Artistas y dirigentes sociales se unen por Asamblea Constituyente

Por más de ocho horas se extendió el encuentro en la que variados dirigentes sociales dieron cuenta de su propia experiencia en la construcción del poder ciudadano originario. El grupo acordó un plan de trabajo para replicar la iniciativa en otros territorios de Santiago.

Por más de ocho horas se extendió el encuentro en la que variados dirigentes sociales dieron cuenta de su propia experiencia en la construcción del poder ciudadano originario. El grupo acordó un plan de trabajo para replicar la iniciativa en otros territorios de Santiago.

El Encuentro “Voces Constituyentes: Pentagrama para recuperar Chile” tuvo lugar en Santiago, el domingo 21 de enero de 2018, con activa participación de artistas, agrupaciones culturales, líderes vecinales y cooperativos de la capital, todos ellos comprometidos en la difusión y organización de una Asamblea Constituyente.

Entre los presentes se abordó el arte y su rol de familiarización del concepto de autodeterminación de los pueblos. Así, generar la consciencia de la participación conjunta en un proceso constituyente que que sea fiel expresión de los saberes y experiencias populares.

En su charla introductoria, Gustavo Ruz Zañartu -Coordinador Nacional del Movimiento Asamblea Constituyente –  destacó que la vida cotidiana de los chilenos está determinada por un “bando militar mal llamado Constitución de 1980, 19 leyes orgánicas constitucionales y 122 leyes secretas impuestas por la Dictadura, que ha permitido a un puñado de empresas extranjeras tomar el control hegemónico de la economía y del Estado, lo que tiene su correlato en el control de la cultura y los medios de prensa, radio y TV, y en el control de la política parlamentaria, cuyas cúpulas fueron cooptadas por los poderes fácticos, a los cuales subordinan su acción política. Ahora es fácil echarles la culpa de todo a los militares, pero no podemos olvidar el pacto secreto que acordaron, en julio de 1989, los líderes de la Concertación con el poder militar y transnacional para perpetuar el modelo económico y la Constitución Pinochetista. A resultas de esta conspiración a espaldas del pueblo, fue suprimida la institución del Plebiscito y se elevaron los quorum para modificar la constitución a un rango de dos tercios de los parlamentarios en ejercicio, lo que, a partir del próximo 11 de marzo, exigirá una mayoría superior a 101 diputados y 31 senadores”.

Por más de ocho horas se extendió el encuentro en la que variados dirigentes sociales dieron cuenta de su propia experiencia en la construcción del poder ciudadano originario.

Valeria Bustos, de la Agrupación Vecinal “Progreso”, informó de las múltiples iniciativas adoptadas en su Junta Vecinal y anunció un curso de capacitación marzo. “Desde 1990 los gobiernos concertacionistas fortalecieron el régimen económico y político impuesto por la Dictadura que ha significado que en Chile se enfrentan dos sectores: los que trabajan y los que viven del trabajo de los que trabajan”. No se trata de cambiar sólo el texto de una Constitución, sino del capitalismo extremadamente brutal que la utiliza para sus límites legales, a todas luces inmorales. Los partidos políticos y autoridades del Chile Vamos y de la Concertación han eludido el cambio del sistema porque, en la práctica, se sirven del mismo, tanto desde sus grandes empresas como de los puestos de la burocracia estatal y parlamentaria.

Por su parte, el dramaturgo Jonathan Aravena, autor de la pieza teatral los perros de la Constitución y destacado activista de la Coordinadora No + AFP, subrayó “que es muy importante saber que este camino es de largo aliento” Siendo importante para el proceso el llamar “a la gente a vivir la experiencia de cambiar el mundo, a vivir la experiencia de juntarse y de confiar en el otro, a hacer su propio aporte a partir de la realidad del espacio propio”.

Patricio Bahamondes, dirigente vecinal del Barrio Matta destacó la importancia de utilizar las virtudes y herramientas artísticas para facilitar la comprensión de cada vecina o vecino respecto de los grandes temas históricos, éticos, filosóficos, culturales, jurídicos y políticos que informan la lucha por construir el poder constituyente originario.

La asamblea se comprometió a replicar este encuentro en otros territorios de Santiago y acordó un plan de trabajo para la capacitación de los miembros del movimiento y la creación de símbolos y propuestas que identifiquen la urgente necesidad de una asamblea constituyente como un espacio abierto y de acumulación de fuerza, en donde todos están invitados a construir un Chile soberano, justo y solidario.

 





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