A finales de los años 80, Egon Wolff, Premio Nacional de Artes de la Representación 2013, escribió una obra que nunca fue presentada: Entendiendo a Tito. El montaje se situaba en un pequeño almacén de un barrio pobre del país. Allí la familia a cargo del negocio se dividía frente a Tito, un minusválido que sufría de constantes alucinaciones.
Durante años, esta pieza permaneció en manos del actor y director teatral Igor Cantillana, quien hace casi un año comenzó a trabajar junto al Centro de Experimentación Artística Miguel Enríquez (CEAME) y Taller Sol en un proyecto para exhibir la obra. Finalmente, esta iniciativa se concretó de tal manera que el 14 de marzo logró estrenarse en el Centro Cultural Matucana 100.
“La obra se trata de una familia que tiene un almacén en las afueras de Santiago. El menor de la familia, Tito, es discapacitado. Él es allegado y crea problemas por su manera de ser. Es una situación de crisis porque además el negocio familiar se ha empobrecido por la competencia de un Líder que se instaló a tres cuadras”, explica Cantillana.
El montaje llegó a Cantillana en el marco de la celebración del aniversario 90 de Egon Wolff. “En ese momento él me dijo que no tenía ganas de seguir escribiendo y me pasó la obra para que yo la hiciera. Él estaba decepcionado del teatro. Decía que le destrozaban sus obras. Ya había dejado de escribir hace doce o trece años. Solamente estaba haciendo acuarelas”, recuerda el también fundador del Teatro Sandino
Cantillana también comenta que la obra fue escrita en un contexto donde Egon Wollf miraba con angustia lo que sucedía en el país. “A él le preocupaba mucho cómo estaba transformándose la sociedad, donde el dinero pasaba a ser lo más importante y podía dividir la familia, la amistad. Todo iba a ser influido por ese individualismo competitivo y él estaba muy preocupado de los valores sociales”, advierte.
“De alguna manera, estaba intranquilo por los efectos del neoliberalismo y por la importancia excesiva que tenía el dinero ahora, pero también le interesaba qué tipo de relaciones íbamos a tener con un hijo, un amigo y su respuesta era nada más que el apoyo incondicional y el amor”, añade el director.
En este sentido, Cantillana advierte que el mensaje que busca dar Wolff con Entendiendo a Tito frente al neoliberalismo tiene que ver más con una mirada afectiva que política. “La receta que da Egon Wolff tiene que ver mucho con sus creencias religiosas. Creo que ante los problemas que la sociedad dice que hace falta una sonrisa, un abrazo, un apoyo incondicional, solidaridad, amor, hacer el bien. Eso es lo que quiere transmitir”, comenta.
Asimismo, el director indica que la obra es contingente en el sentido de que nos habla de una marginalidad que trascendió desde la dictadura al presente. “Toda la familia es una sociedad marginada que es la mayoría de la gente de nuestro país pobre y que no tiene ninguna otra salida sino que trabajar hasta el último día de su vida para poder comer”, subraya.
El montaje estará en la cartelera de Matucana 100 hasta el primero de abril y podrá verse de miércoles a domingo. La entrada tiene un valor de $5.000 (general), $3.000 (estudiantes y tercera edad) y $2.000 ( miércoles y jueves populares).
Más información en M100.