En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el presidente de la Confederación Nacional de la Salud Municipal (Confusam), Estaban Maturana, señaló que no le sorprende el triunfo de Sebastián Piñera. A su juicio, era absolutamente predecible dado el resultado de la primera vuelta.
¿Cuál es el análisis que hacen sobre el triunfo de Chile Vamos?
Guillier no hizo ningún esfuerzo razonable por mejorar su posición electoral. Su discurso fue ambiguo y no fue capaz de asumir ninguno de los compromisos que le pudieron haber permitido contar con una votación más amplia.
No asumió ninguna de las banderas más importantes de las personas que fueron a votar por Beatriz Sánchez. Me refiero a terminar con las AFP, tomar las demandas en salud y educación y plantear una asamblea constituyente. La única opción que él tenía era conquistar ese voto.
Lo que nos sorprende es el nivel de agresividad de mucha gente de la Nueva Mayoría hacia el Frente Amplio. Lo otro es que sufragó más gente en la segunda vuelta que en la primera y que Sebastián Piñera obtuvo más votos que Bachelet en sus dos oportunidades. Eso llama mucho la atención y da para una reflexión más profunda.
Desde el punto de vista de las reivindicaciones de los movimientos sociales, ¿hay diferencias entre Sebastián Piñera y Alejandro Guillier?
Desde el punto de vista de la Confusam que no tiene militancia, es una organización autónoma al contrario de la CUT o la ANEF que llamaron militantemente a votar por Guillier, tenemos claro que independiente de quien ganara esta elección el escenario será seguir luchando por construir mejores condiciones para la gente de nuestras organizaciones, para el mundo del trabajo, y por supuesto defender la salud pública.
Esto se suma al tema de las AFP, somos miembro de la Coordinadora y tenemos absoluta claridad en que tendremos que seguir escalando, con cualquiera que fuera electo, en esa lucha. Ahora, obviamente en la batalla con Guillier se iban a dar mayores concesiones entre ciertos actores del movimiento sindical, lo que nos podía llevar a un escenario en el que probablemente no íbamos a estar tan acompañados.
Con Piñera la situación es bastante más clara. Él es un empresario y no va a dejar de serlo. Sabemos que va a gobernar fundamentalmente para los intereses empresariales con algunas migajas para lo que ellos llaman clase media.
En ese contexto, ¿cuál debe ser el rol de los movimientos sociales el próximo año?
Nosotros tenemos muy claro que el movimiento social necesita construir una fuerza real, capaz de oponerse a la lógica del modelo actual, principalmente en temas de pensiones, educación y salud. Hace falta una fuerza que hoy no existe.
Está claro que el movimiento sindical hoy no está en su mejor momento, hay una crisis profunda y sus dirigentes no han entendido absolutamente nada. Mientras que en el mundo social, la participación electoral es un detalle muy claro de que tenemos un país en el que hay una distancia muy grande de la gente con la política y las organizaciones sociales.
Todo eso genera un escenario bien complejo, pero sabemos que son ciclos. Lo que ocurrió en Argentina estos últimos días y lo que está pasando en Brasil, nos van a servir para generar en Chile las condiciones que nos permitan avanzar hacia una creciente movilización social, en persecución de nuestros objetivos. Serán cuatro años de movilización e ideas en favor de nuestras demandas y reivindicaciones en materia de salud y previsión.
¿Cuáles son las demandas, para la Confusam, que deben seguir en agenda?
Para nosotros el tema salud es prioridad en cualquier gobierno. Lamentamos que en el Gobierno de Bachelet no se haya hecho por salud lo que se tendría que haber hecho. Se llenó el país de Servicios de Urgencia de Alta Resolución (SAR) y se construyeron más hospitales y Centro de Salud Familiar (Cesfam), pero el presupuesto en salud sigue siendo insuficiente, muy magro.
Tenemos una grave deuda en atención primaria y los hospitales en materia de financiamiento y listas de espera en las que se ha muerto gente. Lamento decir esto, pero creo que Michelle Bachelet tiene más responsabilidad de la que puede tener Piñera, Frei, Lagos o Aylwin, porque ella es médico, fue ministra de Salud y conoce muy bien estos temas.
Me parece una contradicción que en sus dos periodos no haya tenido la osadía que generar políticas que avanzaran en un sistema público a la altura de resolver la demanda del 80 por ciento de la población más pobre del país. Nosotros creemos que Chile debería duplicar el gasto en salud, somos uno de los países de la OCDE que menos aporte fiscal hace en este tema.
Y en materia laboral, ¿cuáles son los temas que deben discutirse?
Acabamos de obtener, bajo esta administración, una reforma laboral que fue un verdadero retroceso. No hay derecho a huelga, la negociación colectiva sigue siendo favorable al mundo de los empresarios y se contribuyó aún más a la atomización del movimiento sindical.