Alemania conmemora los 500 años de la Reforma que redefinió Occidente

Exposiciones, misas ecuménicas, mercados medievales y charlas en universidades: algunas de las actividades con que el país reflexiona y celebra el año del reformador protestante y que llegarán a su punto cúlmine este 31 de octubre, cuando se cumplan exactos 500 años de la publicación de las 95 tesis en las puertas de la iglesia del palacio de Wittenberg.

Exposiciones, misas ecuménicas, mercados medievales y charlas en universidades: algunas de las actividades con que el país reflexiona y celebra el año del reformador protestante y que llegarán a su punto cúlmine este 31 de octubre, cuando se cumplan exactos 500 años de la publicación de las 95 tesis en las puertas de la iglesia del palacio de Wittenberg.

“En el principio era la palabra” (Juan 1:1) fue uno de los axiomas bíblicos que más impactó en el desarrollo de la teología de la Reforma iniciada por Martín Lutero (Eisleben, 1483 – E., 1546) a comienzos del siglo XVI. Apelaba a las Sagradas Escrituras como única fuente de verdad de la tradición cristiana y a la razón del propio individuo como el principal vehículo para su interpretación. Pero, así como en tantas otras historias de fe, también hubo en este caso un componente místico y sobrenatural.

Es julio de 1505 y, luego de una visita a sus padres, un joven Lutero emprendía el camino de regreso a Erfurt (Turingia), la ciudad de sus estudios de filosofía, cuando fue sorprendido por una violenta tormenta. Encontró refugio bajo un árbol, hasta que la fuerza de un rayo lo arrojó al suelo. Presa del miedo, el estudiante –el mismo que luego renegaría del culto excesivo a los santos–­ se encomendó a Santa Ana ­y le prometió consagrar su vida a Dios. Contrariaba así los deseos de su padre, quien esperaba que continuara una carrera en Derecho. Nadie lo pudo convencer. Dos semanas más tarde, ingresó al monasterio de los Agustinos en Erfurt, iniciando una carrera que, incluso para nuestros tiempos, puede catalogarse de meteórica.

"Al principio fue la palabra" es el eslogan de las celebraciones por los 500 años de la Reforma.

“Al principio fue la palabra” es el eslogan de las celebraciones por los 500 años de la Reforma.

En 1512, Martín Lutero recibió el título de Doctor en Teología por la Universidad de Wittenberg, la misma donde enseñaría la cátedra de Estudios Bíblicos a alumnos de toda Europa por cerca de 30 años. En 1514 fue llamado a predicar en la iglesia de Santa María de la ciudad. Una vida monástica exitosa, pero tranquila. Hasta que llegaron las indulgencias. De ahí en adelante, solo bastarían unos años para incubar la rebelión.

Un legado a la luz del siglo XXI

Es Wittenberg –cuyo nombre oficial es, desde 1938, Ciudad de Lutero Wittenberg– uno de los hitos de las celebraciones que se iniciaron hace ya diez años a lo ancho de toda Alemania. Este 31 de octubre tendrán lugar allí una ceremonia y una misa oficial, que contarán con la presencia de la canciller Angela Merkel y del presidente Frank-Walter Steinmeier.

A estas actividades les seguirá una celebración más masiva, con café y torta gigante de cumpleaños. Un mercado medieval es también parte de la oferta. Los puntos más altos de la jornada serán transmitidos en vivo vía streaming y la idea es también que el público comparta sus propias fotografías y reflexiones a través de Twitter e Instagram, bajo la etiqueta #luther2017.

Si bien el gobierno central alemán creó una oficina estatal –Luther 2017– a cargo de la organización y difusión de las actividades conmemorativas más importantes, desde allí explican que la idea fue más bien difundir el legado de Lutero como una herencia que pertenece a toda la comunidad, antes que a una sola ciudad, museo o repartición pública. “Este aniversario de la Reforma tuvo siempre un carácter descentralizado y un componente muy participativo, al que contribuyeron innumerables actores: iglesias, los gobiernos locales de distintos estados federados, universidades, escuelas, teatros, entre otros. Puede decirse que la ‘década de Lutero’ en Alemania no fue solo ‘consumida’ sino también ‘producida’ por la misma gente”, explica Marcus Galle, portavoz de la oficina de Marketing y Relaciones Públicas de Luther 2017.

A raíz de esta intencionada “descentralización” es que no hay un registro consolidado de todas las actividades que se organizaron durante 2017, a pesar de que una gran cantidad de ellas se puede consultar en línea . Muchas sobrepasan las consideraciones religiosas, para centrarse en la discusión crítica de aspectos como el rol de la mujer en el proceso de la Reforma; o las opiniones de Lutero sobre el Islam, así como su marcado antisemitismo, al que dio rienda suelta en diferentes textos. Temas que cobran actualidad para Alemania a la luz de crisis como la de los refugiados.

 En el castillo de Wartburg se presenta "Lutero y los alemanes". Colección Wartburg-Stiftung Eisenach.


En el castillo de Wartburg se presenta “Lutero y los alemanes”. Colección Wartburg-Stiftung Eisenach.

Parte de la exposición en Wittenberg. Foto: Thomas Bruns.

Parte de la exposición en Wittenberg. Foto: Thomas Bruns.

Pero uno de las herencias más importantes de Martín Lutero fue sin duda su traducción de la Biblia, que realizó a partir de versiones en griego y en hebreo a lo que ahora se conoce como el alemán vernáculo y que, gracias a su meticuloso trabajo, fue unificado y estandarizado. La de Lutero no fue la primera traducción a este idioma, pero sí la mejor lograda, ya que “contrario a sus antecesores, no lo hizo palabra por palabra, sino que su intención fue reproducir el sentido que era el más adecuado para alemán, como lengua de destino”, precisa Claudia Wich-Reif, académica de Historia del Idioma Alemán de la Universidad de Bonn. Lo anterior, combinado con las dotes literarias de su autor, dio como resultado un texto rico y  accesible. Éste, de acuerdo a la académica, se benefició además de la imprenta de tipos móviles, “que hizo posible la puesta en circulación simultánea de muchos ejemplares, abaratando el costo de los libros en general”.

