Patricia Frenz: "La salud pública no es neutra, está comprometida socialmente"

La Escuela de Salud Pública (ESP) de la Facultad de Medicina de la U. de Chile cumplió 75 años, y en el marco de las actividades de celebración de este aniversario, la Dra. Patricia Frenz, quien el próximo mes de septiembre cumplirá un año a la cabeza de la institución -siendo además la primera mujer en su historia que ocupa ese cargo-, repasa en la siguiente entrevista parte de la historia e hitos de la Escuela, poniendo también sobre la mesa los desafíos que plantean los nuevos temas de salud pública del siglo XXI.

La Escuela de Salud Pública (ESP) de la Facultad de Medicina de la U. de Chile cumplió 75 años, y en el marco de las actividades de celebración de este aniversario, la Dra. Patricia Frenz, quien el próximo mes de septiembre cumplirá un año a la cabeza de la institución -siendo además la primera mujer en su historia que ocupa ese cargo-, repasa en la siguiente entrevista parte de la historia e hitos de la Escuela, poniendo también sobre la mesa los desafíos que plantean los nuevos temas de salud pública del siglo XXI.

El próximo viernes 7 septiembre un acto de conmemoración abierto a la comunidad universitaria y la ciudadanía, sellará un mes de celebraciones por los 75 años de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile. En la instancia se mostrará la mirada de futuro de la ESP, fundada en 1943 con el nombre de Escuela de Salubridad, tras un acuerdo entre la Universidad de Chile, la Fundación Rockefeller y el Instituto Bacteriológico de Chile.

Actividades culturales con los vecinos de Independencia, ceremonias y el nombramiento de espacios comunes de la Escuela de Salud Pública, en homenaje a destacados salubristas que integraron la ESP como Hugo Behm, Fernando Muñoz, Jorge Rodriguez y Tegualda Monreal, han sido parte de las conmemoraciones de este año, en las que también ha tenido un espacio relevante la reflexión en torno los 40 años de la Declaración de Almá-Atá, realizada en la por la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud y Unicef, y cuyo lema fue “Salud para todos en el año 2000”.

¿Cuál fue el propósito inicial que tuvo la ESP al instalarse en 1943?
Lo que se pensó en ese momento es que éste sería un centro de formación e investigación a nivel de americano. El primer director, el Dr. Hernán Romero, señaló que, a diferencia de otras escuelas, no se proponía primeramente enseñar, sino elevar la salud de la comunidad a través del estudio y la solución de sus problemas, pensando también de que era importante, formular políticas que para utilizar de la mejor manera los recursos que siempre escasean. En ese momento se estaba discutiendo en Chile la que iba a ser la primera ley que estableció el Servicio Nacional de Salud y la Escuela contribuyó mucho en ver cómo éste se podría desarrollar y particularmente, se enfocó en la formación de recursos humanos, especialistas en salud pública, que podrían hacerse cargo de este servicio.

¿Cómo fue ese proceso de construcción del Servicio Nacional de Salud en el que participa la ESP?
El Servicio Nacional de Salud es muy interesante, porque se instauraba en un país en desarrollo. En esos tiempos había un muy alto nivel de mortalidad infantil, y lo que se hizo fue básicamente asegurar la cobertura nacional de salud a todas las personas indigentes y de clase obrera, ir fijando prioridades en torno a los problemas de salud más importantes de la época, que tenían que ver con enfermedades infecciosas y problemas materno infantil. Ahí la Escuela estuvo contribuyendo con evidencia, con propuestas de soluciones, desde el inicio de la formulación y establecimiento de Servicio Nacional de Salud.

¿Cómo ha logrado la Escuela de Salud Pública mantener su vigencia durante estos 75 años?
Como ESP somos fieles al compromiso de contribuir con el estudio y proponer soluciones para mejorar la salud poblacional, formar profesionales e impulsar el trabajo colectivo. Eso significa que por una parte uno se mantiene fiel a la misión y las funciones académicas, pero también hay una constante renovación para poder enfrentar los cambios en contextos dinámicos.

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Y en el marco de este aniversario, ¿cuáles son los temas a los que la ESP dirige su reflexión hoy?
Una de las cosas que ha sido parte de la reflexión que hemos hecho en torno a estos 75 años es cómo podemos ir profundizando nuestra contribución respecto a los desafíos actuales. Y este año 2018 también coincide con una reflexión global, que es la resignificación de la Declaración de Almá- Atá: Salud para todos y todas, sin dejar a nadie atrás. Esto implica una nueva manera de ver también nuestro rol, en un contexto cada vez más desafiante. También son los 70 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos, y de alguna manera cuando uno está mirando las cosas desde la Salud Pública, se entiende que el conjunto de derechos y las necesidades que protegen esos derechos son importantes para la salud. También nuestras reflexiones se insertan en la reflexión país sobre el rol de las universidades públicas, que ha sido liderado por nuestro Rector, porque de alguna manera estamos reencontrándonos con una tradición de tener una universidad estatal que representa el pensar a Chile.

