Tenía 18 años.
Al poco andar Víctor encuentra su otra gran pasión, el teatro, los amigos y la política. Entre ellos estaba Alejandro Sieveking, dramaturgo, con quien crearía grandes obras teatrales que serían, hasta hoy, referencias del teatro chileno.
Así, entre la música y el teatro, la creación y el compromiso, grabaría su primer disco, un sencillo que contenía dos villancicos del folclor chileno y en 1961 compondrá su primera canción, Paloma quiero contarte.
Entre su repertorio más conocido se encuentra “Canto libre”, (1970); “El derecho a vivir en paz”, (1971), y “Canto por travesura”, (1973). También, Jara participaría activamente del proceso político de su tiempo, engrosando la militancia del Partido Comunista y apoyando con su arte el proceso de la Unidad Popular (UP), creando incluso, junto a otros artistas, el himno de ese movimiento generacional; “Venceremos”.
Su versatilidad y su canto comprometido, lo han erigido como uno de los artistas más importantes de habla hispana, y su historia de mártir de la música caído en manos de la Dictadura de Pinochet, lo transformaron en un icono global de la lucha contra el fascismo desde el arte. Así, artistas diversos como Pearl Jam, Rage Againt The Machine, la banda japonesa Jinta Ran MVTA han hecho reversiones de sus temas y, hasta hoy, sigue siendo referencia de músicos, dramaturgos y artistas comprometidos.
Fue el 16 de septiembre de 1973, cuando el cantautor, músico y director teatral, Víctor Jara, fue asesinado en el Estadio Chile.
Jara fue secuestrado el 12 de septiembre de 1973, junto a profesores y estudiantes en la Universidad Técnica del Estado (ex UTE hoy USACH) un día después de que el golpe de Estado derrocara al gobierno de la Unidad Popular que encabezara Salvador Allende.
Al momento de su detención, el cantautor se encontraba en la Universidad Técnica del Estado. El lugar fue ocupado por los uniformados, quienes detuvieron a docentes, alumnos y funcionarios del establecimiento educacional. Jara fue secuestrado por los oficiales y posteriormente lo trasladaron al Estadio de Chile, lugar donde fue torturado y asesinado.
Su cuerpo fue encontrado tres días más tarde, cerca del Cementerio Metropolitano, con 44 impactos de bala, un crimen que aún permanece en investigación judicial.
A principios de septiembre, el ministro en visita de la Corte de Apelaciones de Santiago, Miguel Vázquez, dictó nuevos procesamientos por el homicidio de Víctor Jara.
El ministro ordenó procesar a Hernán Chacón Soto y Patricio Vásquez Donoso, ex miembros del Ejército, como autores del asesinato. Por su parte, Ramón Melo Silva fue procesado como cómplice de secuestro simple y homicidio.
A 85 años de su natalicio la obra de Víctor Jara -y su imagen- siguen siendo referencia, dando sentido la frase de una de sus canciones; “canto que ha sido valiente, siempre será canción nueva”.
Víctor Lidio Jara Martínez, nació un 28 de septiembre de 1932, y su vida, desde el inicio, fue una obra en sí misma. Criado en el seno de una familia campesina, en medio de las labores del hogar, Víctor escuchaba cantar a su madre, Amanda Martínez, quien con su guitarra, entonaba canciones “folclóricas” y de “canto a lo divino”, cosa que matizaba trabajando, por pocas monedas, en funerales, entierros y fiestas campesinas.
Fue así como el pequeño Víctor tuvo su encuentro con la música. Hecho que se acrecentaría con el tiempo luego de dejar el seminario cuando desechó la idea de ser sacerdote que lo había motivado en un principio pero, encantado quedó con su experiencia al participar en ese centro religioso del coro gregoriano.
Luego de hacer el servicio militar, un día buscando trabajo, vio un anuncio en donde se buscaban personas para la obra “Carmina Burana” (de Carl Orff) en la Universidad de Chile, allí Jara vio su oportunidad y se enroló, quedando dentro del coro. Tenía 18 años.
Al poco andar Víctor encuentra su otra gran pasión, el teatro, los amigos y la política. Entre ellos estaba Alejandro Sieveking, dramaturgo, con quien crearía grandes obras teatrales que serían, hasta hoy, referencias del teatro chileno.
Así, entre la música y el teatro, la creación y el compromiso, grabaría su primer disco, un sencillo que contenía dos villancicos del folclor chileno y en 1961 compondrá su primera canción, Paloma quiero contarte.
Entre su repertorio más conocido se encuentra “Canto libre”, (1970); “El derecho a vivir en paz”, (1971), y “Canto por travesura”, (1973). También, Jara participaría activamente del proceso político de su tiempo, engrosando la militancia del Partido Comunista y apoyando con su arte el proceso de la Unidad Popular (UP), creando incluso, junto a otros artistas, el himno de ese movimiento generacional; “Venceremos”.
Su versatilidad y su canto comprometido, lo han erigido como uno de los artistas más importantes de habla hispana, y su historia de mártir de la música caído en manos de la Dictadura de Pinochet, lo transformaron en un icono global de la lucha contra el fascismo desde el arte. Así, artistas diversos como Pearl Jam, Rage Againt The Machine, la banda japonesa Jinta Ran MVTA han hecho reversiones de sus temas y, hasta hoy, sigue siendo referencia de músicos, dramaturgos y artistas comprometidos.
Fue el 16 de septiembre de 1973, cuando el cantautor, músico y director teatral, Víctor Jara, fue asesinado en el Estadio Chile.
Jara fue secuestrado el 12 de septiembre de 1973, junto a profesores y estudiantes en la Universidad Técnica del Estado (ex UTE hoy USACH) un día después de que el golpe de Estado derrocara al gobierno de la Unidad Popular que encabezara Salvador Allende.
Al momento de su detención, el cantautor se encontraba en la Universidad Técnica del Estado. El lugar fue ocupado por los uniformados, quienes detuvieron a docentes, alumnos y funcionarios del establecimiento educacional. Jara fue secuestrado por los oficiales y posteriormente lo trasladaron al Estadio de Chile, lugar donde fue torturado y asesinado.
Su cuerpo fue encontrado tres días más tarde, cerca del Cementerio Metropolitano, con 44 impactos de bala, un crimen que aún permanece en investigación judicial.
A principios de septiembre, el ministro en visita de la Corte de Apelaciones de Santiago, Miguel Vázquez, dictó nuevos procesamientos por el homicidio de Víctor Jara.
El ministro ordenó procesar a Hernán Chacón Soto y Patricio Vásquez Donoso, ex miembros del Ejército, como autores del asesinato. Por su parte, Ramón Melo Silva fue procesado como cómplice de secuestro simple y homicidio.
A 85 años de su natalicio la obra de Víctor Jara -y su imagen- siguen siendo referencia, dando sentido la frase de una de sus canciones; “canto que ha sido valiente, siempre será canción nueva”.
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