De acuerdo a Wich-Reif, esto explica que la obra fuera utilizada posteriormente como texto de enseñanza en las escuelas: “La Biblia de Lutero, así como otros de sus textos, fue considerada al lado de obras de reconocidos escritores como referente de la gramática alemana”. Lo que empezó como una acción de fe fue en verdad el inicio de una revolución cultural imparable. “Luego de la publicación de la versión de Lutero, vemos la tendencia, a lo largo de toda Europa, de producir traducciones vernáculas, lo que hizo posible que muchos hombres pudieran entender la palabra de Dios y vivir según ella. Esta es una consecuencia central de las innovaciones introducidas por la filología bíblica humanista. A esta tradición pertenecen, junto a Lutero, autores como Erasmo de Rotterdam, William Tyndale y Jacques Lefèvre d’Étaples”.

El principio que establecía que la gente de a pie y no solo el clero podían entender el significado de las escrituras –sola escritura– terminaba así de abrirse camino.

Una ruta museal para pensar a Lutero

De acuerdo a Markus Galle, ya es posible constatar un aumento del turismo en Alemania central, principalmente en los estados de Sajonia-Anhalt y Turingia, donde el reformador vivió y dejó su huella más profunda. “La meta de este aniversario es, ante todo, darlo a conocer y celebrarlo más allá de las fronteras de Alemania”, explica. Ese fue el espíritu tras las tres exposiciones de carácter nacional que permanecerán abiertas hasta el 5 de noviembre y que contaron con el patrocinio de la Presidencia de la República Federal. A la fecha, las exposiciones suman más de 500 mil visitantes.

Partiendo por la capital alemana, el Deutsches Historisches Museum presenta El efecto Lutero. 500 años de protestantismo, que explora, a través de más de 500 objetos, fotografías y obras de arte, los efectos y contraefectos de la Reforma desde una perspectiva global y su desarrollo hasta la actualidad en países tan diversos como Suecia, Korea o Tanzania.

En el castillo de Wartburg (Eisenach, Patrimonio de la Humanidad desde 1999) se presenta Lutero y los alemanes, que explora las consecuencias de la Reforma a nivel religioso y cultural, pero también en términos políticos, considerando que la propagación del Protestantismo fue la causa de conflictos como la Guerra de los Campesinos (1525) o la Guerra de los 30 años (1618-1648).

Wartburg es también un hito clave en la biografía del reformador. Fue allí donde vivió oculto cerca de un año, bajo el nombre de “el caballero Jorge”. En mayo de 1521, Lutero regresó a Wittemberg con cargos de herejía (ya había sido excomulgado), luego de comparecer ante la Dieta de Worms, donde además se estipuló que cualquier ciudadano podía atentar contra su vida sin consecuencias penales. Consciente del peligro, su principal aliado político, el príncipe de Sajonia Federico el Sabio, simuló un “secuestro” para llevarlo escoltado a Wartburg. Allí, el intelectual no perdió el tiempo: fue durante ese año que inicio la traducción del Nuevo Testamento.

Volviendo a Wittemberg, Lutero! 95 tesoros, 95 hombres se exhibe en el que fuera el monasterio agustino al que ingresó en 1505, transformado luego en el hogar de la familia Lutero (Lutherhaus, Patrimonio de la Humanidad desde 1994). Los “95 hombres” son personajes en quienes, sin distinción de época, Lutero ejerció influencia. La selección es amplia y va desde Wolfgang von Goethe a Sophie Scholl y Steve Jobs. En una segunda parte, se presentan 95 “tesoros” asociados a la vida del reformador y a través de los cuales se exploran las pulsiones y reflexiones que llevaron al monje agustino a romper con la Iglesia del Papa León X ese 31 de octubre de 1517.

95 Tesis “por amor a la verdad”

De acuerdo a la tradición, Lutero, entonces de 33 años, se dirigió a las puertas de la iglesia del palacio de Wittenberg (Schlosskirche) y clavó en ella un documento conformado por 95 tesis o principios, cuyo nombre original era “Cuestionamiento del poder y eficacia de las indulgencias”, dirigido a desacreditar la venta de indulgencias por parte de la Iglesia Católica. Lutero fue más allá, estableciendo que el único vehículo efectivo para lograr la salvación era la fe –sola fide– y que el comercio de “bonos” que asegurasen el ingreso al cielo ponía a la Iglesia al nivel de un burdel.

Al año siguiente, en 1518, comenzó la persecución, que fue llevada a cabo desde Roma con cautela, por miedo a la popularidad que ya ostentaba el pastor. Fueron años de disputas teológicas en distintas ciudades alemanas, en las que Lutero abjuró públicamente de la autoridad papal.

La habitación donde Lutero inició su traducción de la Biblia en el Castillo de Wartburg.

La habitación donde Lutero inició su traducción de la Biblia en el Castillo de Wartburg.

La reacción no se hizo esperar. A través de la bula de 1520, se le solicitó a Lutero que se retractara de los “errores” contenidos en sus tesis, en un plazo de 60 días. Pasado ese plazo, y para el júbilo de sus seguidores en Wittenberg, Lutero decidió en cambio quemar el documento públicamente, exclamando un sonoro “al fuego contigo”. Una estrella había nacido.

Imagen principal: Martin Luther im Kreise von Reformatoren, 1625;1650. Colección Deutsches Historisches Museum.




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