Salas cerradas, oficinas vacías, un anfiteatro en desuso. En la entrada, un cartel inscrito con letras rojas y negras: “Defendamos el Parque. En paro”.
Así se encuentra hoy el Parque Cultural de Valparaíso (PCdV), proyecto que surgió en el año 2000 a partir de un trabajo realizado de manera conjunta por organizaciones culturales, vecinos, el entonces Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) y el Ministerio de Bienes Nacionales con el fin de reutilizar un espacio que, durante más de 100 años, fue un lugar de tortura y encarcelamiento.
Pero la aprobación del proyecto cultural no fue inmediata. Esto, ya que durante su debate existieron ofertas que pretendían levantar en el lugar un proyecto inmobiliario. No obstante, la postura de los artistas fue más fuerte y el año 2012 el lugar abrió sus puertas bajo la figura de una corporación que, incluyó en su directorio, a la comunidad artística del sector así como a representantes de gobierno.
En dicha fecha fue designado como director ejecutivo del espacio el crítico de arte Justo Pastor Mellado. A partir de su llegada, sin embargo, comenzaron los cambios.
“Justo Pastor Mellado rompió con las organizaciones señalando que no tenían el estándar necesario para ser parte del nuevo PCdV. Entonces, la participación de quienes habían dado vida al centro sólo fue decorativa”, comentan quienes vieron de cerca la elaboración del proyecto cultural y su posterior transformación.
Durante la gestión de Mellado, que concluyó en diciembre de 2014, surgieron diversas críticas que no sólo tenían que ver con su estilo sino que también, con las decisiones programáticas que tomaba. “Entonces, debimos impedir una función con películas de Disney que comprometía ocho millones de pesos y una compra de cojines por otros dos millones”, recuerda uno de los testigo de su gestión.
Finalmente, esta administración terminó en Tribunales, ya que Mellado interpuso una demanda por acoso laboral.
Para resolver este conflicto el Parque optó por un acuerdo por el que el crítico recibió 15 millones de pesos. El problema de esto, según constató Contraloría en un informe emitido en 2016, fue que este monto se sacó directamente del presupuesto del recinto.
Ese fue uno de los primeros indicios del déficit del Parque.
Pero para los trabajadores del lugar, más allá de la “exclusión artística” que vivieron durante la administración de Mellado también hubo otro problema: el arribo de Christian Valdés Cornejo al departamento de Administración y Finanzas. Según comenta, ahí comenzó el verdadero “saqueo”.
El rol de Christian Valdés
En febrero de este año Christian Valdés abandonó el PCdV. Desde 2015, sin embargo, su cargo estaba en tela de juicio, sobre todo, por las organizaciones culturales que veían con distancia su gestión.
“Con él se vieron muchas malas prácticas. Por ejemplo, se pagaba horas extras que no existían”, comentan quienes fueron testigos de su labor en el área de finanzas.
Parte de estas acusaciones fueron corroboradas en el informe de Contraloría de 2016. Según este documento, durante 2015 se cancelaron servicios a las empresas Develsys Ltda. y Develtecx SPA por las sumas de $22.640.081 y $1.940.751, respectivamente. Estos montos fueron aprobados por Valdés. Lo grave fue que el organismo determinó que una de las socias de estas empresas era su madre.
El informe también transparentó que durante 2014, Valdés formó parte del equipo técnico de la empresa Oevelsys Ltda. Esta firma fue licitada en el marco de un contrato de suministro de arriendo computacionales.
Además, Contraloría determinó que se renovaron contratos sin un proceso previo de cotización con diferentes compañías vinculadas a mantenciones y servicios de seguridad. En tanto, advierte que se comprometieron convenios genéricos “que no detallan las labores contratadas” respecto de diversos servicios.
Pero eso no esto todo.
En 2017, Valdés también habría viajado a Italia, junto a otro miembro del directorio con el fin de conseguir insumos bomberiles. Los resultados de este “viaje de negocios” jamás se habrían revelado.
Contactado por este medio Valdés señaló que no emitirá declaraciones respecto de estas denuncias.
El arribo de Jorge Coulon
En septiembre de 2015 arribó al PCdV Jorge Coulon. Para los trabajadores y artistas esta llegada era esperanzadora, ya que en él, veían la posibilidad de desvincularse de Valdés así como una vía para retomar el proyecto participativo que se había planteado durante el origen del Parque.
Pero no fue así, ya que la situación del espacio fue empeorando.“Lamentablemente, Coulon mantuvo las jefaturas”, comentan artistas cercanos al proceso.
“Entonces, su responsabilidad radica en que no hizo nada para que las malas prácticas que venían produciéndose desde Justo Pastor Mellado, fueran modificadas. No se la jugó, permitió que en sus narices se hicieran ilícitos y ahora tenemos los resultados. Él debe hacer un mea culpa”, señalan.
