Esperábamos que la agenda esta semana estuviera en la mediocridad del aumento del salario mínimo, la designación de Bachelet en el cargo más importante en derechos humanos en el mundo tras el montaje de la ‘operación Huracán’, la agresiva agenda migratoria del Ejecutivo o la presencia de un encubridor de un magnicidio en el Gobierno. Pero no. La portavoz del Gobierno piñerista ha decidido poner una enérgica condena a un tuit. Un irónico tuit, pero un tuit al final de cuentas.
“Soñé que era del MIR y me joteaba a Cecilia Pérez para poner una bomba en su casa”, apuntó la publicación de un usuario de Twitter, de 23 años y estudiante de Derecho en una reconocida universidad nacional. Con todo el respeto que merece una ministra de Estado: ¿quién, en plenos estados de lucidez, es capaz de entender esta publicación como seria? ¡Si hasta el mismo Código Penal (art. 296) las desestima! Echar a andar la inteligencia policial y la cadena procesal respectiva, en medio de la saturación de la justicia penal chilena, por una broma que no le gustó a la vocera es, a todas luces, una exageración tremenda.
No seamos tontos graves. Preocupémonos de la agenda urgente que, pareciera, el Ejecutivo olvidó. De la contrarreforma tributaria y transparentar a la ciudadanía qué es lo que quieren hacer. O de las relaciones internacionales y la falta de altura de miras, sancionando a Venezuela, pero haciendo oídos sordos con Turquía, Israel o China. O de la necesidad imperiosa de acelerar la tramitación de una futura ley de identidad de género.
Por último, si nos queremos preocupar de los comentarios en redes sociales, si “no se debe desestimar ningún tipo de comentario” –según el General de Carabineros Jorge Valenzuela–, hagámoslo en serio. Bastan un par de clics para darse cuenta de amenazas mucho más graves a figuras como Michelle Bachelet, Camila Vallejo, Carmen Hertz o la población migrante o refugiada.
La misión del Estado debe ser asegurar la dignidad de todas y todos y la libertad de expresión en todas sus formas. Combatir “con toda la fuerza de la ley” a las moscas en los oídos de las autoridades es una amenaza grave a la convivencia democrática tan debilitada del país.
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Benjamín Mejías Valencia es estudiante de Periodismo de la Universidad de Chile, pasante en la Universidad Complutense de Madrid y ex Senador Universitario (2016-2018).