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Año XVI, 18 de abril de 2024


Escritorio

Robotización e imposiciones

Columna de opinión por André Jouffé
Domingo 3 de junio 2018 3:05 hrs.


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En una década, y está científicamente comprobado, la robotización habrá alcanzado el 80 por ciento de la actividad laboral.

Imperceptiblemente, el avance del fenómeno ha ingresado a nuestro mundo, sin que aquilatemos su presencia.

¿Cuántos empleados bancarios han sido reemplazados por los cajeros automáticos? ¿Y los trabajadores de bencineras, o envasadores de productos farmacéuticos y un centenar de oficios y empleos que ya no requieren mano de obra humana?

Salvo labores que necesitan la presencia cognitiva, se estarían salvando. O tareas de tipo artesanal. Asimismo es difícil que un robot reemplace a un carpintero o a un gasfíter.

Expertos en aeronáutica afirman que los aviones pueden prescindir ahora mismo de los pilotos, y en un futuro cercano habrá una sola persona en el cockpit “solo para dar seguridad al pasajero”, El low cost se extenderá a un autoservicio de a bordo de manera que la tripulación estará demás. Para las instrucciones de seguridad, bastan las pantallitas que se desprenden encima de las poltronas.

Ya está funcionando la locomoción colectiva sin conductor, lo mismo ocurre con los ferrocarriles.

Entones, ¿quiénes financiarán a los centenares de millones de desempleados?

Se barajan varias teorías, una de ellas apunta a que los propietarios de los robots paguen imposiciones como si fuesen humanos, en beneficio de los pobres seres de carne y hueso.

Es un tema que no debe de mirarse en menos; está muy cerca, se maneja casi invisible. Es más viable que la obra de mano de bajo costo.

Mientras, el mundo se distrae en políticas y conflictos inocuos. Gracias a ello ocurrió con la industria cinematográfica que de pronto observa que las compañías productoras disminuyen como las revistas y Netflix y similares se apoderaron del mercado con la agilidad de una pantera. Un concurrente al 71 Festival de Cannes ironizaba que en breve estos acontecimientos se reducirán a exhibir las películas y series de Netflix.O sea, un camino hacia el monopolio total, restando opciones de variantes, cine independiente o de nuevas tendencias.

Finalmente, ¿en qué peligrosas actividades se va a entretener el universo cesante, estudiantes sin futuro de por medio?

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.