Hace aproximadamente 3 mil años atrás, algunas de las actividades que hoy relacionamos con la esfera circense, como la acrobacia, el contorsionismo o el equilibrismo, eran muy apreciadas para la preparación de guerreros, con los rituales religiosos y con las prácticas festivas.
El tony más famoso y querido de la historia circense chilena fue Abraham Lillo Machuca, más conocido como el ‘Tony Caluga’, este carismático payaso fue el fundador del clan familiar que hoy tienen sus propios circos. Su hijo, Abraham Lillo San Martín y sus nietos siguen el camino iniciado por el patriarca.
El inicio de Abraham Lillo Machuca – recuerda su hijo – fue casual, en medio de una función a beneficio del sindicato de suplementeros. Manuel Sánchez – dirigente sindical circense – lo descubrió como ‘Tony Machuquita’ y de allí Enrique Venturino – empresario del ‘Circo Las Águilas Humanas’ – lo invitó a ser parte del elenco y de la historia más lúdica del espectáculo chileno, ya como “Tony Caluga”, recordó su heredero.
Existen varios tipos de payasos en Chile que se desarrollaron con gran maestría: el ‘Tony’ y el ‘clown’. Este último – explicó Lillo San Martín – “el de traje de luces, de colores, aquel de la cara blanca y él es muy bien hablado, muy circunspecto”, a diferencia del Tony quien juega el rol escénico de “pelusón, atorrante”, pero picaresco, marcando las diferencias sociales en el show, explicó.
El circo en Chile se inicia aproximadamente en 1885, cuando los hermanos Pacheco llegaron a Valparaíso e inauguraron el primer circo chileno. Grandes payasos fueron el ‘Tony Chalupa’, (Alberto Díaz Moscoso), el ‘payaso poeta’ Nicolás Maturana. Durante los 50’ y 60’, fueron famosos en Chile y el extranjero el ‘Tony Chicharra’ (Juan Ramírez), el ‘Tony Colihue’ (Héctor Aguilera), el ‘Tony Chamaco’ (Orlando Paredes), el ‘Tony Bombilla’ (Fernando Órdenes), el ‘Tony Lechuguita’ (Orlando Campusano), y por cierto el gran ‘Tony Caluga’ (Abraham Lillo Machuca).
Los “reprisas” y también las “entradas cómicas”, para armar aparatos circenses entre número y número estaba en mano del payaso con el fin de ganar tiempo y oxigenar el espectáculo, recordó el Caluga Jr. En la actualidad, “se usa igual, pero ahora los circos tienen un solo payaso (…), cambió el sistema”, acotó este renombrado payaso.
Otro concepto muy usado en el lenguaje circense es “toniar”, es decir, que el payaso pueda “emular los actos” de otros artistas intrépidos, pero de forma graciosa. Igualmente, muchos ‘tonies’ ejecutaban sus escenas interpretando instrumentos musicales. Abraham Lillo San Martín aprendió y ejecutó desde muy joven los diversos roles de circo, tanto en el trapecio, los malabares, la acrobacia y como ‘hombre-orquesta’, pero se quedó finalmente con el ‘trabajo del ‘Tony’, aunque para sus hijos payasos, él realiza el papel de ‘clown’.
Sus herederos son todos ‘Caluga’ con apellidos artísticos: su hija ‘Moñito Caluga’, y sus hijos, ‘Gigo Caluga’, ‘Candy Caluga’, ‘Microbio Caluga’, ‘Cototito Caluga’ y ‘Filito Caluga’, y sus nietos ‘Caluguín Caluguita’, ‘Berlín Caluga’ (bisnieto), entre otros payasos de la dinastía del patriarca fundador Abraham Lillo Machuca, el gran “Tony Caluga”.
El ‘Tony Caluga’ fue presidente del Sindicato Circense de Chile. Bajo su mando se crearon iniciativas legales para favorecer a los artistas, como la Ley de previsión para los artistas circenses. Defendió toda su vida al circo como patrimonio nacional, Abraham Lillo Machuca murió el año 1997, a los 81 años de edad. Hoy Abraham Lillo Jr, su hijo, sigue manteniendo esa tradición en el circo del ‘Tony Caluga’.