La Universidad de Chile ha actuado como dinamizador de los procesos sociales de nuestro país. A lo largo de su historia, ha contribuido a la reflexión ciudadana sobre la contingencia nacional y el incentivo de políticas públicas que beneficien a la población.
En ese contexto, el Senado Universitario de esta casa de estudios juega un rol fundamental en torno al debate sobre la educación pública en Chile. La reciente renovación de sus autoridades abre una nueva etapa institucional que apunta a la contribución de una mirada crítica de la sociedad actual.
En conversación con radio Universidad de Chile, el nuevo vicepresidente del estamento, el profesor Gonzalo Gutiérrez, destacó la influencia de este Senado en la elaboración de proyectos legislativos significativos para la sociedad, como la Ley de Educación Superior, la Ley de Universidades Estatales y la ley que creó el nuevo Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.
“Vivimos un momento donde hay que fortalecer la educación pública, pensar en los proyectos país, por ejemplo, en el Ministerio de Ciencia y Tecnología. En cómo crear ciencia soberana, cómo dejar de ser un país rentista y extractivista, y pasar a ser un país que ponga valor agregado a sus productos. Son todos desafíos que van en dirección de hacer un país mucho más equitativo y participativo”, dijo Gutiérrez.
En esa línea, destacó la responsabilidad del estamento “en la creación de ciudadanía, de cómo fortalecemos y profundizamos la democracia, cómo restauramos el tejido social hoy perdido, cómo damos nuevamente importancia a los órganos de decisión popular”.
El académico también reflexionó sobre la falta de políticas públicas que favorezcan el desarrollo de disciplinas que parecen olvidadas por el colectivo nacional, como la tecnología, la ciencia y la cultura.
“Miramos con gran preocupación y frustración lo que ha ocurrido, tanto en el ámbito de la ciencia como de la cultura. La ciencia y la tecnología son fundamentales para poder pasar de una industria básica, manufacturera, a una industria de punta. La inteligencia está, pero falta una decisión política para poner presupuesto, hacer centros de investigación estatales, centros regionales, donde puedan desarrollarse grandes proyectos”, señaló.
En este contexto, aludió a la profunda crisis que viven las ciencias en Chile, dada la falta de apoyo por parte de las autoridades. Criticó que la creación del ministerio del ramo no se haya ligado a un mayor presupuesto para estas áreas, lo que interpreta como una inconsecuencia por parte del Gobierno. “Hoy es el 0.38 por ciento en Chile, cuando en otros países es sobre el 2 por ciento. Estamos a la cola de los países de la OCDE. Ese presupuesto significa dejar al país nuevamente en desmedro”, subrayó.
En ese contexto, y como hombre de ciencia, criticó el paradigma de las élites políticas que hablan de llevar al país a un mayor desarrollo cultural, económico y social, pero que no han hecho todo lo que se debe en materias tan importantes como educación.
“Hay una cierta disociación, una especie de esquizofrenia, en hablar de crecimiento pero en no mirar al país en los índices en los que estamos aumentando la brecha. Creo que el punto principal es este modelo impuesto de crecer en base a recursos naturales, en base a una minería extractivista, sin pensar siquiera en aumentar un producto elaborado básico. Es inconcebible tener un país con estos niveles de desigualdad, con esta situación de precarización en los trabajos, en la salud y en las pensiones”, enfatizó.