En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el nuevo presidente de la Federación de Estudiantes de la Casa de Bello (FECh), Alfonso Mohor, se refirió a las reformas que actualmente se tramitan en el Congreso y que buscan transformar el sistema de educación superior, así como consagrar por ley la gratuidad, así como un nuevo trato a las universidades del Estado.
Para Mohor, las iniciativas no recogen las demandas del movimiento social por la educación, ya que sólo perfeccionan el actual sistema sin cambiar la lógica de las becas ni la lógica de competencia entre las instituciones para conseguir el financiamiento, por eso es que los proyectos de ley no pueden ser considerados como expresiones de los anhelos de los movimientos sociales por la educación.
Respecto de la proyección del movimiento estudiantil de cara a 2018, Alfonso Mohor planteó que es necesario integrar a los estudiantes más jóvenes, que aún no han formado parte integral de las organizaciones,y así prepararse para ingresar a un nuevo ciclo político.
“Hay que volcarse a involucrar a nuestros compañeros y compañeras más jóvenes, que nunca han vivido un proceso de deliberación política sobre cuáles son los objetivos y principios que definen a las organizaciones estudiantiles, en darle una nueva, un segundo aire al movimiento social por la educación”.
Sobre la segunda vuelta presidencial del próximo 17 de diciembre, el presidente de la FECh, quien milita en el Movimiento Autonomista, coincidió con la postura oficial del Frente Amplio respecto del retroceso que podría significar la llegada de Sebastián Piñera al poder, no obstante advirtió que Alejandro Guillier no ha sido capaz de recoger las demandas de los movimientos sociales.
“Lo que recojo más fundamentalmente es el llamado del Frente Amplio a hacer una reflexión y a tomar una decisión, participando de las elecciones obviamente, de manera consciente al respecto de las cuestiones que hoy nos mueven. Eso puede tener una componente de considerar que Piñera efectivamente es una amenaza, sin embargo creo también que en la vereda de enfrente, Alejandro Guillier tiene una tara enorme pendiente. No ha sido capaz de recoger el grueso de nuestras demandas y el fondo de las demandas de las organizaciones sociales”.
Alfonso Mohor ejemplificó lo que desde su punto de vista grafica la indefinición de Guillier con el anuncio de la condonación del CAE, cuestión que “no tiene una bajada concreta lo suficientemente clara”.
