La Dirección de Presupuestos informó que el déficit fiscal estructural alcanzó un 1,7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2017, mejorando solo un 0,1% en comparación con el año anterior (1,8%).

De esta manera, el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet terminó lejos de la meta que se autoimpuso en 2015, cuando el entonces ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, estableció que el déficit se debía reducir un 0,25 cada año. De hecho, la meta nunca se alcanzó: en 2015 la cifra alcanzó un 1,9% y en 2016, un 1,8%.

Según el cierre de las cuentas públicas del año pasado que dio a conocer la Dipres, en 2017 el déficit superó los cinco mil millones de dólares.

El director de la entidad, Sergio Granados, reconoció que “no se cumple con la meta de 0,25 puntos, pero hemos hecho una larga discusión respecto que la meta se plantea en términos presupuestarios”.

“Presupuestariamente, siempre hemos planteado 0,25%, lo que pasa es que no se cumple porque los parámetros van cambiando”, añadió.

Granados dijo que la cifra se explica porque “no recaudamos lo que habíamos pensado que íbamos a recaudar, pero también los parámetros se modifican. Hay un problema en la metodología que implica que la señal de política que uno da cuando hace el presupuesto es que vamos a converger 0,25 puntos por año. Los resultados dependen de cómo son en la realidad los ingresos que se obtienen. Cuando se disparan los gastos,t ya es decisión del Ejecutivo”.

De este modo, el déficit efectivo de 2017 alcanzó un 2,8% del PIB, el mayor desde 2009, cuando registró un 4,3%.

La presentación completa de la Dipres se puede ver en este enlace.