Bajo amenaza. Con esa condición llegó a Nueva York a las 13.30 hora local, el Presidente de Venezuela Nicolás Maduro para participar de la LXXIII Asamblea General de las Naciones Unidas.
Y es que la misma jornada del miércoles, el presidente estadounidense, Donald Trump, sostuvo a su llegada al Palacio de Cristal de la Primera Avenida que “todas las opciones están sobre la mesa” con respecto a la nación sudamericana.
“Todas ellas”, precisó el magnate neoyorkino, quien luego sostuvo que las alternativas abarcan desde “las fuertes a las menos fuertes. Y ya saben a qué me refiero cuando digo fuertes”.
Esto supone nuevamente un cambio de la retórica de Trump en sus relaciones internacionales. Así se ha manejado con Rusia y con Siria, con Corea del Norte y China, pasando también por la Unión Europea y los organismos internacionales.
Maduro llegó a suelo norteamericano acompañado de su esposa, Cilia Flores, una de las personalidades venezolanas a las que el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos impuso sanciones económicas el día anterior (martes), junto a Delcy Rodríguez, vicepresidenta, Jorge Rodríguez, ministro de Comunicaciones y Vladimir Padrino, ministro de Defensa y comandante en jefe del Ejército.
“Vengo a recibir también la solidaridad de los gobiernos del mundo, de los pueblos, a defender la verdad de nuestra patria, amada patria, querida patria de Bolívar. Un saludo desde aquí a nuestro pueblo”, dijo Maduro en un video grabado durante el aterrizaje en Nueva York.
El mandatario venezolano agregó que “vengo cargado de emoción, de pasión, de verdades para que el mundo entero sepa que Venezuela está de pie, muy fuerte. Hoy somos más fuertes que nunca”.
El mismo día del anuncio de las sanciones que involucraban a la primera dama, Maduro había emplazado a Trump a un encuentro durante su visita a la sede de las Naciones Unidas. Al respecto, el mandatario estadounidense dijo que no era una posibilidad que tuviera entre sus planes, pero no cerró la puerta a la idea.
“Si está aquí, si se quiere reunir… No lo había pensado, no estaba en mis planes. Pero si puedo ayudar a la gente, para eso estoy aquí”, planteó Trump durante la mañana, lo que supone un giro profundo en la actitud del jefe de Estado considerando que ante la misma solicitud hecha el año pasado por Maduro, la Casa Blanca había respondido que sólo se concretaría de haber un cambio significativo en el país y el retorno a su modelo democrático.
La intervención de Maduro ante la Asamblea General de la ONU se da además en medio de las tensiones de Venezuela con otras naciones como Colombia, Chile y México luego de apuntar a sus gobiernos de estar detrás del frustrado atentado contra el propio gobernante en el acto de aniversario de la Guardia Nacional.
Dos de los Estados mencionados, Chile y Colombia, más Perú, Paraguay y Argentina, presentaron una carta a la Corte Penal Internacional para pedir que inicie una investigación por supuestos crímenes contra la humanidad cometidos por la administración del Presidente Maduro y que se apoya en informes elaborados por la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU y la OEA.
El 20 de septiembre de 2006 en el mismo escenario de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el entonces Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, sostenía al iniciar su intervención: “¡Huele a azufre acá!” un día después del paso del jefe de Estado norteamericano de la época, George W. Bush.
Desde entonces entre Estados Unidos y Venezuela las relaciones sólo han empeorado incluyendo el retiro de sus respectivos embajadores en 2010, la inclusión por la administración de Barack Obama como una amenaza para la seguridad de la nación más poderosa del planeta y ahora con la retórica de Trump que no excluye la posibilidad de invadir ese territorio sudamericano.