Debemos de tener en cuenta que el aguijón no puede atravesar el duro caparazón (esqueleto externo) que protege al escorpión. Por si fuera poco, en el caso de una improbable picadura accidental entre los segmentos, cabe aclarar que el escorpión es inmune a su propio veneno.
Por lo tanto, es falso que se suicide cuando está rodeado de fuego; más bien se asfixia.
¿Hacia dónde conlleva esta introducción?
Se levantan voces clamando que no seamos escorpiones, que no nos matemos entre nosotros.
Esto es sólo posible, y cifras en mano, que con la misma cantidad de electores del 19 de noviembre, dudo tanta gente para tres semanas más, Alejandro Guillier, especie de híbrido político, pueda ganar la segunda vuelta.
Ningún voto es endosable, pero supongamos las circunstancias, la suma de Beatriz, Meo, tres cuartas partes de la Democracia Cristiana, dan más que Piñera+Kast, si los extremistas de derecha le dan todo el respaldo al empresario.
O sea lo inimaginable, planteado hace una semana por el director de esta emisora, es factible.
Ahora depende de las voluntades y no del factor escorpión, signo zodiacal de noviembre, no del próximo mes.
Las primeras declaraciones tanto del candidato Guillier como de sus presuntos aliados no pueden ser más torpes: “No voy a coletear entre el FA y la DC” señala el primero; “Hay que negociar”, dicen los otros, salvo la DC que se cuadró de inmediato y su presidenta tuvo el tino de renunciar al instante a un cargo para el cual una sonrisa croata no fue suficiente. Debemos reconocer que Eduardo Frei Ruiz Tagle apadrinó a Goic desde un comienzo cuando la magallánica quiso formar fila con Adolfo Záldivar en el 2008, si su partido no le daba la pasada a su candidatura a diputada. Entonces Frei hábilmente la ubicó de vicepresidenta de la colectividad sin imaginar las pretensiones que escondía la asistente social.
En fin, si se quiere, las condiciones están dadas para impedir un segundo mandato de Piñera. Nada de escorpiones de por medio.
O gana el presunto progresismo de centro izquierda (¿?) o le entregamos en bandeja al que se creía ganador desde un principio y que llega a la Moneda por culpa de sus escorpiones indefensos y estúpidos.
En fin, si se quiere, las condiciones están dadas, si las pierden es por culpa de ellos y no del artrópodo. Pero ojo, entre estos alacranes tan comunes en Tongoy, están los erráticos; cambian su espacio vital y están por lo tanto, menos especializados a un ambiente específico.
Para que un animal «decida» suicidarse, ha de tener una inteligencia y una capacidad de raciocinio que pocas especies poseen. En cambio, hablando en general, uno de los comportamientos más arraigados en el mundo animal es el instinto de supervivencia. De hecho, la propia calificación de «suicidio» es bastante antropocéntrica, de difícil aplicación en animales, y menos en invertebrados. Así que, nada de atribuirle faltas los espantosos alacranes si la Navidad se disfraza de Piñera.