“Estudio, prejuicio y discriminación racial el Chile”, la investigación realizada por el Centro de Estudio de la Opinión Ciudadana de la Universidad de Talca vino a confirmar lo que sabíamos: los chilenos nos sentimos más blancos que nuestros vecinos, también más inteligentes.
Según las cifras del documento, el 52 por ciento de la población entrevistada (un universo de 404 personas) dijo no creer tener ancestros indígenas; siete de cada diez prefiere denominarse “chileno” a “mestizo”.
La muestra también confirmó algunas percepciones sobre los cánones de belleza en nuestra sociedad, por ejemplo, un 42,1 por ciento cree que el pelo rubio es “más distinguido” que el oscuro; el 46,7 que los ojos claros son “más atractivos”; y un 31,8 por ciento dice que los rubios son, en general, más atractivos. Siete de cada diez entrevistados considera también que los mapuches son “poco atractivos fisicamente”.
Los entrevistados piensan que los europeos son más inteligentes que los chilenos (37,6) y, a la vez, que los chilenos son más inteligentes que sus vecinos (32,3%).
Para la socióloga María Emília Tijoux estos datos no son una sorpresa. En 2017 el Instituto Nacional de Derechos Humanos, en su memoria anual, informó sobre estas mismas percepciones. En la oportunidad, la profesora de la Universidad de Chile dijo que los chilenos teníamos una imagen distorsionada de nosotros mismos, al sentimos más cerca de los europeos.
En conversación con el programa Semáforo, la investigadora reforzó sus planteamientos. “En Chile nos mostramos como lo que no somos” explicó.
En sus palabras estas cifras lo que permiten confirmar es que en paralelo a la historia del país exitoso, seguro y brillantes está la historia de la élite; una forma de mirarnos para atrás que nos ha hecho desalojar de nuestro cuerpo la idea de una raza mestiza.
¿Qué aclararíamos si nos asumiéramos como mestizos?
Aclararíamos la historia de la pobreza; la historia del inquilino, del precario, de la esclavitud… el aceptarnos nos permitiría poner a nuestra historia en el lugar que les corresponde. Nos permitiría reconocernos en la gran historia de Chile. Finalmente, casi la mayoría de nosotros viene de esa historia.
¿Qué rol juegan los medios de comunicación en la construcción de estas percepciones?
No creo que sea una influencia mayor.
Para la profesora es el Estado el gran responsable de la forma en que nos reconocemos nosotros o en la que miramos al resto. En esa lógica, algunos medios de comunicación han sido serviles a las definiciones del mundo político, siendo este último el gran responsable de nuestras percepciones. “Se podría haber hecho mucho más”.
Ese mucho más contiene una ley migratoria apegada a loa derechos humanos, también educación preventiva a todo nivel, finalmente el aprendizaje, mirar sobre todo a los preescolares que conviven con todas las nacionalidades sin ser parte de las discriminaciones del mundo adulto.
Para la socióloga el racismo en Chile “era funcional a la sociedad”, se había “naturalizado”; estos estudios nacen entonces como respuesta a una sociedad que cambia, que nos obliga a mirarnos al espejo, más cuando crecientemente llegan inmigrantes al país, con el fin de encontrar acá una mejor historia de vida.