Último debate presidencial en México: Más ataques que propuestas

Si bien bajaron de tono respecto a debates anteriores, los ataques al candidato de izquierda, Andrés Manuel López Obrador, se robaron un evento que pretendía ser de discusión de ideas y propuestas. El de este martes, fue el último cara a cara entre los aspirantes a la presidencia de México. El primero de junio son las elecciones.

Si bien bajaron de tono respecto a debates anteriores, los ataques al candidato de izquierda, Andrés Manuel López Obrador, se robaron un evento que pretendía ser de discusión de ideas y propuestas. El de este martes, fue el último cara a cara entre los aspirantes a la presidencia de México. El primero de junio son las elecciones.

La noche de este martes se desarrolló, en México, el tercer y último debate presidencial con miras a la elección del próximo primero de julio, donde se elegirá a quien gobernará la nación azteca por los venideros seis años.

En el evento se enfrentaron los cuatro candidatos al ejecutivo: Ricardo Anaya Cortés, del derechista Partido Acción Nacional (PAN); José Antonio Meade, por la coalición oficialista Todos por México; Jaime Rodríguez Calderón, independiente y ex militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI); y Andrés Manuel López Obrador, del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA).

Fue precisamente a este último postulante donde apuntaron los dardos de sus tres contrincantes, pues, según las encuestas, el izquierdista López Obrador es quien tiene más opciones para quedarse con la presidencia.

Por lo mismo, sus contendientes le sacaron en cara la gestión que realizó durante su periodo al frente de la Gobernación de Ciudad de México entre los años 2000 y 2005, donde, según los candidatos, se estancó la creación de empleos.

López Obrador desestimó tales acusaciones y respondió sin argumentos, pero con una frase que sin duda dolió a sus rivales: “yo qué culpa tengo que ustedes estén empatados hasta abajo. Y piensan que aquí en el debate van a remontar los 30 puntos que les llevo”.

Más allá de las rencillas, el postulante de MORENA volvió a reiterar -como ha sido la tónica de toda su campaña- que combatirá la corrupción, a su juicio, el principal problema del país. También manifestó que bajará los sueldos de los altos funcionarios del Estado, y recuperará el campo, al cual considera la “fábrica más importante del país”.

También defendió el cuestionado Tratado de Libre Comercio de América el Norte, que agrupa a México, Estados Unidos y Canadá, pero aclaró que será así mientras no represente un daño a la población de su país.

“Yo voy a plantear que se mantenga el Tratado, pero no puede convertirse en una fatalidad para los mexicanos. Nuestro país tiene muchos recursos naturales, muchas riquezas, tiene un pueblo trabajador, lo único que le hace falta -y lo habrá muy pronto- es un buen gobierno”, afirmó Obrador.

Por su parte, Ricardo Anaya Cortés, quien marca segundo en las encuestas, centró su discurso en la siempre eficiente retórica de la derecha: crecimiento económico e inversión.

A su vez, propuso bajar el precio de la gasolina, subir el salario de los trabajadores, y enseñar inglés a todos los niños del país.

José Antonio Meade, quien es el candidato del actual mandatario de México, Enrique Peña Nieto, aseguró que si él es elegido presidente, multiplicará las escuelas a tiempo completo, aumentará las guarderías y otorgará más becas a las mujeres.

Sin embargo, el candidato oficialista dedicó más tiempo en atacar a López Obrador que a dar a conocer sus posturas y propuestas, en ese sentido, afirmó que si el candidato de la izquierda llega a ganar las elecciones, los mexicanos se harán más pobres.

Dentro de los principales planteamientos de Meade, están que la seguridad social sea deducible para los patrones, que todos los mexicanos terminen la preparatoria, y que la educación sea de calidad. También dijo que evaluará la alternativa de generar energía nuclear.

Quien marca último en las encuestas es Jaime Rodríguez Calderón, apodado El Bronco. Para este candidato, la pobreza existente en México, que alcanza la alarmante cifra de un 43,6 por ciento, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), se debe a que el mexicano no trabaja. Según dijo en el debate: “hay mucha gente floja en este país que está recibiendo ayuda y no hemos acabado con la pobreza: yo pretendo acabarla poniéndolos a trabajar”.

Dentro de las propuestas que esgrimió, destacan reducir la jornada laboral de las mujeres, bajar el IVA, y propiciar las condiciones para desarrollar la energía eólica.

Según una encuesta realizada por la consultora MassiveCaller inmediatamente después de finalizado el debate, fue López Obrador quien tuvo mejor desempeño, pues se ubica en el primer lugar 44 por ciento de las preferencias, seguido por Ricardo Anaya con un 37 por ciento. Más atrás aparece José Antonio Meade con un 16 por ciento.

En cuanto a la intención de voto, López Obrador lidera todas las encuestas. La última fue difundida este martes por Coparmex, y sitúa al candidato de la izquierda con un 41,7 por ciento. Más de 20 puntos abajo se encuentra Ricardo Anaya Cortés, con un 21 por ciento, seguido por José Antonio Meade con un 13,6 por ciento. Jaime Rodríguez Calderón alcanza apenas un 2,3 por ciento. Cabe destacar que los indecisos alcanzan un 21,5 por ciento.

Además del presidente, los cargos que estarán en juego el próximo primero de junio son 128 senadores y 500 diputados federales. Quien gane la presidencia, deberá lidiar con ellos.





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