La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) lanzó una investigación sobre las actuaciones de los dirigentes de la IBU, sospechosos de haber aceptado dinero para proteger a biatletas rusos dopados, al tiempo que se realizaban registros en la sede de la instancia en Austria, en Salzburgo, y en Noruega el martes.

“El presidente de la IBU, Anders Besseberg, informó al comité ejecutivo que dimitía mientras dure la investigación”, indicó la IBU en un comunicado.

“El comité ejecutivo de la IBU aceptó la decisión del primer vicepresidente (el ruso) Viktor Maygurov de no ejercer su derecho a tomar la presidencia y pidió al vicepresidente financiero (el austríaco) Klaus Leistner que asuma la función mientras dure la investigación”.

“La secretaria general de la IBU, Nicole Resch, está provisionalmente suspendida”, añade el comunicado de la federación.

El miércoles, tras las revelaciones de los registros de la víspera, el diario francés ¨Le Monde revelaba los detalles de un informe confidencial de la AMA de finales de 2017 sobre una “corrupción para proteger a los atletas rusos dopados”.

Contactada por la AFP, la AMA confirmó “una investigación sobre las actividades de la IBU” y haber tomado contacto “con las policías austríacas y noruegas, así como Interpol”.

Según Le Monde, la AMA estimaba que dos personas, el noruego Anders Besseberg, presidente de la IBU, y a la alemana Nicole Resch, secretaria general de la IBU, fueron sobornadas “con éxito” por Rusia.

Según la AMA, tres hechos ilustran “la eficacia de (esta) estrategia”: “el apoyo inalterable de Besseberg a los intereses rusos, la gestión sospechosa de las obligaciones del pasaporte biológico por la señora Resch y la atribución inicial del Mundial-2021 a Rusia”.