En un país como el nuestro, donde son conocidas las inequidades en salud y lo difícil que ha sido lograr la cobertura para toda la población, ¿cuál es la reflexión que hoy hacen en la ESP en torno a la Declaración de Almá-Atá?
Si en la declaración la meta era salud para todos en el año 2000 y estamos una generación después, no podemos esperar otra generación sin resolver ese problema, y resolverlo significa redoblar esfuerzos. En nuestro caso en Chile, debemos tener un sistema de salud que efectivamente pueda garantizar a toda la población una cobertura universal. También, por otra parte, desde la perspectiva de salud poblacional, no basta con atender problemas de salud individual, tenemos que enfrentar las causas que hacen que las incidencias de ciertos tipos de patología sigan en aumento.

¿Y cuáles son las propuestas de la ESP para lograr esa meta de salud para todos?
Una de las cosas que tiene la academia es que muchas veces a diferencia de un gobierno determinado, tiene una visión más de largo plazo. En este sentido, en conjunto con el Colegio Médico se convocó a una comisión de expertos en el tema que vio una propuesta de una Reforma Integral del sistema de salud en Chile.

Siguiendo evidencia mundial y también en base a distintas propuestas que ya se habían hecho en el país, lo que pensamos es que hay que avanzar en un Seguro Único de Salud, que cubra a toda la población y que pueda garantizar un plan de salud universal. Simultáneamente, nosotros estamos con múltiples equipos de investigación que son productos de colaboraciones con otras unidades dentro de la universidad, otras universidades del país y del mundo, trabajando temas de salud urbana, viendo cuáles son los factores importantes para que la población que vive en ciudades puedan ser saludables, tener mayor equidad y sustentabilidad ambiental. También en relación a las redes de salud, tenemos un proyecto con la Unión Europea y otros países en América Latina, viendo cuáles son las distintas maneras de trabajar en red. Tenemos proyectos que están analizando la situación del ambiente físico, y otros en temas de salud materno infantil y atención primaria, además de muchos otros proyectos de investigación que están intentando entender mejor el problema y generar nueva evidencia para generar nuevas políticas de salud.

En el contexto actual, ¿cuáles surgen como los temas de salud pública hoy en el país?
En el campo de la salud pública sabemos que hay muchas nuevas amenazas que pueden ser mayores y más complejas que los desafíos de antes. Incluso estamos viendo que hay hasta peligro para la sobrevivencia del propio planeta. Esto está de alguna manera plasmado dentro de la agenda de Desarrollo Sostenible 2030 que impulsan todos los países de Naciones Unidas y que reconoce que los procesos de globalización económica, las inequidades sociales, la urbanización y el traslado de las personas está generando problemas que en salud, incluyendo entornos físicos y sociales poco saludables, un incremento feroz de las enfermedades no transmisibles, trastornos de salud mental, violencia, consumo de alcohol y drogas, enfermedades infecciosas que son algunas de larga data como la tuberculosis y otras emergentes como el brote de Fiebre Q en el sur del país. Todo eso, agravado por el envejecimiento poblacional. Estos son los temas actuales que estamos pensando hoy.

En 2008, la Escuela de Salud Pública, decidió llamarse Salvador Allende Gossens, ¿qué simboliza ese nombre para ustedes cómo ESP y cómo se inscribe en el trabajo que continúan haciendo?
Para nosotros, desde la salud pública, la realidad médico-social de Allende era muy importante. Él propuso una manera de enfrentar lo que por una parte significa organizar servicios de salud acorde con los requerimientos de atención de salud propiamente tal, pero por otra, también incluyó preocupaciones en temas como las condiciones de vida y trabajo que afectan a la salud. Esa mirada médico-social, que también uno puede conocer como los determinantes sociales de la salud, fue algo que era parte del legado de Salvador Allende, y de alguna manera, al colocar ese nombre, nosotros nos conectamos con esta historia de nuestro país, y también del movimiento de la medicina social latinoamericana. El tema es que la salud pública no es neutra, está comprometida socialmente y rescatar ese nombre es rescatar ese compromiso social de la salud pública.

Vía Uchile.cl
Texto: Francisca Siebert
Fotografías: Felipe Poga




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