Álex Ferreira: “Crecí escuchando a Juan Luis Guerra y a Radiohead”

El cantautor dominicano inicia en la Sala Master de Radio Universidad de Chile su primera gira por Sudamérica. En esta entrevista habla de su disco Canapé, de Mon Laferte y del día en que entró sin visa a Chile.

El cantautor dominicano inicia en la Sala Master de Radio Universidad de Chile su primera gira por Sudamérica. En esta entrevista habla de su disco Canapé, de Mon Laferte y del día en que entró sin visa a Chile.

No será la primera vez de Álex Ferreira (Santo Domingo, 1983) en Santiago. Ya estuvo en la capital en 2015, cuando llegó para trabajar junto a Andrés Nusser (Astro) en la producción de su disco Cinema tropical (2015). Esa visita tiene una historia singularísima, pero aún no es momento de contarla.

Primero, hay que decir que será la primera vez que el cantautor dominicano haga un concierto en Sudamérica. El próximo miércoles 4, iniciará en Sala Master una gira que también lo llevará a Buenos Aires, Lima, Bogotá y Quito. En esos conciertos mostrará fundamentalmente Canapé (2017), su disco más reciente, pero también composiciones que ha incluido en sus otros cuatro registros.

“Hay gente que hace tiempo viene diciéndome que vaya a Santiago, es un país donde tengo muchísimos amigos. Va a ser un concierto acústico, yo solo con la guitarra, un formato en que me gusta defender las canciones”, adelanta desde Ciudad de México, donde reside desde hace un par de años.

Es que Álex Ferreira pertenece a esa estirpe de músicos movedizos. Nació en Santo Domingo, pero aún no caminaba cuando su madre lo llevó a Miami y Nueva York (“en Manhattan, por la 122, por allá arriba”). En 2005 se estableció en Madrid, pero hace un par de años la cambió por Ciudad de México.

También es movedizo en los mapas musicales. No solo ha grabado sus propias canciones desde 2010, sino que también ha compartido escenarios y estudios con colegas como Jorge Drexler, Natalia Lafourcade y Ximena Sariñana. También sirve como ejemplo un disco titulado adecuadamente como Versiones para el tiempo y la distancia (2016), donde recopiló algunas de sus influencias: hay un bolero como “Tú me acostumbraste”, pero también hay composiciones de Caetano Veloso, Serge Gainsbourg y los Beach Boys.

Canapé, en todo caso, contiene una decena de sencillas canciones propias, agrupadas bajo una idea que Álex Ferreira venía rumiando desde que la recogió en una entrevista de Luis Alberto Spinetta: “Una vez le preguntaron sobre sus canciones y dijo que le parecían como canapés. Se me quedó esa imagen y la palabra se me hace muy bonita. De ahí surgió, pero luego le encontré mil significados”, explica. “Quienes hacemos canciones trabajamos con un rango de tres o cuatro minutos para contar una historia. El que hace una película tiene horas, el que hace un libro tiene un montón de páginas, pero nosotros intentamos dibujar imágenes con pocas palabras, entonces por eso también se me hizo un título adecuado”’.

¿Qué buscaste en este disco en particular, en comparación con los anteriores?

Yo estuve en un sello multinacional, Warner, y luego me metí en un sello independiente, cuando hice ese disco con Andrés (Nusser), pero en este caso lo produje yo. Todo empezó en mi apartamento en México y luego terminó en un estudio profesional, pero es un disco muy personal, grabé casi todos los instrumentos. También salió de un lugar muy puro. Fue financiado por un crowdfunding, le pedí el dinero directamente a la gente que sigue mi música y esa gente compró el disco sin haberlo escuchado, entonces tenía como una presión: puta, tengo que hacer un disco tolerable o un poco bueno (risas).

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Te fuiste a México, un mercado muy importante para desarrollar una carrera, ¿esa fue tu motivación?

Desde luego que tengo un montón de amistades, me encanta México, la comida y todo lo demás, pero lo hice siguiendo cosas que se sentían como obvias. En ese momento en España había una crisis económica, todo el mundo estaba como quejándose, se sentía un aura extraña en el país y necesitaba un cambio, entonces me salió una gira y me quedé.

Tiene que ver con la industria, claro, se me hacía más fácil vivir de la música aquí. Como canto en español, México está en un lugar perfecto para mí. España es frontera con Francia, Portugal y Marruecos, entonces no tengo nada que cantar en Marruecos. Aquí puedo hacer esta gira por la que estoy hablando contigo ahora, se me hace más fácil ir a Estados Unidos, donde hay un montón de latinos y sobre todo de dominicanos. Tengo el Caribe, de donde soy… Cuando estuve aquí, dije: ¿qué hago en España?

