Sobrino de Neruda por caída de la versión oficial: “La historia ya cambió”

En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, Rodolfo Reyes, familiar del poeta y parte del grupo de abogados querellantes, atribuyó el supuesto asesinato de su tío a que se iba a transformar en el símbolo de la oposición que enfrentaría a la dictadura desde el extranjero.

En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, Rodolfo Reyes, familiar del poeta y parte del grupo de abogados querellantes, atribuyó el supuesto asesinato de su tío a que se iba a transformar en el símbolo de la oposición que enfrentaría a la dictadura desde el extranjero.

El pasado viernes peritos nacionales e internacionales hicieron un punto de prensa para informar lo que habían determinado a partir de exámenes de restos del cuerpo de Pablo Neruda. La razón estaba fundada en los cuestionamientos que recibió desde un tiempo a esta parte el certificado de defunción, que atribuía su muerte a una caquexia cancerosa.

La noticia, entonces, fue que el poeta chileno y Premio Nobel de Literatura en 1971 no falleció necesariamente producto de aquello; es decir, las conclusiones permiten afirmar que esa versión, que hasta el momento se concebía como la oficial, no cuenta con los argumentos necesarios para ser verídica.

El ministro en visita Mario Carroza indicó el mismo viernes que “las conclusiones apuntan a un tema que fundamentalmente tiene relación a una nueva toxina, que a su vez requiere de otros análisis que nos permitirán tener una conclusión definitiva”. Estas nuevas toxinas las descubrieron en laboratorios de Dinamarca y Canadá.

“Hay que ser muy prudentes y pensar que estamos analizando muestras degradadas con una antigüedad importante y que eso va a suponer siempre una limitación a las posibles conclusiones que se obtengan”, dijo a AFP Aurelio Luna Maldonado, experto forense de la Universidad de Murcia.

En el contexto cauteloso que se abre a partir de estos resultados, Diario y Radio Universidad de Chile entrevistó al sobrino del poeta, Rodolfo Reyes, quien además es parte del equipo de abogados querellantes en esta causa que inició el Partido Comunista en 2011.

Reyes comenzó admitiendo que en una primera instancia no se terminaba por convencer de la versión extraoficial; lo anterior “hasta que en forma posterior su chofer (Manuel Araya) hizo la denuncia a una revista mexicana (…) después, cuando tuve que ir a declarar todo lo que Carroza quería saber respecto de nuestro parentesco con Neruda, estudié –como abogado– el expediente y no me cupo ninguna duda de que hubo intervención de terceros”.

Varios de esos cabos sueltos guardan relación con lo que ocurrió ese 23 de septiembre de 1973, tan solo once días posteriores al bombardeo a La Moneda. Un hecho en particular lo protagonizaría un doctor que habría estado la noche del deceso; un especialista al que no se le ha podido seguir la pista.

“Hay un doctor Price inexistente. Nadie lo conoce. No está en los registros médicos ni en universidades ni en ingresos a Chile. Neruda fallece en ese horario de la noche. Por eso digo que hay una investigación criminal que está en pleno desarrollo y que la tenemos que concretar pronto”, dice.

Se cae el relato

Rodolfo Reyes reflexionó en torno a la oposición que podría haber impulsado Pablo Neruda desde el exterior, si es que se hubiera concretado el plan de volar a México el 24 de septiembre, un día después de lo ocurrido en una pieza de la Clínica Santa María.

Para esa fecha, afirmó, ya habían caído los principales referentes que resultaban funcionales a una eventual oposición. Allende había tenido su propio once, mientras que Víctor Jara fue masacrado en el Estadio Chile ocho días previos a la muerte de Neruda.

Pese a todo, el abogado reafirmó que un hecho noticioso como el que ocurrió el pasado viernes viene a echar por la borda la versión oficial. “La historia ya cambió con la investigación de los peritos que demostraron que el certificado de defunción es un fraude, una cosa que se hizo lejos de la realidades científicas. Neruda tenía cáncer pero no murió de eso. Más aún, en el certificado de defunción se señalaba que tenía caquexia, y murió con un peso no menor a los 90 kilos”, declaró.

Por último, sobre la relación con la Fundación Neruda, el sobrino del poeta afirmó que “ellos se han hecho parte pero no han colaborado en lo absoluto en indagar y colaborar, como sí lo ha hecho el equipo jurídico compuesto por la familia. Ellos incluso se opusieron al homenaje popular que se le hizo en el salón de honor, del Senado”.





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