“El Presidente de la República, en uso de las atribuciones que le confiere la Constitución Pölítica del Perú, para tales fines, ha decidido conceder un indulto humanitario al señor Alberto Fujimori Fujimori a las 18 horas del 24 de diciembre de 2017”.
Con estas palabras escritas en un comunicado, el presidente de Perú Pedro Pablo Kuczynski (PPK), oficializó el indulto humanitario al ex mandatario, y fueron las mismas frases que el congresista Kenji Fujimori, leyó en conjunto con su padre Alberto Fujimori, en dependencias de la Clínica Centenario del distrito de Pueblo Libre en Lima, donde está internado el ex jefe de Estado.
Recordemos que Fujimori está condenado a 25 años de cárcel por la autoría mediata de las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, en las que 25 personas fueron asesinadas en 1991 y 1992 por el grupo militar Colina.
Si bien, desde el momento en que PPK logró sortear el pedido de vacancia del cargo por sus vínculos con el caso Odebrecht con votos de parlamentarios liderados por Kenji Fujimori, se rumoreaba que la moneda de cambio para conseguirlo era un eventual indulto al ex jefe de Estado, la rapidez con que esto se hizo efectivo sorprendió a todos.
Es por esto que las reacciones del mundo político y de organizaciones sociales y de DDHH no se hicieron esperar, de hecho inmediatamente conocida la decisión del indulto a Fujimori, miles de manifestantes se congregaron en la plaza San Martín en el centro de Lima, a protestar contra la medida.
En tanto, en el propio partido de Kuczynski se produjeron inmediatas renuncias a la bancada, cuando los congresistas Alberto De Belaúnde y Vicente Zeballos de Peruanos por el Kambio oficializaron sus dimisiones, señalando que nunca les consultaron sobre el otorgamiento del indulto, y en el caso de De Belaúnde, él ya había advertido que si se entregaba el beneficio a Fujimori, se iría del oficialismo.
Para la ex ministra del gobierno de Ollanta Humala y actual dirigenta del Partido Socialista Aída García Naranjo, ha quedado en evidencia el canje realizado entre por PPK y Kenji Fujimori para evitar que se aprobara su vacancia del cargo, no obstante advirtió que aún queda por ver cómo se desenvolverá el escenario político peruano en el mediano plazo.
Lo que sí es un hecho desde su punto de vista, es que la presidencia de PPK ha quedado “absolutamente debilitada” en este escenario, ya que el fujimorismo, más allá de agradecer en lo formal el indulto, no tendría planeado ser un aliado del mandatario, mientras que las fuerzas antifujimoristas que hasta ahora lo sustentaban en el poder, se sienten traicionadas.
“El presidente de la República se queda absolutamente aislado. El fujimorismo va a seguir su camino propio porque es una fuerza que está disputando ser el siguiente gobierno, por lo tanto no se va a sumar a ser aliado de PPK. Y en el caso de los otros actores políticos son sectores que se sienten traicionados, son las fuerzas antifujimoristas que son las que han llevado a PPK hasta el gobierno, por lo tanto también estará aislado de ese sector. Y en el caso de su partido, su partido acabó ayer (domingo), el partido de PPK, Peruanos por el Kambio, tuvo su fecha de fenecimiento el día de ayer”.
Aída García fue más allá e incluso planteó la posibilidad de que luego de que PPK hiciera efectivo el indulto a Alberto Fujimori, su período al frente del Palacio Pizarro podía terminar de manera anticipada: “Si es que acaba o no acaba su mandato, es muy prematuro, pero efectivamente se ubica eso dentro de las posibilidades en el escenario peruano”.
Lucía Dammert, socióloga y cientista política peruana radicada en Chile, coincidió con Aída García sobre la extrema debilidad en la que queda PPK luego del indulto otorgado a Fujimori. Además, puso el acento en los alcances aún desconocidos del acuerdo entre el mandatario y las fuerzas fujimoristas que podrían incluir, eventualmente, ciertos niveles de impunidad hacia el ex jefe de Estado.
Para Lucía Dammert “PPK se ha convertido en un rehén del fujimorismo” por voluntad propia, y peor aún, ha quedado frente a todo el Perú como una autoridad que le mintió al electorado que votó por él considerando su promesa de no indultar a Fujimori e incluso a sus propios colaboradores.
“PPK queda como un mentiroso, PPK le mintió a su abogado que ha salido a decir que lo defendió sin saber que estaba esta negociación atrás. Le mintió a los periodistas que lo ayudaron a hacer la estrategia comunicacional para salvaguardar su proceso de vacancia. Le mintió a los familiares de las víctimas de Fujimori. Le mintió a su electorado cuando firmó papeles diciendo que no iba a avalar el indulto. El rasgo fundamental de cómo queda él después de todo este proceso, es como el de una persona mentirosa”.
Este martes se espera que los congresistas de Peruanos por el Kambio oficialicen sus renuncias al partido, no obstante se espera que no sean las únicas dimisiones que se produzcan en el oficialismo.