Acá en Chile ahora hay una gran cantidad de inmigrantes, muchos de ellos dominicanos, y el tema se discute mucho, como en los países donde has estado. ¿Cómo lo has vivido tú?

Bueno, a fin de cuentas soy un inmigrante. Llevo más de 15 años fuera de Santo Domingo, entonces he vivido las buenas y las malas. De hecho, tengo una historia: ¡probablemente soy el único dominicano que entró a Chile sin visa! (risas). Yo había ido a Argentina, a Colombia, a todos estos países, pero cuando hice el check in en el avión, hablé con Andrés (Nusser) y le pregunté si los dominicanos necesitábamos visa, porque había escuchado algo por ahí. Estaba a punto de abordar y efectivamente la necesitaba, entonces llegué a Chile y me detuvieron ocho horas en la policía, esperando un vuelo en que me iban a deportar a México o a Dominicana. En ese tiempo, Andrés fue al consulado, le contó a alguien que por alguna razón me conocía, hicieron una llamada y pidieron que por favor me dejaran entrar. El cuento tiene más detalles, pero básicamente vivo lo de la inmigración de primera mano. Mi país no es muy bien visto tampoco, por alguna razón nos piden visa. De hecho, tengo guardado el documento donde se le concede a Álex Ferreira la entrada a Chile, con un sello y una firma de la policía. O sea, me sentí súper agradecido, compré un arreglo de flores y lo mandé al consulado dando las gracias (risas).

Bueno, ahí me di cuenta que pasa eso, que mucha gente intenta ir allá y supongo que van con intenciones diferentes. ¡Igual en Chile se bailó “(Me sube) la bilirrubina”!

Todavía se baila, muchísimo… A propósito de referentes, en Versiones para el tiempo y la distancia hay bolero, Serge Gainsbourg, Beach Boys, Caetano Veloso, fuentes muy diversas…

Es por lo que te contaba del formato acústico. Siempre me preguntaban por qué no hacía un disco así, entonces hice ese disco, solo en mi casa. Y sobre la diversidad, es lo que soy. Crecí escuchando a Juan Luis Guerra, crecí escuchando bachata, salía a la calle y era la música que se oía, pero llegaba a mi casa, prendía la televisión, veía MTV e iba corriendo a comprar los discos de Radiohead, OK Computer, el brit pop. Imagínate un chico dominicano creciendo con todo eso. Luego iba a descubrir a los Beatles, a (Bob) Dylan, el rock argentino de los ‘90, con (Andrés) Calamaro, Fito (Páez), Soda (Stereo), todo eso. Uno de las grandes regalos de crecer bilingüe, que todavía se lo agradezco a mi madre, fue tener esas dos visiones de la vida: leer libros en inglés y leer en español, ver la similitud entre la música francesa y el bolero, saber que la bachata viene del bolero… todo está conectado. Yo tuve la fortuna de esa formación, de escuchar a Gainsbourg y disfrutarlo tanto como a Silvio (Rodríguez) y la trova cubana.

Antes que músico, me considero un fanático. Colecciono música y voy a conciertos. De hecho, como esta gira coincide con la gira de Radiohead, ya compré las entradas para verlos en todos los países en que voy a estar (risas). Te digo, soy más fanático que músico y eso se ve en el disco. Dije: yo no hablo portugués perfectamente, pero he cantado “Corazón vagabundo” un montón de veces con mi portugués fatal. Lo hice porque es la música que siempre he escuchado.

¿Y es cierto que escribiste una canción que imaginaste con la voz de Mon Laferte?

De hecho, ¡estuve con Mon ayer! Estuve en su casa por otras razones, pero le dije que voy a Chile y le preguntaba si vale la pena ir a Valparaíso, porque tengo unos días libres. Obviamente me dijo que vaya. Sí, una vez escribí una canción… creo que nunca se lo he dicho, pero pensé muchísimo en su voz. No la he cantado nunca, la tengo guardada, pero pensé que debería cantarla una voz femenina y la de Mon se me hace brutal, la respeto muchísimo, soy muy fan de cómo canta.

¿Pero piensas hacerla con ella?

No, ni siquiera le he dicho. Soy muy vergonzoso. Si algún día necesita una canción y me la pide, creo que tengo una por ahí que le queda bien.

Dónde y cuándo

Miércoles 4 de abril, 20:00 horas.
Sala Master. Miguel Claro 509, Providencia.
Entradas: $8.000. A la venta en Disco Intrépido (Santa Isabel 052, Providencia) y www.alexferreira.com. Concierto para todas las edades.
Más información en este enlace. 

Fotos: Edwin Erazo.




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