Desde el Vaticano se confirmó que el papa Francisco aceptó la renuncia presentada por Philip Wilson, arzobispo de Adelaida condenado por la justicia australiana de encubrimiento de abusos sexuales.
Sin dar más detalles, desde la Santa Sede confirmaron que Gregory O´Kelly, sacerdote jesuita que se desempeñaba momentaneamente como administrador especial para la arquidiósesis, seguirá en el puesto hasta que se nombre un reemplazante definitivo.
Semanas atrás, Malcolm Turnbull, primer ministro australiano, escribió una declaración pública solicitando al papa que destituyese al sacerdote.
En ese momento, Wilson anunciaba que apelaría a la sentencia judicial y, que mientras no se cerrara el proceso, no renunciaria.
El prelado de 67 años fue condenado por haber ocultado a la policía abusos sexuales cometidos por el sacerdote James Fletcher en la década de los setenta.