Los británicos son conocidos mundialmente por su puntualidad y respeto a las normas protocolares, lo que quedó claramente demostrado con la renuncia de uno de los secretarios del Gobierno de Theresa May. El ministro Michael Bates, o Lord Bates, titular de Desarrollo Internacional del Reino Unido fue citado a la Cámara de los Lores para responder las preguntas sobre la brecha laboral que formularía la diputada del partido laborista Ruth Lister. La sesión fue programada para las 15:00 horas, sin embargo Lord Bates no llegó la sala a esa hora y otro funcionario debió tomar su lugar para entregar las respuestas a la parlamentaria.
Dos minutos más tarde, el Ministro arribó al lugar y pidió la palabra para ofrecer las disculpas por su atraso:
“Le ruego me permita ofrecer mis sinceras disculpas a la Baronesa Lister por la descortesía de no haber estado en mi lugar para responder sus preguntas sobre un asunto muy importante. En los cinco años que he tenido el privilegio de resolver sus interrogantes desde este podio y a nombre del Gobierno, siempre he creído que debemos responder con los mayores estándares de cortesía y respeto posibles, pues representamos al gobierno al contestar a sus legítimos cuestionamientos sobre la legislación. Estoy muy avergonzado por no haber estado donde debía y es por eso que ofreceré mi renuncia a la Primer Ministro con efectos inmediatos. Realmente me disculpo”.
El discurso del secretario de Estado causó asombro entre los presentes, que se movían en sus asientos exclamando ¡No, No!, incluso algunos intentaron detener a Bates en su salida de la Cámara. La Bancada Laborista, opositora al Gobierno de Theresa May, expresó que la renuncia era absolutamente innecesaria y que una simple disculpa bastaba ante un “acto de descortesía simple”.
Finalmente, desde el Gobierno afirmaron que la Primera Ministra, Theresa May, no aceptó la renuncia de Bates y lo mantuvo en su cargo.
A continuación se puede ver el video de la sesión en la Cámara de los Lores, difundido en las redes sociales del Parlamento británico.