La agonía del cine argentino

Cientos de documentales y películas produjo el sector audiovisual en Argentina luego que en 1994 se sancionara una ley que fomenta el desarrollo de esta área. Sin embargo, con la administración de Mauricio Macri estos fondos han menguado significativamente, a lo que se suma una reestructuración del Instituto Nacional de Cine y Artes Visuales.

Cientos de documentales y películas produjo el sector audiovisual en Argentina luego que en 1994 se sancionara una ley que fomenta el desarrollo de esta área. Sin embargo, con la administración de Mauricio Macri estos fondos han menguado significativamente, a lo que se suma una reestructuración del Instituto Nacional de Cine y Artes Visuales.

Unas 100 mil personas eran empleadas por el sector cinematográfico argentino en los últimos años, situación que ha variado significativamente y a la baja. Esto por la disminución de los fondos que se entregan a la producción audiovisual de Argentina impulsado por el Gobierno del Presidente Mauricio Macri, en un país que en los últimos 20 años destacó por el incremento significativo de producciones que incluso le significaron un premio Oscar con la galardonada película “El secreto de sus ojos”.

Y si bien el film de Juan José Campanella que protagoniza Ricardo Darín tuvo además otros apoyos para su producción, son cientos de películas y documentales que en la misma época salieron a las pantallas no sólo a contar historias de ficción, sino también a mostrar partes significativas de la historia argentina y también latinoamericana, como por ejemplo “Aunque me cueste la vida” que relata el asesinato del camarógrafo Leonardo Henrichsen, hecho ocurrido en Chile en junio de 1973 de los directores Silvia Maturana y Pablo Espejo.

Para el representante del grupo Documentalistas Argentinos (DOCA) ante el Instituto Nacional de Cine y Artes Visuales, Fernando Krichmar, el desarrollo del cine documental fue un paso importante para el país, teniendo en cuenta las temáticas abordadas en estos trabajos.

“Es muy importante porque es una especie de registro de lo real con una mirada diversa. Hay jurados elegidos por las asociaciones, hay uno de cada asociación… son seis asociaciones que hay, así que las miradas son muy diversas, los proyectos son muy distintos y tratan temas realmente muy variados. Y bueno, son una mirada profunda que es distinta a la mirada televisiva”, apunta el director de documentales como “Seré Millones” y “Cine y Revolución”.

Pero este fomento se ha visto disminuido en los últimos años, con cambios que apuntan a orientar los recursos a películas que tienen mayor énfasis comercial y éxito de taquilla, en desmedro de aquellos trabajos independientes que son reflejo de la sociedad y de los documentales que muestran lo que ocurre en el país.

“Se está ahogando todo lo que es el documental y el cine pequeño, independiente que es el que suele representar a Argentina en San Sebastián, en Cannes, prácticamente todos los festivales del mundo, Berlín, en Venecia, donde siempre hay alguna, dos o a veces tres películas argentinas y donde generalmente se obtienen éxitos. Son justamente en general estas películas de cine independiente que son las que están ahogando, claramente, en detrimento de películas hechas por multimedios asociados a empresas imperialistas como la Disney, etcétera”, plantea Krichmar.

Incluso, en esta época estival en el hemisferio norte donde no hay estrenos de películas estadounidenses, el INCAA subvenciona cintas argentinas que tienen una orientación más comercial y cuya co-producción está asociada a empresas transnacionales.

“¿Qué es lo que hace el Instituto (Nacional de Cine y Artes Visuales)? Hace el Mes del Cine Argentino para que estas películas que tienen un montón de publicidad tengan una subvención a mitad de precio con la cual el resto de la entrada la paga el INCAA y se la paga a estas cadenas imperialistas. Es un negocio de 150 millones de pesos (alrededor de 4 millones de dólares) que se quita al cine independiente en favor de películas, que insisto están asociadas con Bellavista, con la Disney, con los grandes medios. Esa es la política, una política claramente neoliberal y liquidacionista de lo que es el fondo de fomento, el espíritu de la Ley de Cine y lo que ha dado este gran auge del cine argentino”, puntualiza el representante de DOCA.

La semana recién pasada desde el INCAA informaron una reestructuración que a juicio de los directores va en la misma senda de disminución del fomento del trabajo audiovisual independiente al quitar las gerencias de administración y asuntos jurídicos, al tiempo que incrementa en 11 las subgerencias. En este cambio, el área encargada del impulso del desarrollo cinematográfico queda bajo la gerencia general, dando un claro viraje economicista de la actual administración al frente del instituto.





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