¡Nazis no! Es el año 2002 y Álvaro España, el vocalista de Fiskales Ad Hok, sostiene un cartel con una esvástica tachada, en un callejón del centro de Santiago.
Otro extremo temporal, a algunos kilómetros de ahí: en el año 2017, Mauricio Redolés sostiene una guitarra eléctrica, viste una camisa multicolor y mira de costado, sentado en corredor que da la bienvenida a su casa en el barrio Yungay.
Álvaro España y Mauricio Redolés son dos entre los 80 solistas y grupos chilenos, peruanos, argentinos y españoles que Karolina Guajardo (Santiago, 1974) incluyó en Poesía, beats & rockandroll, el libro que acaba de publicar con el trabajo que ha desarrollado desde los primeros días del siglo XXI.
“Es que primero tenía un puesto en el (Persa) Biobío”, dice para explicar sus primeros vínculos con los circuitos más subterráneos del rock, el punk y el hip hop chileno. Primero fue un local comercial, luego fue el fanzine Antitodo -bautizado como el disco de los punks vascos Eskorbuto- y más tarde fue el programa homónimo, emitido por Radio Villa Francia.
En paralelo a ese tránsito, Karolina Guajardo estudió fotografía y diseño y se acostumbró a retratar conciertos, pero también comenzó a hacer fotografías que se han utilizado en afiches, discos y medios periodísticos. “Pensé hacer una exposición con las fotos que había ido acumulado, pero no quise porque hubiera durado uno o dos meses y luego se acaba. En cambio, un libro queda como algo permanente”, explica.
Financiado parcialmente a través de un crowdfunding o con actividades a beneficio, el proyecto acaba de concretarse con tres textos de presentación, escritos por algunos de los músicos retratados, y una colección de fotografías que funciona como registro de la infinidad de proyectos musicales que funcionan no solo en Santiago, sino también en ciudades como Copiapó, La Serena y Valparaíso.
A lo largo de sus páginas se puede ver a precursores punk como Enfermos Terminales y Políticos Muertos, a un personaje irrepetible como Álvaro Peña, a representantes del hardcore como Asunto, a estrellas del hip hop noventero como Jimmy Fernández (La Pozze Latina) y Juan Sativo (Tiro de Gracia), a una figura del rock ochentero como Robert Rodríguez (Banda 69) o a una cantante de soul y fusión como Moyenei Valdés, ex vocalista de Mamma Soul.
En igualdad de condiciones, también se puede ver a músicos poco habituales en las coberturas periodísticas y en los grandes carteles, pero frecuentes en afiches callejeros y pequeños conciertos: Lilits, La BIG Rabia, Punkora, Flor de Rap, Manual de Combate o Los Jerjeles, por nombrar algunos. “Todos y todas tuvimos un sueño / El sueño era poder decir algo / Algo nuevo y algo antiguo / Pero dicho por nosotros / Pero dicho por nosotras”, escribe Mauricio Redolés en la contraportada.
¿Cómo definiste el título del libro?
Me costó ene, porque era difícil incluir a los cantautores, al hip hop, al punk y al rock en una misma idea. El rock and roll tenía que estar porque la mayoría de las bandas son de rock. Los beats son el sonido del hip hop. Y la poesía… para mí, las letras son poéticas. Pueden ser más poetas del pueblo o intelectuales, pero para mí las letras son poéticas. En el fondo, es lo que te llega de la música en castellano.
En el libro hay músicos de diferentes géneros, pero la mayoría es música subterránea, poco conocida. ¿Por qué era importante para ti hacer este libro?
Porque casi todos estos músicos están invisibilizados. Es el primer libro que sale en Chile con estas características, de bandas under. Hay otros libros, pero son distintos, con gente más conocida.
También decidí hacerlo porque en Chile somos pobres, pero pobres, en cuanto a libros de fotografías. También es un rescate de la memoria. La gente ha visto el libro con una doble lectura: como un libro histórico y fotográfico.
¿Tienes proyectos similares para el futuro?
Sí, quiero seguir haciendo libros. Aunque éste me costó y he sufrido para sacarlo, ya tengo planes de hacer otro libro centrado en mujeres. La diferencia es que ahora no tengo fotos desde antes, pero ya he hablado con varias chicas para que salgan.
¿Esa idea nace porque este libro tiene una mayoría de músicos hombres?
Sí, en el camino me di cuenta que la mayoría de las bandas que tenía eran de hombres. Igual en el próximo voy a agregar algunas bandas de hombres con las que nunca pude coincidir y me faltaron. Los Panteras Negras, por ejemplo, que son súper importantes, pero va a ser una mayoría de mujeres.
¿Cómo conseguirlo?
Karolina Guajardo distribuye el libro directamente a través del sitio Poesía, Beats y Rockandroll y en el correo karolinaguajardo@gmail.com. También se puede conseguir por medio del sello Polilla Records y a partir de marzo estará en la librería Ojo por Ojo (Providencia 2529, local 18, Metro Tobalaba).