El gobierno dio uno de sus primeros pasos en términos legislativos y puso urgencia a distintos proyectos de ley, entre los que se cuenta la regulación sobre migraciones, texto que ingresó a trámite en 2013 y que ha permanecido en las oficinas del Congreso Nacional a lo largo de estos años; precisamente el mismo período en que la cantidad de personas extranjeras que llegaron a residir a Chile ha aumentado de manera contundente.
Este hecho político, a su vez, coincidió con dos acontecimientos que sucedieron en ese mismo ámbito este martes. Primero, la reunión que sostuvo Nicolás Monckeberg, ministro del Trabajo, con miembros del Servicio Jesuita de Migrantes, en donde se planteó la posibilidad de una ley que permita retirar los fondos de pensiones a la hora de irse de Chile; y segundo, la designación de Mauricio Peñaloza como director nacional del Trabajo, hombre que se desempeñó como miembro del Consejo Nacional Consultivo Migratorio, dependiente de Extranjería, durante el gobierno de Michelle Bachelet.
Esta es una de las tantas señales con la que Sebastián Piñera ha dado el puntapié inicial a su segundo mandato presidencial, lo que no quiere decir que las sospechas no se presenten sobre la mesa. Así es como lo hizo ver el director de la Coordinadora Nacional de Inmigrantes, Rodolfo Noriega, quien esgrimió sus dudas respecto de la urgencia que se puso a la regulación.
“Lo que nos parece que no calza con las declaraciones previas, el hecho de retomar un proyecto sin haberle hecho ninguna indicación. El ministro del Interior (Andrés Chadwick), antes de asumir el mando y algunos voceros, señalaron que iban a hacer indicaciones al proyecto, incluso el Presidente Piñera dijo en campaña que había que revisarlo”, expresó.
El activista informó que de manera extraoficial desde el Ejecutivo le han comentado que está dentro de los planes hacer las modificaciones correspondientes. “Espero que las hagan luego”, dijo, agregando que para realizar cambios les deben consultar también a las organizaciones que trabajan en el asunto. “Tenemos temas eje. Con el proyecto de 2013 las visas se van a dar desde el extranjero y eso va a reforzar la discriminación que hoy tiene la legislación vigente”, indicó.
Igualmente, Noriega comentó que hay una intención por “solucionar los cuellos de botella” y que incluso la mañana de este miércoles concurrió al Departamento de Extranjería y se sorprendió “con la disminución de la congestión, que es muy notoria”.
Otros movimientos también han estado activos en este sentido, agrupados en la Red Nacional de Organizaciones Migrantes y Promigrantes. Uno de sus voceros, Eduardo Cardoza, quien concurrió al Palacio de La Moneda a entregar una carta al Presidente, afirmó que la misiva “plantea la necesidad de una ley migratoria con enfoque de derechos, la necesidad de una regulación amplia”.
Además, añadió que están expectantes por saber cuáles serán los cambios que tendrá el proyecto de ley, ya que “fue muy criticado por su enfoque utilitarista de las migraciones. Si bien enumeraba derechos, luego cuando se iba a la práctica concreta, había ausencias importantes”.
De todas formas, agregó que hasta el momento los hechos concretos han sido positivos. “Son señales que son interesantes y que tenemos que verlas en un contexto. El tema de la ley es muy importante y estamos esperando eso. Las señales al principio siempre son buenas, el problema es que estamos con un déficit muy importante de marco jurídico y se agradecen todas las medidas que sean positivas y que vayan en ese enfoque de derechos”, manifestó.
En el caso de la Ley de Migraciones se aplicó la urgencia simple, lo que implica que en un plazo de 30 días debe estar despachado desde la Cámara respectiva.