Miles de personas salieron al centro de Buenos Aires a protestar por el secuestro y la agresión que sufrió la docente Corina de Bonis quien fue raptada por un grupo no identificado mientras participaba de una olla común en la localidad bonaerense de Moreno.
Desde ese lugar fue subida a un vehículo, encapuchada, golpeada y luego con un objeto punzante le escribieron sobre el abdomen “Ollas no” enviando un mensaje amedrentador a los profesores y trabajadores de la educación de la provincia de Buenos Aires que mantienen movilizaciones por el cierre de establecimientos y falta de presupuesto, además de la nula respuesta a sus demandas de la gobernadora María Eugenia Vidal.
En conversación con Diario y Radio Universidad de Chile, el secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires, Roberto Baradel, sostuvo que la acción es una más contra los maestros a quienes buscan reprimir “porque no nos callamos la boca”.
“Lo de la docente Corina fue una aberración, un hecho atroz. La secuestraron en un auto, le pusieron una bolsa en la cabeza, le pegaron en el abdomen y le levantaron la ropa y con un elemento punzante le escribieron en el abdomen, ‘Ollas No’. Y han amenazado a varios docentes previo a esto y posterior a este hecho. Por eso decimos que es un hecho que está en contra el estado de derecho, está reñido con la dignidad, con los derechos humanos y tiene que ser esclarecido inmediatamente”, indicó el dirigente.
Al mismo tiempo agregó que “el ataque es muy fuerte hacia las organizaciones sindicales, sociales y en particular a la docente y es porque no nos callamos la boca, seguimos denunciando las injusticias y no permitimos que configuren una educación que tenga como objetivo la formación de los chicos para obedecer, sino luchamos por una educación pública que tenga como objetivo la apropiación de conocimientos y que con esos conocimientos ellos sean ciudadanos críticos, sujetos de derecho, que puedan transformar no solamente su realidad individual sino la del conjunto de la comunidad”.
Para Baradel, la reacción violenta contra el movimiento docente surge a partir de la visión mercantilista de la educación por parte de las actuales autoridades del gobierno nacional y provincial, quienes señalan a la educación pública como un mal donde deben formarse quienes no tienen otra posibilidad en la vida.
“Macri, lo mismo que la gobernadora Vidal, atacan a la educación pública. La frase del presidente es ‘los que cayeron en la educación pública’. La gobernadora Vidal dice que no es justo que el Estado invierta para que vayan los pobres a la universidad. Es lo que piensan de la educación pública. Ellos quieren que haya una educación muy básica para la mayoría de los argentinos y una educación de elite para las clases dirigentes que son los que para ellos tienen el mayor poder económico. Nosotros defendemos la educación pública, procuramos una educación pública de calidad para todos y todas los y las habitantes de nuestro país. Un chico pobre tiene el mismo derecho que el hijo del presidente de la nación a tener una educación pública de calidad. Vamos a seguir reclamando”, advirtió el secretario general de Suteba.
Además, aprovechó de emplazar a la jefa provincial para esclarecer el secuestro que sufrió la docente además de pedir que se castigue a los responsables del hecho.
Esto porque lo ocurrido con Corina de Bonis no es el único caso en el que se ha atacado a maestros en la localidad de Moreno, sino que ya van unas 25 amenazas desde el 2 de agosto a la fecha, día en que una explosión en la escuela 49 de este sector de Buenos Aires terminó con la vida de los profesores Sandra Calamano y Rubén Rodríguez por problemas de infraestructura.
“Este secuestro y la tortura es consecuencia de una escalada de violencia verbal que han llevado adelante las autoridades confrontando con los docentes y no dando respuesta. A la docente la atacaron por darle de comer a los chicos y hay otros docentes amenazados por hacer clases públicas, porque estas escuelas están sin clases”, sostuvo el dirigente gremial.
“Los docentes en general estamos muy enojados, indignados con la actitud de la gobernadora que lamentablemente no escucha, no convoca al diálogo. Cada vez que convoca a una mesa paritaria quiere imponer la posición, no hay negociación. Y ha sumido en un estado de abandono y desidia las escuelas de la provincia de Buenos Aires en cuanto a infraestructura. Hace más de un mes que fallecieron dos docentes y todavía no ha habido reacciones. Hay más de 800 escuelas sin clases, más de 400 mil chicos, y no hay una reacción institucional para resolver estos problemas”, puntualizó Baradel.