Barrio Independencia: En peligro la cuna del fútbol metropolitano

La eventual construcción de dos torres al interior del estadio Santa Laura amenaza con destruir de manera definitiva la infraestructura en un barrio donde se emplazaron dos de los estadios más importantes del fútbol chileno. Fútbol, boxeo, conciertos musicales y un sinfín de actividades han pasado por dichos recintos que hoy se encuentran amenazados.

La eventual construcción de dos torres al interior del estadio Santa Laura amenaza con destruir de manera definitiva la infraestructura en un barrio donde se emplazaron dos de los estadios más importantes del fútbol chileno. Fútbol, boxeo, conciertos musicales y un sinfín de actividades han pasado por dichos recintos que hoy se encuentran amenazados.

Durante las últimas semanas uno de los barrios históricos de nuestra capital ha visto como uno de sus más característicos emblemas se ha visto amenazado. Nos referimos a la comuna de Independencia y al barrio que rodea el sector de Plaza Chacabuco, donde se encuentra ubicado uno de los estadios más antiguos del país: Santa Laura.

Un proyecto inmobiliario impulsado por la Sociedad Anónima que controla al club Unión Española y que pretende instalar dos torres, una de 23 y otra de 15 pisos, junto con un centro comercial en el sector donde hoy se encuentra ubicada la cancha número dos del estadio Santa Laura.

Dicho proyecto ha provocado la molestia de los vecinos quienes acusan que la instalación de las torres provocará trastornos de circulación y provocará una serie de trastornos en el diario vivir de los habitantes de dicho barrio.

Los socios del club Unión Española también se han mostrado molestos con la decisión de la concesionaria a cargo del club, cuyo controlador principal es el cuestionado empresario Jorge Segovia, por el daño al patrimonio que se estaría realizando de un club arraigado en dicho lugar.

Santa Laura más allá del fútbol

 El estadio Santa Laura es uno de los recintos más añosos del fútbol chileno. Fue inaugurado en el año 1923, con un partido entre la Unión Española y el Audax Italiano. Los terrenos que ocupa actualmente formaban parte de la chacra “La Obra”, hijuela segunda de La Palma, cuya propietaria era doña María Luisa Monau.

Dicho terreno fue adquirido por los dirigentes de Unión Española: Rosendo de Santiago, José Goñi, Evaristo Santos y Juan Francisco Jiménez por $257.943,50. Con $30.000 al contado y el saldo con cuotas anuales de $25.000. Estas cuotas se pagaron cada 20 de octubre por casi una década.

Vista del estadio Santa Laura 1925.

Vista del estadio Santa Laura 1925.

El partido que inauguró dicho estadio fue el que jugaron Unión Española y Audax Italiano. Ya en esa época el partido era calificado como el “Clásico de colonias” y, como era de esperar, despertó un gran entusiasmo los aficionados de la época.

Las formaciones de dicho partido fueron las siguientes:

U.D. Española I

Lapiedra, J. Gondra, Vicuña, Gutiérrez, Mediavilla, Sobarzo, Legarrete, C. Gondra, Iragüen, J. Pardo, Chamorro

Audax Italiano I.

Valpreda, Fruttero, Anglada, Corte, Anglada, Fruttero, Bollo, Brusadelli, Scaglia, Manni, Moccia.

El encuentro finalizó con victoria de Audax Italiano por un gol a cero adjudicándose la Copa Guillermo Gellona y 11 medallas de oro que fueron donadas por la colonia italiana residente.

Desde entonces el recinto no solo albergó encuentros de la Unión Española, sino que de prácticamente toda la Asociación Central de Fútbol dado que luego del fin del funcionamiento de la Cancha de Campos de los Sports, solo Santa Laura y el estadio de Carabineros sirvieron para recibir los partidos del naciente fútbol nacional.

Sergio Livingstone junto a jugadores de la Universidad Católica en Santa Laura.

Sergio Livingstone junto a jugadores de la Universidad Católica en Santa Laura.

