Este domingo 27 de mayo los colombianos elegirán a quien tomará las riendas del país por los próximos cuatro años y, para ello, son seis las opciones: Gustavo Petro, Iván Duque, Germán Vargas Lleras, Sergio Fajardo, Humberto de la Calle y Jorge Antonio Trujillo.
Esta elección es altamente importante para el devenir político del país y la configuración geopolítica de la región, pues como pocas veces en la historia de Colombia, la izquierda tiene reales posibilidades de asumir en el Ejecutivo.
Es Gustavo Petro quien encarna a las fuerzas progresistas del país caribeño. El candidato del movimiento Colombia Humana fue, en su juventud, guerrillero del M-19, ha sido en dos ocasiones miembro de la Cámara de Representantes de Colombia y senador de la República entre el 2006 y 2010. Durante el 2012 y 2015 ejerció como alcalde de Bogotá.
Según la mayoría de las encuestas, Petro se encuentra ubicado en el segundo lugar en cuanto a intención de voto. Una consulta realizada por la firma Invamer Gallup y divulgada el 20 de mayo, sitúa a este candidato con un 29,5 por ciento de respaldo, por detrás de Iván Duque, quien marca 41,5 por ciento.
Entre las principales propuestas de Petro se encuentra la restructuración del modelo económico para enfrentar la crisis ambiental y no depender solo del petróleo y el carbón, y dinamizar la economía mediante el reforzamiento de la agricultura. También ha incentivado y apoyado públicamente el proceso de paz entre el Estado colombiano y las FARC.
En Colombia se ha desarrollado una guerra comunicacional contra este candidato, catalogándolo como un “mini Nicolás Maduro” y tildándolo de Castro-chavista. Son estas acusaciones las que hacen predecir a los expertos una alta participación en la elección, pues el hecho de transformar a Colombia en una nueva Venezuela genera miedo.
Si bien la diferencia porcentual entre Petro y Duque es bastante, el temor de la derecha regional es justificado, pues en una potencial segunda vuelta se debiesen sumar al candidato de izquierda -al menos en teoría- los votos de dos candidatos que no pasarían al balotaje: Sergio Fajardo y Humberto de la Calle, suficientes para quedarse con el máximo cargo de la nación.
Pero para esto se debe superar a quien va punteando en las encuestas, el derechista Iván Duque, postulante por el Partico Centro Democrático, colectividad fundada en 2013 por el ex presidente Álvaro Uribe.
Entre las principales propuestas de Duque se encuentran el fortalecer a las fuerzas militares y policía nacional para combatir, sobre todo, a las guerrillas que aún actúan en la geografía colombiana, como la disidencia de las FARC y el ELN.
En el ámbito económico contempla la reducción de impuestos a empresas y continuar con el desarrollo minero en el país, cumpliendo altos estándares ambientales.
Este candidato se opone drásticamente al proceso de paz que se ha desarrollado entre las FARC y el Estado colombiano, de hecho, es partidario de que los ex militantes de la guerrilla no puedan ocupar cargos políticos sin que antes hayan pagado sus “crímenes de guerra”.
El centro izquierdista Sergio Fajardo se ubica tercero en las encuestas, bordeando el 17 por ciento. El representante del movimiento Compromiso Ciudadano es profesor de matemáticas y, como tal, ha puesto la educación como principal pilar de su campaña.
Para financiar una educación de calidad, gratuita y bilingüe, Fajardo propone arrancarle tres mil millones de dólares a la corrupción que tiene tomada la política colombiana. También impedirá la participación de políticos en los procesos de contratación estatal.
Su principal objetivo para los cuatro años que le correspondería gobernar, es generar 1,5 millones de empleos.
Quien se posesiona en el cuarto lugar en la mayoría de las encuestas es Germán Vargas Lleras, hasta hace un tiempo, vicepresidente de Colombia.
Es Vargas Lleras el candidato del actual mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, y como tal, apoya el proceso de paz con las FARC, eso sí, fortaleciendo las fuerzas militares para combatir a las guerrillas aun activas.
Dentro de sus promesas se encuentran la de mantener un crecimiento económico anual en torno al 5 por ciento y la generación de 1,2 millones de empleos formales.
Humberto de la Calle es el candidato del Partido Liberal. Ha sido ministro, embajador, vicepresidente y, últimamente, tomó relevancia mundial al ser el encargado de negociar la paz con las FARC.
Entre sus propuestas está la de bajar impuestos a las empresas y otorgar beneficios especiales a quienes vivan en zonas de conflicto, sin embargo, sus postulados no tienen mucho apoyo, pues en las encuestas no supera el tres por ciento de intención de voto.
Peor le va a Jorge Antonio Trujillo, pastor cristiano sin registro en las encuestas y que nunca fue invitado a algún debate presidencial. Si bien es seguro su no paso a segunda vuelta, Trujillo comentó al periódico colombiano El Tiempo que “si no pasamos a segunda vuelta, si Dios quiere, por lo menos vamos a definir quién va a ser el próximo presidente. Los cristianos contamos por millones”.
Unos 36.227.267 colombianos están habilitados para votar y así elegir al presidente que gobernará entre el 7 de agosto de 2018 y el 7 de agosto del 2022. Cada postulante va acompañado de quien será su vicepresidente.
En caso de que ninguno de los candidatos logre el 50 más 1 por ciento de los votos, la segunda vuelta se efectuará el próximo 17 de junio.