Diecisiete días de mandato y el gobierno de Sebastián Piñera continúa nombrando los altos mandos de diversas instituciones públicas. Esta vez fue el propio ministro de Hacienda, Felipe Larraín, quién ratificó en su cargo al actual director de Servicio de Impuestos Internos, Fernando Barraza.
La decisión del gobierno da continuidad al trabajo del mandamás del SII asumido en 2015 cuando debió liderar la entidad fiscalizadora en medio de una crisis institucional marcada por una agenda política y económica que daban cuenta de los casos de financiamiento político irregular.
En sus apariciones en los medios su discurso se centró en defender la labor del servicio que estuvo en la mira por casos como Caval y SQM. En mayo de 2017 negó un trato desigual a políticos y defendió el rol fiscalizador de la entidad que lidera.
Aunque sus palabras podían especular su opinión en los hechos que involucraban a políticos, sus actos lo delataron cuando optó por vías administrativas antes que penales para tratar los casos de boletas ideológicamente falsas.
Uno de los abogados querellantes del caso Soquimich, Matías Ramírez, en conversación con radio y diario Universidad de Chile aseguró que no es una decisión sorpresiva pues “hay que recordar que la actual coalición tiene varios imputados en casos de financiamiento irregular, donde la política y la decisión de Barraza desde el Servicio de Impuestos Internos, inclusive, beneficia a varios. En ese sentido, no es extraño que en este caso Piñera decida mantenerlo como director y mantener esta política adoptada por Barraza y Bernardo Lara en orden a tratar los delitos tributarios como falta administrativa. Eso es sumamente grave, no solamente desde el punto de vista institucional, sino del punto de vista técnico de la institución de momento que el SII renuncie a perseguir los delitos tributarios”.
El querellante de SQM, Matías Ramírez, calificó los dos años que Barraza ya tiene en el cargo marcados por la postura frente a los temas de financiamiento político. En sus palabras aseguró que “la evaluación, desde el punto de vista judicial y lo relacionado a la investigación de delitos tributarios es pésima. No se entiende cómo un director de Servicio de Impuestos Internos puede, de antemano, ejercer acciones penales que buscan, en definitiva, castigar a aquellos contribuyentes que han visto un negocio en la comisión de delitos tributarios, en ese sentido no puede tener una buena evaluación. Lamentablemente, eso incide de manera directa en las causas políticas que podríamos señalar donde ha renunciado a ejercer las querellas correspondientes y estas causas son cerradas por secretaría y eso, a nuestro juicio, ya es suficiente para tenga una muy mala evaluación”.
Por su parte, el ex diputado y miembro de la comisión Caval II de la cámara, Guillermo Ceroni, en conversación con nuestro medio, planteó que “evidentemente un gobierno debe procurar por poner a las personas con mayor capacidad en la dirección de una institución tan importante como SII, de ese punto de vista nadie puede negar que Barraza tiene una gran calificación para ello”. Sin embargo, agregó que “la señal que se da es mala, sobre todo, porque hubo una situación compleja cuando estuvo a cargo y el manejo que tuvo en los casos que significaron el apoyo de algunas empresas a la política, de ese punto de vista es una señal que no es buena”.
El nuevo periodo de Fernando Barraza como director del Servicio de Impuestos Internos tendrán como principal tarea las modificaciones a la reforma tributaria impulsada la actual administración. De todas maneras, su gestión terminará en agosto de 2018 por ser ese mes en que vence el plazo de su labor luego de ganar el concurso en Alta Dirección Pública.
Con la decisión de mantener el cargo de Barraza, se ponen paños fríos a las decisiones en torno a las autoridades del Servicio de Impuestos Internos que sufrió la renuncia del subdirector del área jurídica, Bernardo Lara y su par de asuntos Corporativos, Rodrigo Lavanderos, que justificaron su salida por motivos personales.