De hecho fue en Santa Laura donde se jugó el primer partido del campeonato de fútbol profesional chileno entre Audax Italiano y Morning Star (posteriormente Santiago Morning).

El estadio desde su fundación es descrito como una gran extensión de terreno, más o menos de una cuadra de norte a sur y una cuadra y media de oriente a poniente, quedando aun un sitio en la parte norte. La cancha, a su lado poniente, cuenta con tribunas de 8 gradas, muy firmes y techadas con madera. Al lado contrario se levantan aproximadamente 60 metros de graderías.

Colindante a la cancha de futbol se encontraba un velódromo. Sus instalaciones se inauguraron en 1924. La prensa de la época señaló “Los españoles tienen su velódromo. Reconocida como una amplia zona de gran costo de inversión, fruto de la laboriosa y tesonera acción de la colonia española”.

El boxeo tambien fue parte del Santa Laura. En la imagen Antonio "Fernandito" Fernández en su pelea de despedida.

El boxeo tambien fue parte del Santa Laura. En la imagen Antonio “Fernandito” Fernández en su pelea de despedida.

En la década de los treinta el estadio era una de las instituciones deportivas por excelencia en la capital. Según la revista Los Sports estaba situado en Santa María N 8, antiguo nombre que recibía la actual calle Guanaco, calle que va desde Santa Laura a Einstein. El recinto era descrito como un amplio campo con canchas de fútbol, basquetbol, tenis, pelota vasca, velódromo y piscina al cual se podía acceder en la góndola o tranvía número 36.

Era un recinto muy conectado con su barrio. De hecho era tradición que para los encuentros jugados en Santa Laura, minutos antes del final del partido, se abrieran las puertas para que los niños del sector pudiesen apreciar los últimos minutos de cada encuentro y apreciar, aunque sea por unos segundos, a las figuras que tan solo podían apreciar en las portadas de las revistas.

Santa Laura, ícono de resistencia durante la dictadura

Luego del Golpe de Estado y a diferencia de lo ocurrido con otros emblemáticos recintos deportivos de nuestro país como el Estadio Nacional, el Estadio Chile y el Regional de Concepción, no sirvió como recinto de reclusión y tortura. Al contrario, como diría el fallecido periodista, Julio Martínez fue “refugio del fútbol” y también de diversas expresiones contrarias al régimen encabezado por Augusto Pinochet.

Incluso antes de la llegada de los militares al poder, el estadio Santa Laura sirvió como punto de reunión de aquellos sectores ligados a la Unidad Popular. El 29 de noviembre de 1971, y mientras Fidel Castro visitaba oficialmente el país, fue convocada una manifestación política de mujeres en apoyo al gobierno popular de Salvador Allende. A la concentración asistieron más de 25 mil mujeres, entre ellas se encontraban las parlamentarias Mireya Baltra y María Elena Carrera, diputada y senadora respectivamente.

Afiche convocatoria de apoyo a la Unidad Popular y Fidel Castro.

Afiche convocatoria de apoyo a la Unidad Popular y Fidel Castro.

En la oportunidad el Comandante de la revolución cubana se dirigió a concurrencia femenina señalando lo siguiente: “Hemos tenido muchos actos en el país, hemos tenido muchas reuniones, pero les digo con toda franqueza que realmente este es uno de los más importantes, este es uno de los más humanos, este es uno de los más emotivos”.

Casi dos años más tarde, y en el contexto de las elecciones parlamentarias del año 1973, el 27 de febrero el estadio Santa Laura nuevamente sirvió de escenario esta vez para promover las candidaturas socialistas de Fidelma Allende, Carmen Lazo y de Laura Allende.

El Senador y Secretario General del Partido Socialista de Chile, Carlos Altamirano Orrego, se dirigió a un número cercano a las treinta mil mujeres señalando: “¡Ha llegado la hora de la victoria! Este estadio desbordante lo confirma y lo grita a la faz de Chile. ¡Llegó tu hora, compañera y mujer! ¡Convierte tus lágrimas de humillación en sonrisas de esperanza; tu llanto de impotencia en himnos de rebeldía; tu incertidumbre en decisión de lucha; tus temores en cantos de victoria!”.

