Fue a la agencia española EFE donde el presidente de Bolivia, Evo Morales, confirmó este domingo que su país no contrademandará a Chile por el diferendo sobre el río Silala en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Según el mandatario altiplánico, la idea de la contrademanda se desechó porque así lo estimó su equipo jurídico. En su lugar, el país vecino presentará un documento de contramemoria, donde expondrá sus argumentos de que el agua del río en disputa no es internacional como alega Chile, sino que es boliviana.
La retractación de Evo Morales fue vista en Chile como un signo de debilidad. Sin ir más lejos, el propio presidente Sebastián Piñera expresó a través de su cuenta twitter que la decisión de Bolivia no hace más que ratificar la posición chilena.
Por su parte, el ministro de relaciones exteriores, Roberto Ampuero, declaró este lunes que Chile hace uso de las aguas del Silala en concordancia con el derecho internacional.
“Esto demuestra la fortaleza de la posición chilena. El río Silala es un río internacional, y cuando cruza la frontera chilena, y está en territorio de Chile, es un río en el cual nuestro país tiene derecho. Por lo tanto Chile ha actuado –como siempre lo hace- respetando el derecho internacional”.
Durante una visita oficial a China, el presidente de Bolivia respondió a las autoridades chilenas vía twitter. En su comentario expresó que su país no considera como internacional el cauce del Silala, y que harán prevalecer su derecho.
Chile se equivoca si considera que Bolivia admite que aguas del manantial del Silala son “río internacional”. Los ductos artificiales para desvíar esas aguas son prueba del uso indebido e ilegal de ese recurso natural. Sin descartar el diálogo, haremos prevalecer nuestro derecho.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) 18 de junio de 2018
Ante la sensación de victoria que las autoridades chilenas han tratado de transmitir por la declinación de Evo Morales de presentar una contrademanda, hacen suponer que en el país vecino se asume una derrota. Para saber cómo se ha manejado esta noticia en la nación andina, Radio y Diario Universidad de Chile se contactó con la periodista Laura Bécquer, corresponsal de la agencia Prensa Latina en Bolivia.
Según Bécquer, la opción de presentar una contramemoria en vez de una contrademanda obedece a un cambio de estrategia con el objetivo de ganar tiempo.
“El tratamiento mediático del tema del uso de las aguas del Silala no es visto como derrota, sino como -me atrevo a decir- una jugada del gobierno boliviano de ganar en tiempo, de buscar argumentos sólidos para poder defenderse. Vuelvo a la idea de que esta es una jugada para ganar tiempo porque realmente la causa que le interesa a Bolivia es la de obtener una salida soberana al Océano Pacífico”.
Quien también tuvo palabras sobre esta nueva disputa territorial entre Bolivia y Chile, fue el diputado Evópoli y miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, Francisco Undurraga, quien ve como un triunfo chileno la decisión de Bolivia, destacando que estos asuntos se deben resolver por vía diplomática.
“Lo importante aquí es generar posiciones diplomáticas que busquen el desarrollo de ambos pueblos. Generar posiciones diplomáticas no solamente en términos bélicos, que, por supuesto, no hay ninguna posibilidad de que eso ocurra, sino que la construcción de la paz como países hermanos y que finalmente Bolivia se allane a construir al futuro no mirando al pasado, pues cada vez que tiene un problema su gobierno interior empieza con los hostigamientos hacia Chile”.
Fue el 6 de junio del 2016 cuando Chile presentó ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya la demanda contra Bolivia por las aguas del Silala, defendiendo la idea de que se trata de un río internacional. El 3 de julio del 2017 nuestro país presentó la memoria con sus argumentos correspondientes. Bolivia tiene hasta el 3 de septiembre para presentar su contramemoria.