Un niño guatemalteco de 8 años falleció el día de Navidad mientras se encontraba detenido por las autoridades fronterizas norteamericanas junto a su padre desde el 18 de diciembre
Todavía está reciente el doloroso caso de la niña guatemalteca Jakelin Caal, de apenas siete años, quien falleció el pasado 8 de diciembre bajo la custodia de la patrulla fronteriza de Texas, detenida junto a su padre y otros 163 migrantes centroamericanos.
Este martes, día de navidad, la historia se repite: un menor de 8 años murió en el Centro Médico Regional de Gerald Champion, en Nuevo México, mostrando síntomas de gripe, náuseas y vomitos. El niño había permanecido bajo detención junto a su padre desde el 18 de diciembre, tras haber cruzado la frontera por la ciudad de El Paso, en Texas.
Hasta ahora, las autoridades estadounidenses señalaron que no se conocen las causas de la muerte del niño y prometieron que se realizará un “examen independiente y en profundidad de las circunstancias” del deceso.
José Miguel Vivanco, director de la organización Human Rights Watch para las Américas, no dudó en condenar el hecho y señalar que ambas muertes pudieron ser evitables: “Hay una importante coincidencia en ambos casos : no solo estamos hablando de menores sino de personas que mueren bajo la custodia de las autoridades migratorias norteamericanas. Eso, de acuerdo a las normas de derecho interno y de derecho internacional, coloca a las autoridades norteamericanas de Estados Unidos en posición de responsabilidad total”.
Por su parte, el gobierno de Guatemala pidió oficialmente a Estados Unidos una investigación clara que resguarde el debido proceso.
Mientras tanto, el presidente Donald Trump no cede ni un milímetro. Insiste en que el shutdown del gobierno federal se mantendrá hasta tanto no se apruebe dentro del presupuesto norteamericano de 2019 un monto de 5000 millones de dólares para la construcción del muro anti-inmigrantes.
Desde la oficina oval de la Casa Blanca, Trump justificó así su insistencia: “Una barrera contra la circulación de drogas y también contra el tráfico de personas hacia nuestro país. Estamos trabajando muy duro para atrapar a estos traficantes, a esta gente malvada. Pero no podemos hacerlo sin una barrera, no podemos hacerlo sin un muro”.
Esta semana, el Senado retoma las discusiones sobre el presupuesto de 2019 para tratar de salir del atolladero del shutdown que mantiene paralizadas a las instituciones estadounidenses. Sin embargo, los congresistas demócratas – en la voz del senador Chuck Schumer – ya han sido muy categóricos al decir que el muro del Trump nunca será aprobado en el Senado. “Señor presidente, si desea abrir el gobierno, debe abandonar el muro”, expresó Schumer.