Carlos Altamirano durante una concentración en Santa Laura.

Carlos Altamirano durante una concentración en Santa Laura.

Luego durante la dictadura cívico-militar el estadio se convirtió en un espacio no solo destinado al fútbol. Santa Laura se transformó paulatinamente en el espacio para los que no tenían voz, para los excluidos, para los marginados, para todos quienes buscaban rescatar la identidad nacional y reestablecer en el país el estado de derecho, la democracia y el respeto a los derechos fundamentales de las personas.

Ejemplo de ello ocurrió en la jornada de música, poesía y canto realizada en Santa Laura por la recordada Radio Umbral, el 15 de enero de 1988. Junto a numerosos artistas y contra todo diagnóstico médico en aquella oportunidad estuvo presente María Paz Santibáñez, la estudiante de piano que en septiembre de 1987 fuera baleada en la cabeza durante las protestas estudiantiles contra el rector de la Universidad de Chile, José Luis Federici, interpretando en piano hermosas melodías.

Las mujeres forjaron una relación especial con el estadio Santa Laura durante la dictadura cívico militar. Diversas actividades relacionadas con reivindicar los derechos de las mujeres y en general las libertades sociales junto con el fin de la régimen tomaron parte al interior del recinto de la comúna de Independencia.

El hecho político más relevante al respecto sucedió en los primeros días del mes de marzo de 1979, cuando un grupo de mujeres progresistas formalmente solicitó a las autoridades de facto autorización para celebrar el Día de la Mujer en el Estadio Santa Laura.

La autorización para realizar la celebración fue denegada a pocas horas del inicio de la actividad y el rechazo generó entre las organizadoras del evento una espontánea manifestación de protesta que se dirigió por distintas avenidas hacia el centro de la ciudad, siendo brutalmente reprimida y disuelta por las fuerzas represivas del régimen militar.

Una década después, el 08 de marzo de 1989, nuevamente las mujeres organizadas ahora en distintas agrupaciones políticas, culturales, sociales, artísticas, sindicales, poblacionales, etc., recurrieron otra vez al “viejo y querido Santa Laura” para realizar la última celebración del Día Internacional de la Mujer en dictadura.

Cerca de 30 mil mujeres repletaron con su presencia las tribunas y las galerías del estadio de la comuna de Independencia y el acto se convirtió con el tiempo en la manifestación política más relevante y significativa de las mujeres en contra de la dictadura y a favor de la recuperación de la democracia, del respeto a los derechos humanos y por los derechos de las mujeres.

Graciela Bórquez, destacada dirigente de las mujeres opositoras recordaba en el Fortín Diario del 27 de mayo del año 1989 lo siguiente sobre el acto en el Santa Laura: “El 8 de marzo nos propusimos una ‘misión imposible’ y lo logramos: movilizarnos a llenar el estadio Santa Laura, y nos juntamos a llorar y reìr, gritar y cantar, recordamos nuestra historia pasada y presente y planteamos nuestras demandas presentes y futuras”. Y luego continuó: “Nuestro lema fue ‘La Democracia va, si la Mujer está’ y lo acuñamos como hacemos todas las cosas las mujeres ‘con el corazón y la cabeza’”.

Asistentes al concierto de Sol y Lluvia.

Luego del fin de la dictadura, se llevó a cabo en el estadio Santa Laura uno de los conciertos emblemáticos en ese periodo. Sol y Lluvia, una de las bandas ícono de la resistencia durante el gobierno de Pinochet, efectuó un concierto masivo en dicho recinto titulado “Adios Carnaval, adiós general”, para muchos la mejor presentación en vivo de dicha banda.

Estadio Independencia, el primer hogar de la Universidad Católica

Antes que la Universidad Católica se mudara a San Carlos de Apoquindo, su estadio quedaba a tan solo unas cuadras del viejo Santa Laura. El Estadio Independencia fue inaugurado el 12 de octubre de 1945 en un partido ante el Audax Italiano donde cayeron derrotados por 9 goles a 2.

