La justicia francesa decidió investigar un posible encubrimiento por parte de los servicios de inteligencia de una negligencia relacionada con el caso del atentado de la iglesia de Saint-Etienne-du-Rouvray ocurrido en el 2016 y en el cual un cura fue asesinado.
La Inspección General de la Policía Nacional (IGPN), la instancia que controla al personal de la policía francesa, llevará a cabo una investigación preliminar por acusaciones de falsificación, uso de falsificaciones y alteración de documentos, informaron fuentes judiciales.
Esta decisión fue tomada poco después de que el medio francés Mediapart revelara una posible negligencia de parte de un policía de la DRPP, un servicio de inteligencia parisino.
Revelación de la prensa
Según Mediapart, el agente redactó una nota en la que se refería a unos mensajes interceptados en el servicio de mensajería Telegram, que evocaban un “ataque en una iglesia”, y mencionaban la localidad de Saint-Etienne-du-Rouvray.
Pero la nota fue transmitida con varios días de retraso al servicio national competente, la Dirección General de Seguridad Interna. No fue sino hasta el 26 de julio de 2016, el día mismo del atentado, que este servicio tuvo conocimiento de la nota.
Ese día, dos yihadistas, incluyendo al autor de uno de los mensajes, degollaron en la iglesa de ese pueblo de Normandía al padre Hamel, un caso que provocó consternación en Francia.
“Una vez que el cura fue asesinado, la DRPP puso una posfecha en dos documentos con el objetivo de ocultar su pasividad”, presionando al policía que había escrito la nota inicial, señaló Matthieu Suc, el periodista de Mediapart que reveló estas informaciones apoyandose en las declaraciones de varios agentes bajo condición de anonimato.
Esta nota “no comportaba un carácter de urgencia”
La prefectura de policía de París, de la que depende la DRPP, rechazó estas acusaciones. Según la institución, la nota fechada el 22 de julio no evoca “en ningún caso […] un paso a la acción inminente, y menos aún un lugar preciso” como una iglesia. Esta nota “no comportaba un carácter de urgencia” y “siguió el circuito habitual de validación”.
Cuando tuvo lugar el atentado, “el redactor de la nota estableció inmediatamente el vínculo con el individuo que había identificado”, añadió. “Sin demorarse, la DRPP informó oralmente a los servicios investigadores y redactó una nueva nota fechada el 26 de julio”, afirmó.
Eric Morain, abogado de una federación de víctimas que es parte civil en la investigación del atentado de Saint-Etienne-du-Rouvray, declaró por su parte que “si se demuestran los hechos, hay que temer que esta traición por parte de quienes se supone que tienen que informarnos y protegernos alimente las sospechas de las víctimas de atentados y provoque una crisis de confianza muy grave”, declaró .