Lo peor, sin embargo, vino cuando el músico optó por desentenderse de las decisiones económicas del espacio. Esto permitió que todas las discusiones económicas del lugar quedaran en manos de Valdés.
“Desde que llegué, jamás firmé un cheque. No tuve que ver con el tráfico del dinero y esto se hizo así por petición mía”, comentó en conversación con nuestro medio Coulon.
Durante su administración, Coulon debió enfrentar una deuda que mantenía el Parque con sus trabajadores, vale decir, el pago de cotizaciones previsionales. Esta regularización implicó un monto cercano a los 80 millones de pesos, por lo que el espacio debió pedir un préstamo de 100 millones de pesos para hacer frente al déficit que implicaba este ordenamiento.
Luego, en 2017, cuando Coulon ya no estaba en el cargo, el Centro pidió un nuevo préstamo. Esta vez, de 210 millones de pesos. Así lo consigna una de las actas de las reuniones de la Asociación del Parque, celebrada el 8 de noviembre: “(…) se acuerda, en atención a la escasez de recursos que hoy vive esta institución y al hecho de no haber otras alternativas al respecto, aprobar la solicitud de un crédito por la suma de 210 millones de pesos, bajo el compromiso y condición de que se desarrolle una reestructuración, proyección y organigrama que permita (…) operar y funcionar con los recursos asignados por el CNCA a partir del año 2018, teniendo en consideración que a la fecha no se a actuado en concordancia con el presupuesto recibido, excediéndose en aproximadamente 400 millones de pesos”.
Pero nuevamente se tomó una mala decisión. Esto, ya que el préstamo debió devolverse en una sola cuota al banco, lo que mermó de una vez el presupuesto 2018 del lugar que, para este primer semestre contemplaba, aproximadamente, los 600 millones de pesos.
La democratización del Parque
El jueves 7 de junio los trabajadores del PCdV llegaron junto a diversas organizaciones y gestores culturales al Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. El objetivo era emplazar directamente a las autoridades de gobierno, entre ellos, al intendente Jorge Martínez, que el pasado 18 de mayo comprometieron, en una reunión con las organizaciones del PCdV, una inyección de 80 millones de pesos para pagar las remuneraciones correspondientes a mayo y junio, transferencia que a la fecha no se ha realizado.
En ese contexto, Tamina Hauser, presidenta del Sindicato de Trabajadores del PCdV, declaró: “Vamos a seguir en paro hasta que la Ministra inyecte recursos”.
“Lo que nos interesa es que se implemente una mesa donde se resuelvan todos los temas y se dialogue respecto de cómo se van a entregar los recursos para el funcionamiento del Parque”, sostuvo, en tanto, Daniela Misle, vocera de la asamblea de la comunidad del Parque Cultural de Valparaíso.
En dicha ocasión, los trabajadores y artistas también exigieron, a través de una carta dirigida a la ministra Alejandra Pérez, retomar el espíritu inicial del proyecto: “Le venimos a pedir que se reactive la mesa ciudadana y estatal que dio vida a este nuevo Parque Cultural de Valparaíso”, dice la misiva.
Y es que más allá del asunto económico, los miembros del PCdV advierten que es necesario, además de la estabilidad financiera, incrementar la participación de la comunidad artística en el directorio del centro cultural. En este sentido, proponen que la participación de los representantes del mundo cultural pase de tres a cinco.
No obstante, esta carta fue inmediatamente respondida por el Ministerio, que a través de un comunicado sin firma, descartó su responsabilidad en el asunto: “(…) la actual falta de recursos del PCV no responde a un incumplimiento o falta de parte del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio”.
Para algunos esta distancia se explicaría porque uno de los asesores de la cartera dirigida por Pérez sería Justo Pastor Mellado, quien además, se ausentó de una sesión de la Cámara de Diputados, celebrada la semana recién pasada, donde se discutió la situación financiera del PCdV. El crítico había sido invitado a la jornada para dar detalles de su gestión. Su participación era fundamental. No obstante, faltó sin dar mayores explicaciones, cuentan fuentes cercanas.
El debate que viene
El próximo lunes la Ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio se reunirá con el Ministro de Bienes Nacionales y el Intendente Martínez en el ex Congreso para discutir la situación del Parque.
Hasta allí llegarán los trabajadores del espacio y los miembros de la comunidad artística que han dado vida al proyecto. “Aquí lo que hay que hacer es resolver esta situación a la brevedad. Se necesita una intervención profunda del proyecto”, señala Misle.
En dicha ocasión, también se espera que se oficialice el directorio del PCdV que debía ratificarse en marzo pasado.
Para algunos, esa sería una de las señales más coherentes. De lo contrario, advierten que la situación podría dar paso a otro debate: el cierre del centro cultural.
En tanto, se espera que para fines de junio estén los resultados de una auditoría interna impulsada por la intendencia.