Transcurrían los años 40 y Universidad Católica soñaba con tener estadio propio luego de perder los Campos de Sports Ñuñoa. Las ansias de contar con una casa propia lograron que miles de personas adeptas al club aportaran desde diferentes aristas.

Editorial de Revista Estadio por la inauguración del estadio Independencia.

Editorial de Revista Estadio por la inauguración del estadio Independencia.

Los arquitectos Augusto Gómez y Enrique Casorzo fueron los encargados de traspasar al papel, los primeros indicios del estadio: Durante la década de los 40, dibujaron la maqueta del recinto. Dicha maqueta se levantaría en terrenos cedidos por Octavio y Virgo Solari.

Jimmy Rasmussen, Presidente del club en la época, expresó en la entrega del recinto a la comunidad: “con esta obra, nuestro club da un paso grande en sus proyectos de engrandecimiento. Disponemos desde hoy el terreno donde cuajará toda esa ilusión que ha sembrado el esfuerzo de sus dirigentes y del que sabremos sacar los más sazonados frutos del árbol que sembró la generosidad de los hermanos Solari”.

Vista del estadio Independencia con su particular piscina atrás de uno de los arcos.

Vista del estadio Independencia con su particular piscina atrás de uno de los arcos.

En sus primeros años, sobre todo en la década del 50 y 60, la Universidad Católica efectuó un trabajo con su entorno que iba más allá de la mera presencia del Club Deportivo. Existía una orientación social con los juegadores que se formaban en ese espacio, para ello se disponía de una asistente social que ayudaba en dichas tareas.

Además, las diversas ramas deportivas, configuraban un espacio diverso en el Club Deportivo, práctica que se fue perdiendo con el transcurso de los años, a medida que la mercantilización se fue apoderando del fútbol nacional.

Luis Hernández, locutor e hincha de la Universidad Católica, destacó el arraigo que los habitantes de la comuna de Independencia tenían con los diversos equipos del sector “era el público más querendón del fútbol. Todos los equipos tenían hinchada, la UC llenaba las graderías, era un sector muy popular de gente modesta y eso sirvió para que el fútbol se expandiera en la capital”.

Hernández agrega que “en esa época era muy poca la entretención que tenía la comunidad, así que tener dos estadios para presenciar fútbol, era la vida que tenía el sector norte de la capital, además había un contacto social con la gente, se cedía el estadio para realizar diversas actividades, fue una época muy bonita”.

Municipio en picada contra las torres

Luego de las múltiples acciones de rechazo en contra de la construcción de estas torres en el estadio Santa Laura, el municipio sorprendió durante los últimos días y comenzó una ofensiva para detener la realización del proyecto.

De acuerdo a lo que informó el medio Ciper Chile, el director de Obras de Independencia, Juan Miquel Mac Donald, citó a Santiago Perdiguero, representante de Unión Española Sociedad Anónima Deportiva Profesional (SADP), a una audiencia para el jueves 23 a las 15:00 “a fin de escuchar sus alegaciones y recibir la documentación que estime pertinente para resolver acerca de la invalidación del Permiso de Edificación N° 14 de fecha 23/05/2016”.

Esto luego de la revisión que la Dirección de Obras Municipales realizó al proceso concluyendo que el permiso tiene una falla de origen, debido a que fue acompañado de un documento que contiene un error insoslayable: el Certificado de Informaciones Previas.

El certificado indica las normas que se deben aplicar a la construcción que se está autorizando, de las que emanan todas las restricciones a las que queda sujeto el proyecto (como alturas máximas, prohibiciones o procesos de expropiación que afecten al bien raíz).

En este caso, el certificado  indicó que las normas aplicables eran el Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS) y el Plan Regulador Comunal. Sin embargo, a la fecha en que se aprobó el proyecto ambos textos eran incongruentes, pues indicaban criterios distintos para la misma zona.

De ser rechazado el permiso, la concesionaria a cargo de la Unión Española anunció que acudirá a la justicia para mantener la validez de los documentos aprobados hace ya dos años.





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