“Me informaron que efectivamente no era Pablo Muñoz Hoffman, ya se había detectado con las huellas digitales. Interpol Washington es el que había estado informando en esta situación que la persona que tenía la notificación roja no era la misma que se había detectado como ciudadano norteamericano” señaló el ministro Mario Carroza a los medios de prensa durante la mañana de este jueves.
El magistrado señaló que hubo un problema de comunicación con Interpol ya que, según las informaciones preliminares recibidas desde Estados Unidos se había detenido a una persona de nacionalidad chilena, con residencia en Nueva York y ciudadanía estadounidense desde 2016.
“Vistos los antecedentes, las autoridades norteamericanas entendieron que, de alguna u otra manera, podría haber sido Pablo Muñoz Hoffman y podría haber obviado el segundo apellido”, sostuvo el juez.
En relación a si él habría actuado apresuradamente al informar públicamente de la detención, Carroza manifestó que no hubo ninguna diferencia en el tratamiento de esta detención con otras de similares características. “Con Interpol trabajamos de esa manera. Aquí hay información que es preliminar y después, posteriormente, Interpol va a estableciendo si es fehaciente o no. Las comunicaciones de Interpol en el extranjero no son las más fluidas respecto de nuestro país, lo que “crea un problema en cuanto a la información que podemos dar” aseguró el ministro en visita de la Corte de Apelaciones de Santiago, quien luego aceptó que existían responsabilidades compartidas y las atribuyó a que la información entregada por Interpol no es “de las más fidedignas”.
Pablo Muñoz Hoffman, ex frentista, escapó de la Cárcel de Alta Seguridad en la llamada “Operación Vuelo de Justicia” el 30 de diciembre de 1996 y hasta ahora se ignora su paradero.