El jurado encontró que la compañía, que ahora pertenece al gigante alemán Bayer, actuó con “malicia” y que su herbicida Roundup, y su versión profesional RangerPro, contribuyeron “sustancialmente” a la enfermedad terminal de Dewayne Johnson.
Tras ocho semanas en corte, el jurado ordenó a la compañía a pagar 250 millones en daños punitivos con daños compensatorios y otros costos, llevando el total a casi 290 millones de dólares.
A sus 46 años, Johnson sufre de un linfoma incurable no hodgkiniano, que él atribuye al hecho de haber rociado, durante su trabajo en una escuela entre 2012 y 2014, con RoundUp y RangerPro.
Es la primera vez que Monsanto, se encuentra sobre el banquillo de los acusados por los potenciales efectos cancerígenos de estos productos que contienen glifosato, una controvertida sustancia. Y expertos coinciden que el veredicto puede abrir la puerta a centenares de nuevas demandas.
El caso se basó en las conclusiones del Centro Internacional de Investigación del Cáncer, un organismo de la OMS, que desde 2015 catalogó al glifosato como “probablemente cancerígeno”.