El paro que mantiene en vilo al puerto de Valparaíso es la segunda movilización más larga solo después del  ocurrido en el puerto de San Antonio en el año 2010 y que duró cuarenta días.

El dirigente del Sindicato N°1 de Estibadores, Pablo Klimpel, ratificó el último miércoles la continuidad del paro y posteriormente, en una entrevista con CNN, mostró su indignación frente a las declaraciones del presidente de Ultramar, Richard von Appen.

“Nos hemos reunido con los dirigentes y aumentamos la ayuda cuatro veces. Esto es un regalo, no necesita ninguna asamblea, ellos tienen que decir si la toman o no”, aseguró von Appen, a la salida de una reunión que sostuvo con el consejo directivo de la Sofofa.

Posteriormente, Klimpel también fue increpado por la prensa por haber estado conforme, al parecer en un principio, con la propuesta del Gobierno y la empresa concesionaria. El dirigente, sin embargo, aclaró que se trataba de una decisión que sería tomada por la asamblea sindical en Valparaíso y que, como se sabe, fue rechazada.

Este jueves, el vocero del sindicato, Antonio Vides, confirmó también a Radio y Diario Universidad de Chile que se estarían gestando nuevas mesas de diálogo. Una de estas, por ejemplo, se realizó con los diputados Guillermo Teillier y Amaro Labra, de la Bancada Comunista. En el encuentro, ambos parlamentarios explicaron que propondrán la revisión de la actual ley de puertos y explicaron a los trabajadores los reclamos que pusieron luego del ingreso ilegal de carabineros a la sede sindical.

El representante del sindicato, Francisco Báez, aprovechó dicha instancia para referirse también a las declaraciones de von Appen. “Se asesoró mal”, aseguró, “creo que después de 35 días de lucha y un año económico muy malo, yo creo que se equivocó y en vez de apagar, le echó bencina al fuego”.

Por otro lado, en un día en donde los incidentes continuaron en la ciudad de Valparaíso, la Ministra de Transporte, Gloria Hutt, reiteró nuevamente la posición del Gobierno. “Volveremos a reunirnos, a hacer el esfuerzo de lograr que las partes se encuentren, y pedimos la mayor responsabilidad y el abandono de posiciones de intransigencia, tanto la empresa como los trabajadores”, afirmó.

Hay que destacar, que hasta el momento no se tiene certeza de un nuevo acuerdo entre TPS y el sindicato de trabajadores. Para este viernes 20 de diciembre, otras organizaciones sociales, como la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), y la Coordinadora no más zonas de sacrificio de la región de Valparaíso, confirmaron su apoyo para una nueva jornada de movilizaciones.

Sharp pide silencio

“Señor Von Appen, si no quiere ayudar a la solución del conflicto, mejor guarde silencio, hágalo por Valparaíso”, de esa forma el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, criticó al presidente de la empresa Ultramar y lo instó a mantenerse alejado de las declaraciones públicas que han avivado la ira de los trabajadores portuarios.

El jefe comunal se mostró confiado en el diálogo es el camino para llegar a un acuerdo que resulte beneficioso para quienes se encuentran movilizados. “Pensamos que es perfectamente posible construir hoy día, y en lo sucesivo de lo que queda esta semana, un acuerdo que permita la respuesta a las demandas de los trabajadores eventuales”, aseguró el alcalde.

Por su parte, la empresa TPS difundió un comunicado público negando la paralización del puerto. “Queremos ser muy claros: no hay un paro portuario en Valparaíso. Nuestro terminal está operando desde el 28 de noviembre en forma continua, y hemos atendido a todos los clientes que nos han solicitado servicios. Para ello, hoy tenemos más de 350 trabajadores portuarios realizando sus labores con normalidad”, aseveró en el texto Oliver Weinreich, gerente general de TPS.

En el documento la compañía portuaria solicitó al gobierno que restaure el orden público y expresó una rotunda condena a “los graves hechos delictuales cometidos por un grupo de manifestantes que está causando un daño enorme a Valparaíso y a sus habitantes”.

La paralización de los trabajadores eventuales del terminal portuario de Valparaíso busca obtener el pago de $2 millones como bono, mejores condiciones laborales y que no se tomen represalias en contra de quienes integraron la movilización.